Promesa de niños

Capítulo: 11

Naomi

Sé que cometí un error en el momento justo en que la vi a ella besando a Gael y este no se alejó, con paso rápido camino hacia la casa sintiéndome algo mareada por todo el vino que he tomado, lo necesitaba para mantenerme en calma, pero me hizo cometer las mayores de las tonterías, Gael es mi cuñado y no solo eso, va a casarse con otra, el mismo lo dejó claro mirando mis ojos y duele, duele mucho más que esa promesa que nunca me cumplieron, pero en esta vida he pasado por cosas peores y no pienso llorar por esto, debo ser fuerte, fingir que no me importa y seguir adelante. Al entrar en la habitación veo a Thomas aquí, pero no he visto a mis niños, cosa que me preocupa. 

—¿Y los gemelos? —él me mira alzando una ceja

—Con mis padres

—Thomas estuve todo el día sin ellos y necesito verlos —comento cuando se acerca a mí —les he echado mucho de menos

—Hueles a alcohol —resopla cerca de mí

—Necesitaba estar tranquila

—No puedes tomar Naomi —masculla con rabia —estamos intentando tener otro hijo —me quedo largos segundos mirando sus ojos hasta que comienzo a reír, estoy tan cansada que no me importa lo que haga o diga luego

—No quiero más hijos contigo Thomas —él me toma del brazo con fuera

—Lo tendrás, ya hasta podrías estar embarazada, inconsciente y

—Me suicidaría —espeto mirando sus ojos —si quedara embarazada de ti otra vez me quitaría la vida Thomas —él me suelta con desprecio haciendo que deba retroceder, quedo con la espalda pegada a la puerta mirando que está enojado

—Yo te amo

—Si —sonrío cuando me mira —me lo demuestras con cada golpe, cada palabra hiriente y cada amenaza, ya no más Thomas —soy yo quien esta vez se acerca a él —no quiero que vuelvas a tocarme y no solo me refiero a los golpes, vuelves a hacerlo y te juro que iré a la policía, irás a la cárcel —Thomas sonríe

—Tu también Naomi, tienes secretos, ¿lo olvidas? Mataste a alguien en el pasado y tengo pruebas de eso

—Era un abusador como tú

—Pero lo mataste, te ayudé a salir de eso, pero tengo muchas pruebas, te enviaría si hablas a la cárcel y entonces tus hijos quedarían solos, con un padre maltratador y una madre asesina, ¿te imaginas su futuro? —él ríe como si le causara mucha gracia

—Prefiero la cárcel a que vuelvas a tocarme —su risa se detiene —y también perderías, tus padres te odiarían y tu papá no creo que resista un golpe como ese Thomas, perderías mucho —él me da la espalda y camina hacia el balcón, espero que tema a lo que digo porque no quiero que siga haciéndome daño, me cansé de eso y no dudaré ya en hablar si vuelve a hacerlo aunque pierda lo que más amo en este mundo, a mis hijos.

—Pero debemos seguir fingiendo que somos un matrimonio bonito —sonrío sintiéndome feliz de haber conseguido una pequeña victoria —y que todos piensen que seguimos queriendo más hijos —Thomas me mira

—Fuera de esa puerta seré la mejor esposa del mundo —él asiente

—Naomi —suspira —de verdad te amo, pero sí, he fallado demostrando eso, los celos me ganan y el hecho de que me pidieras el divorcio al vernos me volvió loco

—No nos vamos a divorciar Thomas —afirmo con seriedad —al menos no legalmente

—¿Viste quién llegó? —él señala hacia fuera —la novia de Gael

—Es muy bonita —digo, pero ni siquiera me fijé en ella

—Él es muy feliz con ella —Thomas sonríe —y ahora vivirán aquí también —me tenso por completo —Gael no se irá porque papá está enfermo —aprieto mis dientes y solo asiento, camino hacia la puerta y abro esta, Thomas no me detiene y salgo de la habitación, no sé por qué aceptó mis condiciones, quizás de verdad tiene miedo a que su familia sepa el animal que es, pero lo importante es que lo conseguí.

Al llegar a la cocina me sirvo un poco de agua y bebo casi todo el contenido del vaso, cierro mis ojos pensando en lo que pasó con Gael y aún me parece tan irreal, como un sueño muy bonito y lejano del que ya he despertado.

—¿Podemos hablar? —su voz me hace abrir los ojos y me giro

—¿No deberías estar con tu prometida?

—Sí, pero antes necesitaba hablar contigo —asiento mirando sus ojos mientras intento no derrumbarme —no nos cuidamos cuando estuvimos juntos y eso me tiene preocupado —de todo lo que pensé que diría eso jamás lo imaginé, ¿de verdad solo quería hablar por ello? ¿Porque tiene miedo de haber cometido otro error conmigo al no cuidarnos? 

—No te preocupes, no hay por qué temer.

—Mi hermano dijo que quería tener más hijos —comenta sin ninguna emoción en su voz —que tú y él lo intentaban y bueno

—Tomo la píldora —sus ojos se abren como platos —a escondidas, es un secreto

—¿Tomas la píldora? —asiento —¿a escondidas de Thomas? —vuelvo a asentir —por qué? Son un matrimonio y eso

—¿Crees que soy feliz Gael? —sonrío mirando sus ojos sin poder aún creer que piense eso —¿de verdad piensas que lo soy? —me acerco a él —me acosté contigo —él me mira con culpa —y tomo la píldora a escondidas de Thomas porque no quiero más hijos —mis ojos se llenan de lágrimas —es que no quería ninguno, cometí un error y

—¿Somos un error? —volteo rápido cuando lo escucho, Owen está junto a su hermana frente a mí y están tristes, ¡maldición!

—Laia —digo, pero ambos se giran y salen por la puerta por la que han entrado —Owen —ninguno se detiene y ahora sí siento que he hecho todo mal

—Lo siento —miro a Gael

—Aléjate de mi Gael —pido dejando salir mis lágrimas —siempre que nos vemos hacemos algo mal, permanece lejos, por favor —agrego para luego ir tras mis hijos.



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En el texto hay: pasado, niños, amor

Editado: 01.11.2024

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