Prófugos

×Capitulo diez

Pov's Caleb:

Maia intenta hacerse la difícil pero tarde o temprano caerá como todas, no me voy a rendir tan fácil en cualquier momento la tendré entre mis sábanas. Alguien se tira encima de mi —Hola bebe, te extrañe, ¿cómo estás? —no sé en qué momento llego Amira.

—Hola preciosa, ¿bien y ¿tú? —le digo tomándola de la cintura, miro a Maia y está rueda los ojos, está celosa y aprovechare la oportunidad.

—Bien bebé —me dice mordiendo su labio de manera seductora. —¿Quieres ir te a divertir conmigo? —me pregunta en mi oído de manera seductora, y muerde el lóbulo de mi oreja.

—Claro bombón —le planto un beso en los labios sin importarme que estén todos. —chicos en un rato vuelvo. —No les dejo tiempo a que me contesten, agarro por la cintura a Amira y nos vamos a la parte trasera de mi auto.

Pov's Maia:

¿Por qué debe ser tan idiota? ¿Y ella tan fácil? Apenas llego la reconocí, es la chica que estaba en el pacillo ese día que conocí a Fayna. ¿Pero ella no tenia novio? ¿ok? Podría respetarse un poco mas y tener mejor gusto no follar con un idiota como Caleb, tan desesperada. —¿Maia estas preparada para correr hoy? —Me dice Gael, sacándome de mis pensamientos.

—Obvio hoy le demostraré que no soy la niñita de Papi que piensa este idiota.

—Me encanta tu actitud bombón —Dice Isaac poniendo su brazo sobre mis hombros, yo lo miro con mala cara y lo saca.

—No me golpees en el rostro por favor —Dice tapando su rostro con miedo fingido.

—Me gusta que confíes en ti misma, pero piensa que Caleb es alguien difícil. —Me dice Gael

—Si lo sé, pero no se la hare para nada fácil.

—Esa es mi amiga —Dice Fayna haciéndonos reír a todos.

Luego de una hora aparece Caleb un poco despeinado acomodando su ropa y me sonríe de forma arrogante, ¿Piensa que me importo que se fue con la zorra esa?

Luego de una hora aparece Caleb un poco despeinado acomodando su ropa y me sonríe de forma arrogante, ¿Piensa que me importo que se fue con la zorra esa?

Y si no te importa ¿Por qué le dices zorra?

Callate conciencia no me ayudas para nada.

—Hola su rey ha vuelto —dice en forma arrogante mientras​ se ríe.

Ignorándolo les digo a los chicos —¿Saben si faltará mucho para correr?

—No, en cualquier momento nos llamaran. ¿Qué tal si apostamos algo? O ¿tienes miedo?

—Te escucho.

—El que gane se queda con el auto del perdedor ¿Qué piensas?

—Acepto, ve preparando mi auto — en ese momento ambos somos llamados por el altavoz para que nos preparemos.
 

Los chicos nos desean suerte y cada uno camina hacia su auto, cuando estoy por llegar al mío siento a alguien agarrar mi cintura y acercarse a mi oído. —Suerte preciosa, nos vemos en la meta. —Y me da un pequeño beso en la mejilla logrando que me sonroje, trato de disimularlo entrando rápido en mi auto voy hacia la línea de salida, miro hacia mi izquierda y veo que me está observando fijamente, cuando nuestras miradas se cruzan me guiña un ojo y sonríe, pongo mi mirada al frente ignorándolo. Comienzo a acelerar de manera suave para estar preparada.

Papá necesito que me ayudes en esta, no sabes lo que te necesito conmigo, por ti les demostrare que soy la mejor y que aquí deben respetarme, sé que te encantaría verme aquí y más que nada cerrarles la boca a los idiotas. "Tranquila Maia eres la mejor, demuéstrales a todos quién es la que manda aquí", eran tus palabras en cada carrera y la cual me daban la confianza necesaria, te extraño tanto no te das una idea. Salgo de mis pensamientos al escuchar como Caleb acelera su auto, miro el espejo retrovisor y me doy cuenta que mi vista se cristalizó, de verdad lo necesito muchísimo, pero debo ser fuerte y no derrumbarme, limpio mis lágrimas, debo concentrarme.

Cuando me doy cuenta aparece la chica de siempre a dar el inicio de la carrera. Al ver el pañuelo caer, acelero y salgo disparada. Caleb es muy difícil de pasar, pero no imposible, acelero y lo rebaso apenas un poco, pero logro ponerme por delante de él, uso la misma estrategia de no dejarlo pasar en ningún momento, pero logra distraerme y ponerse a mi derecha, nunca suelto el acelerador no puedo dejar que me gane. Faltan algunos metros y una curva para la meta, necesito alguna otra estrategia urgente, piensa Maia piensa. Debo pasar la curva sin frenar, esta el riesgo de salir de la pista, pero como decía mi padre "el que no arriesga no gana", al ver la curva doblo apenas bajando la velocidad, al terminarla presiono el acelerador hasta el final, Caleb y yo estamos muy justos, veo la meta a solo un metro y paso el cambio y vuelvo a acelerar hasta el fondo así logrando pasarlo por solo unos pocos centímetros.




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