— Mama yo…
— ¿Tú que, hijo?
— Yo solo estaba ayudando a Isha. (Riaz me mira para pedir ayuda, yo no sé si sacarle de su miseria o no. Decido ayudarlo ya que quiero acabar con este drama.)
— Riaz me estaba ayudando para poner la corbata, porque no quería que estuviera por mucho tiempo de puntillas. (Soni sonríe burlándose de la situación y veo que ha estado grabándonos, Ram está sonriéndonos con adoración y María está un poco estresada, pero tiene una pequeña sonrisa en sus labios que no se me escapa.)
— No tenemos mucho tiempo porque la fiesta es a las siete y mirar a estos, jugando a romeo y Julieta en vez de prepararse.
— Yo… voy a ir con la estilista, tarde un poco porque Riaz me dijo de ponerle la corbata. (me escapo del salón y voy a la habitación donde la estilista me está esperando.)
— Vaya que tardo en prepararse. (dice la estilista bromeando.)
— Lo siento, me surgió algo.
— No pasa nada, póngase rápido, aquí voy a hacerte las uñas y luego haré tu pelo. (Yo asiento y me siento delante de ella y le dejo hacer lo que tiene que hacer.)
(…)
(Después de dos horas ya estoy totalmente lista, mi pelo ondulado y con pinzas, mis uñas de color negro y brillos, ya está. Por fin, eso fue una forma de tortura, me regañó cada vez que me movía, no muevas tu cuello, no muevas tus manos. Dios, yo sé cómo me aguante, casi iba a pegarle un puño cuando me jalo el pelo, por haberme movido. Pero luego mi pidió perdón y dijo que no fue a propósito, me pidió perdón por el resto de lo que duró en hacer mi peinado, la chica es simpática, pero no voy a hacer esto más.)
— ¡Wow! Isha te ves muy guapa, te ves bellísima. Dios tengo una cuñada perfecta, no podía haber pedido otra cosa.
— Gracias, Sonia, pero yo creo tú eres la que va a robar alientos.
— Oh, por favor, no, eso no va a pasar.
— No miento, estás muy bella.
— Justo como tu nombre Soni eres muy Soni. (Soni = guapa)
— Vale, vamos que todos están esperando. (Soni me coge de brazo y yo intento no tensarme. Llegamos a la escalera y vemos a todos allí.) — Aquí estamos familia.
(Escuchando la voz de Soni todos miran hacia nosotras, yo y Soni bajamos las escaleras con cuidado.)
— Hermano, por favor, ya sabemos que es tuya, no hace falta mirarla así, pareces embobado. Sabemos que es muy guapa, pero cierra la boca que te van a entrar moscas. (Yo miro a Riaz y veo que sí que me está mirando, pero él ignora a su hermana totalmente, mientras que los otros empiezan a reír ante el comentario de Sonia.)
— Exactamente, es mía y es muy guapa, pues por eso puedo mirarla cuánto quiero y cuando quiero, y más si con este vestido se ve como una diosa. (Dice la última parte mirándome a mí.)
— Te ves muy guapa hija, que dios siempre te bendiga. (RAM me dice con una sonrisa cálida.)
— Gracias papa.
— Te ves como una princesa, mi hija es la más guapa de todas. Ven aquí, dame un abrazo. (María abre sus brazos y yo voy y la abrazo, ella me hace recordar a mi madre.)
— Awww. ( dice Sonia con una sonrisa)
— Yo también. ( escucho decir a Riaz antes de sentir su calidez, Riaz abraza a su madre, pero también abrazándome a mí que estoy en medio.)
— Yo también quiero. ( Sonia se une en el abrazo haciendo que Riaz se acerque más a mí, siento su aliento al lado de mi oreja. Yo giré mi cara y veo su cara que está muy cerca de la mía, Riaz también se gira para verme. Los dos nos sonreímos y escuchamos un Click. Todos nos giramos para ver a Ram, con su móvil en la mano y una sonrisa en los labios.)
— Esta foto la voy a colgar en la casa. Ha salido perfecta.
— Vale ya suficiente, tenemos que salir ya o llegaremos tarde. Vamos. Yo, Ram y Soni iremos en coche. Riaz tú e Isha vendréis en el tuyo, ¿vale?
— Vale mamá. (Riaz saca las llaves de su bolsillo con la mano derecha y su mano izquierda coge la mía, empezamos a caminar hacia su coche.)
