Llegué a mi cuarto y me puse a pensar <¿Qué acabo de hacer?! ¿Le acabo de decir a Santiago que estoy enamorada de él?!> no podía creer lo que había hecho, caminaba de un lugar a otro muy nerviosa, hasta que tocaron mi puerta, era Sara me llamaba a cenar.
-¡hoy no quiero cenar Sara gracias!-exclamé desde adentro muy nerviosa-
-Andrea abre la puerta- habló detrás-
Rodé los ojos y rendida dije-ok ahora bajo.-
-Andrea abre la puerta- dijo con una voz amenazante, así que fui y le abrí- ya iba a bajar a cenar- sonreí nerviosa, sabía que estaba molesta-
-¿qué te pasa Andrea?- se cruzó de brazos- has estado prácticamente una semana así, mal, sin comer, sin salir, sin hablar con nadie e incluso con Camila que te quiere ayudar, ¿sigues mal lo de tu amiga y de tu novio?- suspiró antes de decir eso, bajando los brazos-
-a ver primero ya no es mi amiga y ya no hay novio- la miré- ese chisme se expandió todo por haber pasado esto justo delante de Francisco-
me miró mal-no, no es chisme, el encargado de ustedes, el psicólogo, está en la obligación de informar todo lo que pasa durante y fuera de su clase acerca de sus alumnos, él me informó de todo y de lo poco que habías avanzado lo has destruido, Andrea, ya te he dicho que todo está dentro de ti, no te sigas acabando la vida por personas que no te hacen bien, tienes que empezar a preocuparte por ti, y no lo estás haciendo, así que tienes que empezar a ir a tus clases, nosotros te vamos a ayudar pero también necesitamos de ti- me abrazó y juntas bajamos al comedor.
Dentro de todo ella tenía toda la razón.
Entré y fui a sentarme junto a Camila y a Santiago, a lado de ellos estaban Jon y Luisa, tomé posición de un lugar.
-hola chicos- sonreí, todos voltearon a verme respondiendo con una sonrisa y un hola, menos Santiago solo me miró por un segundo y volvió a quitar la mirada-
-hola Andrea, como sigues?-Camila sonrió y fue amable-
-bien ya mejor- sonreí- ¿y ustedes como han estado?
-yo igual, bueno un poco mal porque no me hablabas, pero-la interrumpí-
-siii siii lo sé perdooon- la cogí de las manos apretándolas- ¿me perdonas?
-ay Andrea, obvio que te perdono- sonrió junto conmigo-
En cuestión de segundos, llegó Sara, se paró al frente nuestro me miró y dijo.
-Andrea te buscan-miró rápidamente a todos y dijo- tu amiga
-si es Nadia juro que la mataré-me paré de la mesa muy rápido-
-no, no es ella, se llama Michel- trató de calmarme-
-Michel-susurré muy sorprendida y salí corriendo al patio a verla-
Llegué y la vi ahí, Michel, estaba parada con su típica ropa sencilla pero muy cool, tenía puesto una camiseta celeste grande doblada de los brazos y un pantalón blanco hasta la cintura acompañada de unos tenis blancos, su cabello rubio estaba atado, caminé hacia ella y grite su nombre de lejos.
-Michel! – caminé hacia ella-
-Andrea!- llegó hasta mí corriendo, y me abrazó muy fuerte- te extrañé tanto Andrea- susurró, se separó de mí sin soltar mis manos-
-y yo a ti Mich- la miré y sus ojos estaban llenos de lágrimas- no, no llores me vas hacer llorar a mí-sonreí-
-como me pides eso Andrea-sonrió limpiándose las lágrimas- me duele verte aquí.
-pero aquí estoy bien, aquí me ayudarán- fingí entusiasmo-
-a mí no me engañas, puedes mentirle a todo el mundo menos a mí y lo sabes, llevas 2 meses aquí y nada Andrea no me llegó la llamada de tu mamá diciendo que ya mejoraste-extrañaba sus llamadas de atención, amaba que ella me corrigiera en cada locura que se me ocurría-
-han pasado muchas cosas Mich, me han pasado-aclaré- lo intento de miles de formas, pero pareciera que cada vez que estoy a punto de ser feliz pasa algo y lo derrumba todo- agaché la mirada- Jack y Nadia- no terminé-
-están juntos- ella siguió- si lo sé
-¿cómo? ¿Lo sabías y no me dijiste nada?-alcé la mirada-
-como decírtelo si estabas aquí, tu mamá me pidió que no viniera a verte y tenía que pasar las vacaciones con mi papá, me enteré dos días antes de viajar, intenté venir a verte y cuando llamé a tu mamá le conté y me dijo que no venga a verte y mucho menos decirte algo, cuando me enteré también me dolió-sus ojos otra vez se cristalizaron-Nadia fue muy sínica al hacer eso y tu aquí mal, ayer regresé de viaje y lo primero que hice fue separar cita para venir a verte, aunque me duela hacer esto tuve que ver como estabas-dijo sincera podía notarlo, ella era muy seria, responsable en todo, amable muy amable con todos y muy bien educada.
-mal, estoy mal Michel, y más ahora que me entero que prácticamente todos sabían de Jack y Nadia y nadie me dijo nada, y si estoy aquí muriéndome por dentro con una traición horrible que no hay explicación-respondí con una pizca de cólera aguantada-
-sí, sé que estás mal, perdón por no venir antes-dijo suplicante- pero mira aunque tarde casi las 8 de la noche estoy aquí-me miró graciosa-
-pudiste habérmelo dicho y no enterarme de la peor manera- reclamé a lo que ella contratacó-
-no pude! No pude Andrea!- respondió-
-no quisiste decírmelo! Claro que pudiste eres mi mejor amiga, no te imaginas lo terrible que me he sentido- me señalé tratando que entienda mi dolor-
-no Andrea-suspiró-yo también pasé unas pésimas vacaciones al saber que mi grupo de amigas se iba a desmoronar, también me dolió lo que te hizo Nadia, y perder una amiga también me dolió, pero sabía que esto tarde o temprano iba a pasar, me armé de valor y fui a decirle a Nadia lo que pensaba acerca de lo que hizo y cuando me enteré que tú ya lo sabías vine corriendo a verte y sabía lo pésimo que deberías estar afrontando esto.- se calmó- Andrea ahora solo somos dos y yo nunca, nunca te voy a traicionar ni a desilusionar, al contrario te ayudaré en tu rehabilitación ahora que ya estoy aquí vendré a verte más seguido porque yo sí te quiero, eres como mi hermana y jamás olvidaré cuando me apoyaste en todo momento cuando mis papás se separaron, ¿porque no lo haría yo ahora contigo? Hay muchas razones para hacerlo-exclamó claro y preciso-