Sábado por la noche.
Tomé un respiro.
No estoy preparado para madurar, no estoy listo para crecer, sólo no y ya, no quiero ser un adulto aún, quiero vivir, conocer y explorar, pensaba en eso una y otra vez.
Estoy frente al espejo de mi habitación vestido de traje color plateado, el evento será en una hora, la fiesta por la que todos los estudiantes de la preparatoria esperaban, la fiesta de graduación. Me gradúo al fin del colegio de Tamaulipas, donde saldré con jefatura en todas las materias, y de este modo entrar al internado de Nuevo León junto con Jessy, que ha sido nuestro sueño desde hace ya un tiempo.
Pero aun NO, no estoy listo para esto, para ser honesto convertirme en un adulto me asusta un poco.
Me presento, soy Diego Palacios Roble con tan solo dieciocho años de edad, por lo regular simpático y algo soñador, o por lo menos eso dice de mí Jessy, mi mejor amiga, por la cual pasaría a su casa para dirigirnos a nuestra graduación.
Al llegar a su casa noté que Jessy me esperaba y salió a la entrada con el vestido azul de lentejuela que había comprado justo el día de ayer, con el cual lucía demasiado hermosa. Me bajé del auto solo para verla mejor, mientras tanto ella caminaba hacia mi.
-Te ves muy bella Jessy, deberías arreglarte más seguido.- Le dije un cumplido y al mismo tiempo bromeaba con ella.
-Gracias Diego.- rió. -Tu igual luces muy bien.
-¿Estas lista?
-Por supuesto que lo estoy.
Entonces subimos al auto y nos dirigimos hacia el salón de eventos Campestre, uno de los mejores salones de eventos en Tamaulipas.
-Y bien Jessy ¿lista para la universidad?
-Aun no, no he estudiado mucho, y por lo que veo tú tampoco.- rió.
En ese momento recibí una notificación en mi celular.
Johan Ariel te ha enviado una solicitud de amistad.
Jessy aparecía como amiga en común, entonces pregunté.
-¿Quién es él?- Le mostré una foto del chico en mi celular.
-No tengo idea, recibí una solicitud antes, y lo acepté, parecía ser un amigo de mi infancia, pero no lo recuerdo muy bien.
-Qué extraño, como puedes recordar tu infancia, siendo honesto yo no recuerdo mucho de ese entonces.- Acepté de igual forma la solicitud.
-¿Como no recordarla? ...- continuamos hablando del tema por un momento.
Entonces llegamos al salón Campestre, estacioné el coche y salimos del auto, al entrar a la fiesta me sentía diferente, entraría como un chico joven, pero saldría como un adulto, ya no pertenecería más a la preparatoria.
-¿Diego estas bien? Te noto nervioso.
-Todo bien Jessy, solo tengo miedo.- reí.
-¿Miedo a que?
-Es extraño pero, aun no quiero convertirme en un adulto.- respondí lento.
-Tranquilo, aún falta tiempo para eso.- Jessy mintió. -Mientras tanto a disfrutar nuestra fiesta.- sonrió.
Al entrar a la fiesta ya nos esperaba Edgar, entonces caminamos hacia él.
-Hey Edgar.- Saludamos.
-Hola chicos. ¿Listos para ser mayores?- Preguntó Edgar emocionado. (Al parecer "CRECER" es el tema del día).
-Yo prefiero no preocuparme por eso.- Respondió Jessy.
-Sabes Jessy, tienes razón, no me preocuparé por lo que viene, el destino tendrá preparado lo mejor.
Entonces sonreí, mi noche se vuelve perfecta cuando sonrió, y nada podría arruinar mi noche, mi evento, mi fiesta de gradación.
Le comentamos a Edgar sobre el internado de Nuevo León y le agrada la idea, quizás estudie con nosotros, eso sería fantástico, pero también mencionó que antes de poder estudiar necesita arreglar algo que lo mantiene preocupado, "unos asuntos", así los describe él.
Un chico apareció ofreciendo bebidas en copas, Edgar y yo aceptamos de inmediato. Posterior a eso el celular de Edgar comenzó a sonar. Edgar miró la pantalla.
-Ohh una llamada chicos.- Edgar sonrió. -Ya vuelvo, debo responder.- En la pantalla del iPhone de Edgar observé que quien le llamaba era una chica llamada Frida, entonces Edgar se alejó un poco para contestar a esto.
-Jessy, deberías probar aunque sea un poco.- le mostré la copa de alcohol, ella hizo un gesto de inmediato.
-Yo paso, sabes que no me llama la atención las bebidas alcohólicas. Es más, lo probaría solo si alguien me obligará a hacerlo.- rió.
-Que dramática eres Jessy.
-Solo un poco.
Entonces Edgar apareció nuevamente, pero ahora un poco nervioso, al momento pensé que su actitud se debía por la llamada que había tenido.
-¿Han visto a Gastor?- preguntó preocupado. A ser verdad no lo había visto en la fiesta.
-De hecho no.- respondió Jessy.
-Tampoco yo, pareciese que no vino.- terminé.
-¿Como no venir a su fiesta de graduación?- cuestionó Edgar y para ser honesto, no parecía lógico.
-Tienes razón, suena tonto.- Jessy mostró burla.
-Chicos, quizás Gastor realmente está siendo amenazado por alguien, o tiene miedo por la golpiza que obtuvo el otro día.
Editado: 18.12.2018