Pov's Maia:
Mi domingo consistió en hacer literalmente NADA. Si si nada absolutamente nada, solo comer, mirar series y dormir. Y me parece totalmente perfecto.
Hoy ya era lunes y eso significaba, comenzar en el nuevo instituto, no estaría teniendo ganas de comenzar ya me había acostumbrado a dormir hasta tarde y no tener obligaciones.
Miro mi reloj en la mesita de noche, son las siete menos cuarto, y mi hora de entrada es a las siete y media, asique me levanto, hago mis necesidades, me doy una rápida ducha, al terminar me coloco mi ropa interior, un jean tiró alto, una musculosa de tirantes color blanco y mis Adidas Superstar blancas.
Bajo en busca de mi desayuno, y me encuentro con Cailin allí ya desayunando.
—Hola pequeña, ¿cómo dormiste?
—No me digas pequeña Maia, tengo 15 años creo que ya soy lo bastante grande.
—pero siempre serás mi pequeña. —le digo apretando sus mejillas y riendo
—eres una idiota —dice quitando mis manos de sus mejillas y rodando los ojos.
—¿Lista para nuestro primer día? ¿Ya estás todo para que salgamos?
—Si, espera que busco mi mochila y vamos.
—Ok apúrate. —voy en busca de mi mochila, busco mi celular, mi chaqueta de cuero y mis llaves. —Vamos Cailin se nos hace tarde. —grito para que se apresure.
Veo que baja de la escalera corriendo y me contesta —vamos.
Salimos, nos montamos en mi auto y vamos rumbo al instituto. Luego de 20 minutos de trayecto, nos bajamos de mi auto y nos adentramos. A lo lejos puedo divisar a las chicas, cuando Fayna me ve me sonríe y me hace seña para que me acerqué.
—Hola chicas —digo de manera amistosa —¿cómo están?
—Hola Mai, ¿bien y tú? —dicen las chicas
—Bien, yo debo buscar mis horarios nos vemos luego.
—No Mai espera yo te acompaño —Dice Fayna. Yo asiento y empezamos a caminar.
—Y Fayna cuéntame, ¿cómo está todo respecto a Gael? —le sonrió de forma pícara, moviendo mis cejas de arriba abajo.
Ella se pone como un tomate. —Super bien, me encanta, es súper tierno, aunque no lo parezca, de igual forma no quiero ilusionarme. Siempre Caleb, Isaac y Gael fuero los más codiciados entre las chicas, son los más mujeriegos, los conozco nunca vi a alguno tomar a una chica en serio y tengo miedo de ser un juego más para él-
—No pienses eso, puedo notar que Gael siente algo por ti. tiene un brillo especial cada vez que te ve, o te escucha hablar, tu no te das cuenta, pero mi sexto sentido dice que ustedes van a terminar juntos.
—No lo sé, no estoy muy segura.
—Recuerda siempre, que hasta el mas mujeriego puede enamorarse. —Ella asiente. Llegamos a la oficina del director y pido mi horario.
—Hola, buenos días, vengo a buscar mis horarios, mi nombre es Maia Jones.
—Buenos días, claro te recuerdo tu viniste el otro día, toma estos son tus horarios espero que te sientas cómoda en este instituto y bienvenida.
—Muchas gracias. —Ambas nos despedimos y caminamos hacia el aula que me tocara.
—¿Cuál es tu primera clase? —Pregunta Fayna
—Literatura ¿la tuya?
—Historia, no compartiremos esta materia, pero te encontrarás con una sorpresita. —dice de manera pícara y se va corriendo por el pasillo. ¿Y a esta que le ocurre? ¿de qué sorpresa hablara?
Voy rápidamente buscando el aula. Toco la puerta al ver que la profesora ya ha ingresado, esta me sonríe al verme y asiente para que ingrese, veo como llamo la atención de todos, lo ignoro para no ponerme nerviosa.
—Disculpe la interrupción, mi nombre es Maia Jones soy nueva y tuve que ir a buscar los horarios por eso me he retrasado. —le doy una tímida sonrisa.
—Bienvenida, no hay ningún problema ya me habían avisado, pasa y busca un lugar libre donde sentarte. —Yo asiento y se hace a un lado para que ingrese. Con la mirada busco un lugar libre cuando lo veo me aguanto las ganas de maldecir en voz alta, no puedo creer que tengo tanta mala suerte de que este ser sea mi compañero de banco, si no imaginan mal, mi compañero es nada más y nada menos que el idiota de Caleb Miller.
—Hola preciosa, qué bueno volver a verte —Dice guiñándome el ojo.
Pov's Caleb:
Cuando amanecí, miré mi reloj y me di cuenta que estaba llegando tarde al instituto. Mierda.
Me levanto rápidamente, me doy una rápida ducha, me cambio con lo primero que encuentro y voy hacia la cocina, allí se encuentran los tres amores de mi vida, le doy un beso a cada una y salgo rumbo al instituto. Al entrar recibo las miradas lujuriosas de la mayoría de las chicas, qué voy a hacer soy irresistible.