Luhan no podía sacarse la ridícula sonrisa de la cara cuando bajó las escaleras, Sehun estaba justo detrás de él. Se sentía como un tonto. También se sentía feliz y vivo por primera vez en mucho tiempo, algo que lo sorprendió. No podía recordar haber sido tan optimista sobre el futuro en años. Y sabía que se lo debía todo al hombre tras él.
La sola idea del poder que tenía Sehun en su vida asustaba a Luhan. Estaba preocupándose cada menos porque Sehun lo dejara con cada momento que pasaba, pero su miedo no lo abandonaba por completo. Siempre estaba la posibilidad.
Todavía no sabían suficiente el uno del otro para saber realmente si eran adecuados el uno para el otro. Todo lo que realmente tenían era una intensa atracción el uno por el otro y muchos recuerdos. Y esos recuerdos eran de hacía diez años.
No era una buena base para construir una relación. De hecho, apestaba bastante. Si Luhan hubiera estado dando consejo a uno de sus amigos, les hubiera dicho que huyeran y se olvidaran de la relación. Estaba condenada. Era pésimo siguiendo sus propios consejos.
—Bueno, —dijo Himchan cuando entraron en la cocina—ya era hora.
Luhan solo le alzó una ceja a Himchan. Caminó hacia la cafetera y se sirvió una taza, añadiendo azúcar y crema. Podía escuchar a Sehun reñir por lo bajo detrás de él. ¡Tonto! Pensó mientras le daba un sorbo a su café. Gruñó y cerró sus ojos mientras el caliente líquido con cafeína le quemaba.
—Deja eso o voy a arrastrar tu culo arriba de nuevo por esas escaleras, y entonces nunca acabaremos nada.
Luhan abrió los ojos para encontrar a Sehun mirándolo, una tensa mirada en sus ojos. Luhan solo sonrió y le dio un sorbo a su café. Era bueno saber que podía excitar a Sehun tan fácilmente. Podría divertirse con eso, y tenía intención de hacerlo, empezando ahora.
Luhan se giró y se inclinó sobre la encimera, colocando sus codos en la barra de desayuno mientras miraba a Himchan y Jongup sentados en el pequeño rincón de la mesa. Luhan sacó su culo a propósito, golpeando la cadera de Sehun.
—Entonces, ¿qué tenemos hoy en la agenda? —preguntó Luhan inocentemente. Escuchó un pequeño gruñido y sintió una mano acariciando su culo. Escondió su sonrisa detrás de su taza de café, dando otro sorbo.
—Bueno, voy a llevar a Jongup al trabajo conmigo por un tiempo. Tengo algunos archivos que necesito revisar antes de ir a mi casa, —dijo Himchan—. Sé que he escuchado el nombre de Jaehyo Ahn antes, y necesito hacer unas comprobaciones.
Luhan sintió que se sonrojaba un poco cuando su jefe lo miró a él y a Sehun. —Si pueden separarse el uno del otro, me gustaría que descubrieran de donde procede la carta.
Luhan no pudo evitarlo, no podía. —¿Celoso?
—Sí, —dijo mientras miraba a Jongup.
Oh, bien. Luhan se sintió mal por la desesperada y hambrienta mirada en el rostro de Himchan cuando el hombre miró a Jongup. Sabía que Himchan sentía algo por Jongup. Pero Luhan no se había dado cuenta de cuanto. Se preguntó si Jongup sentía lo mismo. El rostro de Jongup decía sí, lo que hizo que Luhan se preguntara que mantenía separados a los dos hombres. Luhan pensó que necesitaría hablar con Baekhyun.
—Luhan, sabes que yo...
Luhan alzó su mano, deteniendo a Himchan. —Lo sé, Jefe, calla.
Himchan asintió, decididamente incómodo. Luhan sabía que estaba preocupado por que dijera algo de sus preferencias sexuales. Si se veía involucrado con Jongup, Luhan se preguntó como iba a mantenerlo en secreto. Esa sería la razón por la que no hacía un movimiento hacia Jongup.
Luhan había pensado en eso y como podría ayudar. Si alguien se necesitaba más que Himchan y Jongup, Luhan no los conocía. Himchan y Jongup parecían hechos el uno para el otro, quizá tanto como Luhan y Sehun.
—Bueno, supongo que será mejor hacerlo, entonces.
—Dijo Sehun mientras extendía su mano hacia la taza de Luhan. Luhan se la pasó, lamentando la pérdida de su café, y vio como Sehun lavaba las dos tazas y las colocaba en el armario.
Luhan se levantó. —Tienes mi móvil, Jefe, si me necesitas.
Himchan asintió.
Luhan cambió su atención a Jongup. —Jongup, ¿necesitas algo antes de que nos vayamos?
Jongup enrojeció, sacudiendo la cabeza. —Estoy bien. Luhan sonrió. Sí, estaba bastante seguro de que si Himchan tenía algo que hacer, Jongup estaría bien. —Bien, si necesitas algo, llamas, ¿está bien? Y no olviden cerrar la puerta cuando se vayan.
Jongup asintió. Luhan se mordió su labio para evitar reír cuando vio a Jongup mirando a Himchan bajo sus pestañas. Sip, Jongup iba a estar bien.
—Vamos, hermoso, —dijo Luhan mientras salía de la cocina, palmeando a Sehun en el culo mientras hablaba—. Vamos a resolver algún crimen.
Luhan agarró su maletín y su chaqueta de la sala y se dirigió a la puerta. Mientras salía y bajaba por el pasillo hacia las escaleras, escuchó a Sehun cerrar la puerta, luego lo siguió. En unos minutos, estaban en la carretera yendo hacia el laboratorio forense del departamento de la policía.
—Entonces, ¿alguna idea?
Luhan se giró para mirar a Sehun, encogiéndose de hombros.