(Riaz me abre la puerta y yo me siento dentro, luego Riaz se sienta y lo primero que hace es abrir las ventanas, yo le miro y él me mira con una sonrisa, él vuelve a ver en frente y enciende el coche. Él saca el coche del garage y conduce en la autopista, siento la mano de Riaz, en la mía, aun mirando en frente, él coge mi mano con fuerza. Me sorprendo un poco ante su acción, pero luego recuerdo que él hizo lo mismo antes, cuando tuve un ataque de pánico. Él está preocupado por mí, y está intentando que yo me sienta cómoda en el coche. Aunque no me gusta que la gente me toque mucho, pero con Riaz es diferente, me gusta cuando tenemos contacto físico, es como que su calidez no me irrita o me pone incómoda, sino que me relaja.)
— ¿Cómo lo estás llevando? (Pregunta Riaz de repente.) — Lo de dentro no fue mucho para ti, ¿verdad? (Riaz inconscientemente acaricia mi mano con su pulgar, no sé si él lo sabe o no, pero ese movimiento me relaja mucho.)
— Voy bien, lo de antes no era mucho para mí, y más si una parte lo empecé yo. Es solo que me pongo incómoda cuando se hace de repente, así que prefiero que en sitios públicos o en sitios donde estén ellos, nos tratemos así como si de verdad lo somos, de este modo parece más natural. Para ti, no fue mucho, ¿verdad? Recuerdo que me dijiste que no te gustaba que te tocaran y yo totalmente invadí tu espacio personal. Lo siento por eso.
— No, no, no te preocupes por eso, estaba bien, me ha gustado, parecía como que era algo que me gustaría hacer, algo que pensaba que sería muy cringe o que nunca lo quisiera hacer con alguien, pero estaba guay, estaba disfrutando de eso. No era igual como la actuación que hago en el cine, eso fue algo como actuar, pero a la vez no, ¿entiendes? Obviamente, esto no quiere decir que lo de ser novios no era actuación, es solo que pareció que aparte de eso sí que no lo fue, me gusto como me ayudaste y como bromeé contigo eso fue sincero, ¿vale? Yo nunca haría eso como improvisación en mis pelis, pero contigo fue natural, porque creas o no te veo como alguien en quien confiar y no me importaría ser amigos contigo. Y ya sé que me dijiste que yo soy tu trabajo y todo, pero en el trabajo también se puede disfrutar y tener amigos. (yo solo estaba mirando a Riaz, no podía quitar mi vista cuando estaba diciendo palabras sinceras y estaba intentando expresar sus pensamientos.)
— Riaz, entiendo lo que estás diciendo, yo también disfrute de ese momento porque por dos minutos que ya no había allí y solo nosotros intentando bromear con el otro y entiendo que quieras ser amigos, pero tú debes entender que yo solamente estoy aquí para mi trabajo, estoy aquí para protegerte. Me temo que si me desvío de eso, te pasará algo y será todo mi culpa, así que lo de ser amigos, te dije que no era posible.
(Veo cómo la cara de Riaz cae, él se tensa un poco y también noto como empieza a agarrar el volante con fuerza, sonrió ante eso, me gusta jugar así con él, porque se puede decir que sus expresiones son muy graciosos.)
— Oh. Vale, no pasa nada si no somos amigos. Es verdad que no estás aquí para nada más, pero trabajar y yo te estoy…
— ¿Quién te dijo que no seremos amigos? (miro como Riaz gira su cara y hace una expresión graciosa,)
— Pero si acabas de decir que no podíamos ser amigos.
— Yo no dije eso, yo dije que por eso antes te dije de no ser amigos. Antes ¿vale? No te dije nada de ahora.
— ¿y qué cambiaría? Si tú aún me dices que estás solo aquí para trabajar.
— ¿No es eso cierto? ¿Estoy aquí para trabajar o no?
— Si…
— Riaz te estoy diciendo la verdad, estoy aquí solo para trabajar, pero eso no quiere decir que ahora no podamos ser amigos, lo pensé antes también cuando me lo preguntaste y llegue la conclusión de que es mejor ser amigos. Primero pareceremos una pareja real y podremos actuar de forma natural, segundo podemos confiar en uno y el otro, porque es muy importante, y tercero, si eres mi amigo, haré hasta lo imposible para protegerte, lo pensé y me di cuenta de que si eres mi amigo no me voy a distraer, sino que estaré más atenta porque serás alguien importante a quien no me gustaría perder. Así que te digo que sí podemos ser amigos. ¿Feliz?
— Sí. (dice Riaz rápido y con una sonrisa genuina en sus labios, pero luego deja de sonreír, él carraspea.) — Quiero decir, no me importa. (él sacude sus hombros y yo empiezo a reír, este tío de verdad es todo un caso.)
— Vale si no quieres pues…
— ¡No! Quiero decir yo no he dicho que no.
— Vale. (sus expresiones me divierten tanto, que no puedo parar pero bromear con él. Los dos nos quedamos en silencio por el resto de nuestro camino, pero ninguno de dos quitamos la sonrisa que estaba en nuestros labios.)