CP. 22 - INTENTO DE INVITACIÓN.

Pasadas unas horas de conversación en el patio, la madre de Alex se asoma en la puerta.

— Alex, vamos que se me hace tarde.

— ¡Ok ya voy!

— Nos vemos mañana. — Digo poniéndome de pie.

— Danielle, yo sé que es muy pronto pero un día de estos podríamos salir y ponernos al día como corresponde.

— Em… claro. — Respondo sin mucho convencimiento al instante que Alex se ríe.

— Ok, nos vemos mañana.

Este y su madre abandonan nuestra casa al instante que Alva aparece en la escalera, mis ojos van hasta ella que parece algo deprimida apesar de haber dormido por varias horas.

— ¿Estas bien?

— Si. — Alva baja hacia la cocina.

Luego de servida la cena y que Alva no quisiera comer, me retiro a mi cuarto, ingresando a whatsapp.

Gabriel: Quiero escuchar tu voz Danielle, debiste haber llamado, no sabes como estoy de aburrido y también te quiero.

Gabriel: Ya llegue a mi casa pero es muy tarde para vernos, pero quiero que sepas que espero que mañana si nos veamos.

«No sé como lo haremos ahora con Alex tan cerca, tendré que ser cuidadosa. »

Yo: ¿Estas? — Espero por unos minutos hasta que veo el escribiendo en la parte superior.

Gabriel: Si, estaba bañándome, sentí el celular y salí disparado.

Yo: Lo siento

Gabriel: No, esta bien ya había terminado.

Yo: Te extraño.

Gabriel: Yo más.

Extrañada miro el celular esperando a que Gabriel pregunte por Alex pero al no hacerlo decido contarle yo misma.

Yo: Gabriel, quiero contarte que Alex es un amigo de hace tiempo atrás

Miro mi mensaje antes de enviarlo para desistir, escribiendo un nuevo mensaje.

Yo: Gabriel Alex es mi amigo de la adolescencia y quería que lo supieras por mi, para que no tengamos problemas.

Leo lo que acabo de escribir para darme cuenta que intento justificarme o algo parecido. «Porque es tan difícil, ¿porque no me pregunta él mismo? »

Gabriel: ¿Pasa algo?

Yo: No, no nada ¿porque?

Gabriel: Porque veo que escribes y luego no y después si pero no llega nada, entonces no sé.

Yo: No es que te extraño y quiero besarte y abrazarte mucho, mucho.

Gabriel: Jajaja yo también quiero besarte mucho, mucho.

Por un segundo me pongo como tomate al leer lo que me escribe.

Gabriel: Danielle ¿quieres una foto?

Nerviosa pongo una mano sobre mi boca mientras recibo un archivo adjunto donde aprieto mis ojos para no verlo. «Oh por dios Gabriel me manda una foto de su…» Abro lentamente mis ojos para encontrarme una foto de su rostro. Apretó mis labios en una sola linea por lo mal pensada que soy.

Gabriel: Es para que no me extrañes tanto.

Yo: Te enviare una también.

Intento fotografiarme pero al verlas desisto de enviarlas, «¿Porque salgo tan mal? », cambio de postura, luego cambio mi ropa y nada hasta que sin querer mando la más fea.

— No, no no no no no no. — Borro de inmediato la foto.

Gabriel: Demasiado tarde ya la copie.

Yo: Pero no, no borrala esa no me gusta.

Gabriel: Te ves preciosa, la quiero guardar igual.

Yo: Pero Gabriel…

Gabriel: Pero nada ahora ve a dormir porque mañana hay clases y te quiero bien despierta.

Yo: Ok.

Estiro mis labios en un puchero cuando comienza a sonar mi celular.

— Gabriel.

— Te quería dar las buenas noches oyendo tu voz.

— ¿Podríamos llegar juntos.?

— Si, mañana te paso a buscar estaré afuera a las 08:00 am

— Ok, descansa Gabriel

— Tu igual, te quiero,

— Yo más.

Luego de cortar la llamada me introduzco bajo las cobijas quedándome plácidamente dormida.

Abro mis ojos entusiasmada por el día de hoy, rápido me visto y desayuno para salir de mi casa un par de minutos antes, divisando a Gabriel.

— Hola.

— Hola ¿como dormiste?.

— ¿Bien y tu?

— Bien, ¿vamos?

— Si. — Miro fijamente a mi profesor e inconscientemente mis ojos bajan hasta sus labios que se me apetecen besar.

— No muerdas tu labio. — Susurra Gabriel con una sonrisa coqueta para luego jalar mi brazo hacia un árbol.

— No sabes como te extraño.

— Yo también.

Gabriel mira en todas direcciones antes de envolverme con sus brazos, mientras paso los mios por su costado sintiendo su calor, sus labios buscan los mios que rápidamente se juntan haciendo que las mariposas de mi estomago y un suave cosquilleo active mi sistema, en pequeños besos rápidos nos separamos para caminar juntos por la calle hasta que escucho a lo lejos como gritan mi nombre.

— ¡DANIELLE!