Encontrando valor..

Entre a mi casa, y comenzaron a llegar muchos mensajes, todos eran de Niam, mi novio.

Todos eran preguntando en donde estaba y porque no le contestaba el teléfono. En total eran 87 mensajes y 38 llamadas perdidas.

Siempre era lo misma, se desesperaba si no le contestaba enseguida y siempre terminábamos en grandes discusiones, no me gusta estar con él, pero es bueno para mí, o eso dicen todos.

Fui directo a mi cama, todo daba vueltas, así que me quede dormida en cuestión de segundos, me había propuesto contestarle los mensajes a Niam mañana e inventarle una historia para evitar más discusiones.

Era temprano por la mañana y alguien tocaba el timbre, era molesto no quería levantarme de mi cama y tenía un dolor de cabeza insoportable.

Me dirigí abrir la puerta y antes de poder decir algo Niam entro entre reclamos, ni siquiera ponía atención a todo lo que me decía, en lo único que podía concentrarme era en el intenso dolor de cabeza y que solo quería regresar a mi cama, recostarme y seguir durmiendo.

No vas a decir nada?- Pregunto Niam

No tengo ganas de discutir ahora, son las..no sé qué horas son pero. Qué haces aquí?-Estaba irritada y lo último que quería era comenzar una discusión con él

Solo eso vas a decir? No contestaste tu celular en toda la noche, con quien estabas? Lo sabía eres una p** -Era muy común que cuando se molestara comenzara insultarme, sé que no estaba bien pero ya me había acostumbrado a esto.

Oye quien te crees para hablarle así?- Escuche una voz femenina que provenía de la puerta.

Y tú quién eres?- Se dirigido Niam hacia Noha que entraba por la puerta con una bolsa en la mano.

Soy amiga de la chica que está alado mío y no voy a permitir que le hables así entiendes?- Contestó furiosa Noha

Como sea, ahora veo por qué no contestabas el celular, con qué tipo de gente te estás involucrado Leila, estás mal! -Dijo furioso mientras se iba cerrando la puerta fuertemente tras de él.

-Perdón por meterme pero no podía seguir escuchando y no hacer nada- Dijo Noha dirigiéndose hacia mí.

-Está bien no pasa nada, pero me sorprende verte aquí- conteste.

Pues supuse que estarías con una gran resaca, así que te traje algo especialmente para eso, te sentirás mucho mejor en cuanto lo pruebes- Estaba sorprendida por el detalle, más cuando pensé que no volvería a verla.

Muchas gracias, en verdad que lo necesitaba- Conteste, realmente estaba agradecida y sorprendida, hace mucho no recibía un gesto así.

Nos sentamos a desayunar en silencio, no era incómodo más bien era tranquilo.

Y quien era el?- me preguntó interrumpiendo el silencio

Mi novio- conteste en voz baja, si bien es cierto no es que me gustara que lo fuera, prácticamente estaba con él porque mi mamá me presionaba y mis amigos en general.

-Y cómo puede tratarte así? Eso no está bien, lo sabes verdad?

-Sé que no está bien, pero supongo que la costumbre hizo que dejara de importar- conteste con una sonrisa fingida.

-Necesitas ayuda? Puedes contar conmigo créeme- me sentí un poco confundía con lo que me acaba de decir, si bien es cierto que mi relación no era normal, nunca lo miré desde el punto de vista en el cual necesitaría ayuda o algo por el estilo.

Iba a responder a su pregunta pero me interrumpió cuando empezó a contar algo.

-Comenzaba mi primer año de universidad cuando conocí a Renne, era muy lindo y tierno al principio, pensé que era el hombre de mi vida y todos al mi alrededor pensaban lo mismo, pero todo fue empeorando, no le gustaba que usara faldas o cosas por el estilo, comenzó a prohibirme amistades y solo pensaba que lo hacía porque se preocupaba por mí y era su manera de demostrarme su afecto, pero no pararon ahí, comenzaron los insultos, siempre me hacía sentir como la mala, siempre yo era la de la culpa, sentía que ya no podía estar más con él y cuando se lo menciones a unos de mis amigos más cercanos me convenció que estaba exagerando, que Renne era un buen tipo y que me quería demasiado, que no debería desaprovechar la oportunidad tan grande que me estaba dando la vida y me convenció, deje de lado mis sentimientos y me deje llevar por lo que el resto decía, cada vez mi voz interior se iba apagando y sentía como si mi vida era manejada por él a su gusto, pero un día todo empero pasó de lo verbal a lo físico, en una escena de celos, estaba demasiado furioso me golpeo, no se detuvo y eso que no me defendí, mi ego estaba tan pisoteado que creí que me lo merecía hasta que conocí a Jey, me abrió los ojos, me demostró lo mucho que valía y con su apoyo pude salir de ese infierno, ahora es una de mis mejores amigas y le agradezco infinitamente por haber estado para mí en ese momento- Estaba sorprendida por lo que me contaba, de cierta manera me sentía identificada, no quería estar con Niam pero todos al mi alrededor me decían que estaba loca si lo dejaba, era de buena familia y me trataba bien a su manera, pero los insultos y la manera en la que me hacía sentir, tan miserable dolían, me sentí tan identificada que comencé a llorar , las lágrimas no paraban, Noha se acercó y me dio un fuerte abrazo haciendo que mi llanto aumente.

- Perdón, no sé porque me puse así- Le dije mientras secaba mis lágrimas.

-Yo si lo sé- me contestó con una sonrisa que me tranquilizaba- Tal vez no lo quieras aceptar ahora, pero no estás viviendo un buen momento y eres la única que puedes parar esto.

Sentí tanta confianza en ella que comencé a contarle mi historia, mi papá había fallecido hace 2 años, mi mamá y yo la habíamos pasado muy mal, un año después de la muerte de papá conocí a Niam, era muy lindo con nosotras, se llevaba muy bien con mamá, y de cierta manera tomo el papel masculino en casa, cuando me mude para empezar la universidad él también lo hizo para acompañarme y protegerme, mi mamá lo adora y piensa que es el mejor por eso cuando intente decirle que ya no quería estar con él se puso como loca, me dijo que estaba exagerando y que él era perfecto para mí, por su puesto ella no sabe nada de los insultos pues no sé cómo se lo tomaría, no quiero preocuparla más ya que estando lejos siempre se preocupa por mí, siempre esta opinando sobre mi vida y si algo no le parece le comenta a mamá para que ella lo apoye y los dos se ponen en contra de mí, así fue con mi carrera, termine estudiando lo que mamá y el querían y de mis amigos ni hablar lo adoran.