—Bien hecho Margo - el hombre acarició la melena de su enorme perro.
Charlie Bruno y yo nos quedamos petrificados, en estado de shock - Bien ,ahora guíame hasta la puerta querida - Por un momento pensé que sus palabras iban dirigidas a mí ya que estaba observandome pero luego sacó del bolsillo unos oscuros lentes, un palo cortó que se hizo bastón cuando lo estiro y...
—Es ciego - gesticuló Charlie.
Bruno empezó a agitar su mano hacia el hombre pero este ni se inmutó
—Buena chica - dijo cuando el perro abrió la puerta para él. Enseguida las luces se apagaron y la oscuridad nos envolvió otra vez.
—Ufff - me quité el sudor de la frente- ¡estamos a salvo! - chillé.
—¡Estamos vivos!- murmuró Bruno tocándose el rostro pálido del susto.
—Bien...
—Me alegro que nos hayas encontrado, muéstranos tu tarjeta por favor - se escuchó desde adentro.
Enseguida pegamos la cara a la ventana y observamos a un hombre de unos treinta años mas o menos , musculoso y vestido en un traje negro que daba miedo.
—Ese debe ser su líder o como le llamen - susurré. Los chicos asintieron llegando a la misma conclusión.
—Oh, esta enganchado al cuello de Margo, déjame que lo quite, esta entrenada para atacar a desconocidos.
—Bien, hazlo rápido, no tenemos mucho tiempo.
—Aquí - le dió su tarjeta negra con letras plateadas...muy femeninas para ser una especie de mafia.
¡Já!
—Bien, atención- gritó su líder - vamos a darle la bienvenida al miembro número cuarenta y cinco del "Club venomous Snake"
—Creo que ya desciframos el código- sonrió Bruno.
—...y a partir de ahora no te dirigirás a tu jefe como Thomas Till...
"lo sabía"
—... solo le dirás "maestro" - continuó hablando el líder - su nombre no debe ser nombrado, tendremos que matarte si planeas dárselo a las autoridades, nunca lo desobedezcas , siempre cumple las misiones que se te asignan - observó a los demás que parecían estar burlándose de aquel tipo - nuestro nuevo miembro esta aquí por sus habilidades, no se dejen llevar por su discapacidad, cada uno de ustedes tiene una habilidad muy importante que le será útil a nuestro jefe para la gran batalla, hoy le damos la bienvenida a nuestro nuevo integrante , esta semana se les asignará a cada uno de ustedes una misión, los mantendremos en contactos - siseó - por ahora terminó la reunión, la próxima vez será dentro de dos semanas, ya le diremos donde se realizara ¿08? - llamó
—¿Sí? - se acerco un chico cuya cara no pudimos ver porque estaba de espaldas.
—A partir de ahora tú te encargaras de la chica, la necesitamos viva para volver a renegociar con sus padres, pero eso es asunto de el maestro , la quiere viva - volvió a repetir- ¿de acuerdo?
—Así será - asintió el chico.
—Bien, mañana te mando sus datos...- dejé de escuchar y me volví hacia Charlie preocupada, estaba casi segura de que yo era esa chica.
—Vamos - Charlie agarró mi mano y le hizo señas a Bruno para que bajara primero
Bruno quiso ayudarme a bajar y subió un poco mi blusa,un accidente, supongo, me arreglé rápidamente y me volví para ver a ambos observándome con una mezcla de sorpresa, curiosidad y tal vez...¿ira?
—Sofía - dijo Charlie - ¿donde te hiciste eso?- señaló mi estómago...
¡Mierda!
—No lo recuerdo, vamos- prácticamente corrí a la salida ignorando su pregunta.
—Hablaremos mas tarde- murmuró-
" estoy perdida"- pensé
Llegamos al departamento en silencio, eran las tres y media de la madrugada. Fui hasta la habitación y me tiré en la cama fingiendo dormir para que Charlie no pudiers preguntarme nada cuando volviera.
Cerré mis ojos y poco tiempo después caí dormida de verdad.
—¡¿Vas a decirme que era eso?! - gritó Bruno haciendo que abriera los ojos de golpe - espero que no hayas sido tú porque...
—Baja la voz - lo cortó Charlie.
Ambos mantenían una acalorada discusión en el comedor, salí de la cama y abrí un poco la puerta para observarlos y sí, ambos parecían muy enojados. - Claro que yo no le hice eso - replicó ofendido Charlie.
—Bien, entonces dime como se hizo aquello, parecen como puñaladas...
—No lo sé, nunca había visto esa cicatriz- hablaban de mí, ahora lo tenía claro. - ella siempre me cuenta todo - confesó - no entiendo porqué no me habló sobre eso - murmuró triste y decepcionado.
Tenía ganas de abrazarlo y decirle que no se pusiera mal por aquello...
—Entonces tendremos que preguntárselo cuando despierte...
Okay ahora tenía ganas de correr.
—Se lo preguntaré, sospecho que hay muchas cosas que todavía no me ha contado
—¿Como qué? - Bruno se acercó curioso.
—Como lo que dijo el idiota de Hunter, no tiene sentido.
—Sí, también noté eso, no se quien era ese tipo pero se que cuando apareció ella se puso toda pálida y comenzó a temblar, como si tuviera pánico o algo así, ¿Hunter era su novio, verdad?
—Sí - bufó - fueron novios un tiempo, a mí nunca me cayó bien el tipo pero Sofía lo amaba - era verdad, recordé nostálgica - Pero luego él empezó a quejarse por todo, que su falda era muy corta, que sus jeans muy ajustados, que aquel tipo que la miraba - siseó molesto - no la dejaba salir con nadie, siquiera conmigo, entonces ella no lo pudo soportar y lo dejó.
—Vaya, el tipo era un loco.
—Y eso no es todo - continuó Charlie - el día que ella lo dejó fui a su casa y estaba llorando, al principio creí que era porque todavía lo amaba y me sentí mal por aconsejarla diciéndole que terminaran...pero luego me mostró lo que le hizo -gruñó - el imbécil la había golpeado.
—¿Que?- Bruno miró a Charlie atónito - imagino que tuvo su merecido.
—Claro que lo tuvo - sonrió Charlie - Sofía me hizo prometerle que no lo golpeara pero cuando lo vi no pude cumplir su promesa, después de eso le advertí que no se acercara mas a ella pero la seguía hasta la casa para molestar, hasta que un día desapareció así como si nada.