Mis ojos se abren al mirar a Jasper frente a mi luego de cinco meses. Mis piernas se sienten débiles mientras lo observa y como una sonrisa se extiende por su rostro al mirarme. Estoy paralizada y él lo sabe, él sabe que causa gran impacto en mí y el que no me mueva de mi lugar y que las palabras no lleguen a mis labios deben comprobárselo. Trato de llenar mis pulmones de aire, pero me siento bastante extrañada que no puedo hacerlo de manera correcta. Es como si todo sonido a mi alrededor desapareciera y solo puedo concentrarme en él.
Entonces me doy cuenta de algo que quería ignorar, pero que ya no puedo hacerlo. Lo extrañé, extrañé ver a Jasper y eso me asusta bastante. No quiero necesitar de otra persona, pero extrañé mirar ese bello rostro que me observa con dulzura, extrañé oírlo hablar, brindarme chocolates. Extrañé que sus abrazos me hagan sentir segura a pesar de que solo probar esa sensación dos veces, pero es la realidad.
Trago lentamente y respiro profundo mientras lamo mis labios nerviosos. Él se acerca a mí con temor, y de solo recordar el picor de sus labios contra los míos, mi respiración se altera y mis manos sudan de manera nerviosa.
—Jasper—mi voz sale como un murmullo temeroso que se pierde de manera rápida en el aire. Todo lo que puedo hacer en este momento es solo mirarlo, tratando de asimilar que él volvió y que no es una ilusión.
—Allen—una lenta sonrisa se extiende por mi rostro al ver la suya aparecer. Nos quedamos en silencio solo observándonos.
—¡Estoy feliz de que hayas aceptado Allen!—salto un poco en mi lugar y abro los ojos con sorpresa, había olvidado que Eva estaba presente. Ella nos mira con una sonrisa que podría asustar a quien sea, rasco mi nuca de manera nerviosa.
—Bueno, creo que yo también—ella me abraza tomándome por sorpresa.
—Los dejo, al parecer deben hablar—ella sale y miro a Jasper quien se acerca hasta estar frente a mí.
—No sabía que habías vuelto—es todo lo que puedo decir mientras juego con mis manos de manera nerviosa, él se ríe un poco.
—Simplemente no pude resistir más—lo miro curioso de sus palabras.
—Resistir qué?—cuestiono interesada en lo que dirá, lamo mis labios y sus ojos parecen oscurecerse.
—No verte, no escucharte… extrañarte—un jadeo de sorpresa se escapa de mis labios sin creer que él realmente esté diciendo eso.
—Estás loco—hablo atropelladamente porque no puedo pensar con claridad con lo que ha dicho.
—Cinco meses, el primero casi volviendo porque extrañaba ver esos fascinantes ojos verdes los cuales carecen de vida, pero creo que yo le devolveré esa vida robada.
>> Segundo mes rogando escuchar tu dulce voz, esa suave y dulce que posees porque he decidido que es una voz que me encanta escuchar y quiero seguir escuchando tanto como pueda y me lo permitas Allen. Tercer mes, extrañando tu aroma, ese que siempre despliegas al pasar a mi lado, al estar cerca de mí, ese aroma que enloquece mi razón porque entonces es solo tu aroma que deseo oler a cada segundo del día.
>> Cuarto mes, Allen, rogando volver a sentir tu boca contra mis labios, queriendo probar nuevamente, aunque sea un segundo el sabor más adictivo que he probado, tus labios. Soñando abrazarte, mientras tu aroma inunda mis fosas nasales y tu voz se pierde en el beso más significativo que he dado en mi vida, queriendo que esos ojos tuyos tan hermosos luzcan tan sorprendido que por un momento no puedan hacer nada más que solo mirarme, porque quiero ser egoísta y que sus ojos solo me miren a mí, quiero que tus besos solo me pertenezcan. Quiero todo de ti.
>> Quinto mes, extrañando lo hermosa que te vez al sonreír de esa manera que alborota todo de mí. Te extrañé tanto Allen. Allen Davis, en estos meses solo me di cuenta de algo; Quiero todo de ti.
Nadie me preparó para esto y mucho menos me dio un guion de como continuar la conversación, pero Jasper solo habló y me dejó literalmente muda. Muerdo mis labios y sé que mis mejillas deben estar bastantes sonrojadas porque las siento calientes. No sé qué decir, el literalmente me ha dejado sin palabras.
—Jasper, yo...
—No me importa Benjamín, ya no Allen—me mira y sus manos hacen contacto con mis mejillas. Su tacto me sobresalta porque se siente bien su piel rozando la mía. No siento miedo, no tengo ganas de huir, solo deseo permanecer así un momento más—solo deseo conquistarte porque te amo y estos meses solo han servido para que te extrañe de una manera que se podría considerar obsesiva—él me sonríe—te amo Allen Davis. Sé que aún no estás preparada para amarme, pero lo voy a hacer, voy a conquistar ese hermoso corazón que tienes, voy a enloquecerte tanto como estoy enloquecido por ti—sus manos se mueven con ternura en mis mejillas.
—Yo también te extrañé Jasper—confieso siendo sincera—te extrañé mucho—no sé qué me pasa, pero rodeo con mis manos su cuerpo sin creerme que el verdaderamente este frente a mí. Sus manos me aprietan con tanta fuerza que me sorprende. Su aroma me tranquiliza y al mismo tiempo enloquece mi corazón que palpita tan rápido que temo él lo escuche.
Nunca he sentido esta necesidad de tener a una persona cerca de mí, creo que estoy soñando. Los brazos de Jasper se sienten perfectos a mi alrededor, se sienten correctos y eso me hace temer. Tengo miedo, bastante, porque cuando creí que podía amar mi vida solo se volvió un calvario. No quiero eso nuevamente, no quiero creer en una falsa felicidad, quiero creer en la realidad, aunque esta sea dolorosa.
Mi cabeza está enterrada en su pecho y me doy cuenta de que Jasper es bastante alto, mucho más que yo. Sus manos no pasan más allá de mi espalda alta y es algo que agradezco y que por alguna razón me hace sonreír porque él siempre me va a parecer tan correcto que me hace eso; sonreír. Alejo mi rostro de su cómodo pecho para mirar su rostro. Esos ojos tan increíbles que me maravillaron e intimidaron al principio. Con esos que estos meses he soñado extrañándolos.
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Editado: 09.12.2024