Capitulo 10| Conejita

Capítulo 10

Briiiiiiiing Briiiiiiiing

Un molesto sonido comenzó a despertarme y sabía perfectamente lo que era. Mi maldita alarma. Maldito jueves, maldito sol, maldita cama cómoda, maldito todo.

Hoy definitivamente no es mi maldito día, desde que abrí mis malditos ojos supe que no sería un buen día.

Me bañe con agua fría, el desayuno sabia horrendo porque mamá y papá todavía no volvían de viaje y Noah tuvo que hacerlo, el viaje de casa a la preparatoria fue tedioso por todo el maldito tráfico. Y cuando llegamos a la Universidad estaba lloviendo a cantaros, el maldito clima estaba loco, en la mañana sol y ahora lluvia.

-Carajos.-Alex golpeo su frente en el volante.- ¿Por qué maldito mundo?

No soy la única con mal humor.

-Bueno, me tengo que ir.-Estaba dispuesta a abrir la puerta cuando Alec hablo.

-Está lloviendo, te mojaras.-Rodee los ojos y Salí corriendo en dirección a la puerta principal.

Cabe destacar que la puerta de la universidad estaba lejos de donde habíamos dejado estacionado el coche por lo que al momento en el que salí quede completamente empapada.

Estaba a nada de llegar a la puerta cuando me resbale doblándome el tobillo y caí cobre mi trasero.

-¡Mierda! –El impacto hizo que todo mi esqueleto se removiera haciéndome poner una mueca de dolor junto con de dolor de mi tobillo- Maldito mundo, maldita lluvia, malditos todos.

-¿Estas bien? –Hablo una voz detrás de mí.

-Sí claro.-No me importo la presencia de la persona solamente sobe mi tobillo.

-Conejita, no estás bien.-Escuchar ese apodo hizo que el pánico viniera a mí.

¿En dónde carajos están mis hermanos?

-¿Qué carajos haces aquí?-Me voltee sentada todavía en el piso.-Lárgate, no te quiero ver de nuevo.

-Conejita…

-Deja de llamarme de esa maldita forma y lárgate, no te quiero cercas de mi.-No se movió- ¡Lárgate ahora!

-No me iré, te doblaste el tobillo déjame ayudarte.-Se acercó a mi tratando de tocarme pero retrocedí- Hope, déjame ayudarte.

-¡No quiero tu maldita ayuda, lárgate ahora!-Las lágrimas inundaban mis ojos, unas cuantas salieron mezclándose con la lluvia.

-No me iré.-Trato de acercarse y retrocedí.

-¡Largo, te quiero lejos de mí!

-Déjame ayudarte…

-Dijo que te largaras.-La voz de Owen se escuchó detrás de mí.

Maldita escena más cliché.

-¿Y tú quién carajos eres?-Dawson entrecerró los ojos con el ceño fruncido.

-El novio de Hope, ahora lárgate.

-Esto no se quedara así conejita, tú y yo tenemos que hablar.-Dijo antes de darse la vuelta y comenzar a caminar.

-¡No hablaremos de nada, primero muerta antes que estar cercas de ti!

-Adiós Hope.

Toda una ola de emociones me invadió, su sola presencia me dio ganas de vomitar, sentía todo mi cuerpo paralizado, la adrenalina de querer golpearlo hasta que estuviera sangrando, todo eso me invadió, comencé a llorar como una desquiciada. Me veía patética, sentada en el pavimento remojada con el tobillo lastimado y el corazón latiendo a mil por hora.

-Hope, vamos te llevare a la enfermería.-Owen me cargo en sus brazos con una mano sosteniéndome por la espalda y otra por debajo de mis rodillas.

-No, no me lleves a la enfermería.-Pedí agarrando el cuello de su camiseta.

-Tu tobillo no se ve bien.-Miro preocupado mi tobillo.

-No me importa, por favor no me lleves a la enfermería.

-¿A dónde entonces?

-A casa.-susurre.

-De acuerdo.

Me llevo cargando hasta que estuvimos enfrente de su coche, los dos en ese momento estábamos completamente remojados. Subimos prendió la calefacción y me paso una chaqueta que tenía en los asientos traseros.

-¿Quién era el chico que estaba contigo? –Pregunto cuando estábamos a medio camino de mi casa.

No conteste. Quería hablar con alguien, pero no con él.