Protegiendo a la Princesa

CAPITULO 1

Me encontraba bajo la sombra de un árbol, y mire hacia arriba las hojas verdes. percatándome de que  pequeñas semillas  estaban creciendo para dar la forma a  futuras y delicadas flores. mientras que el incesante sonido de un cicádido, llenaba el ambiente. 

El día estaba sofocante, el aire era pesado y húmedo. Pero a la pequeña criatura que se encontraba frente a mi, mientras se escondía entre los espesos arbustos llenos de rosas, no le importaba en lo absoluto.

 

-Se supone que me enviaron de la academia para proteger el reino; no para cuidar a una niña. - Dije sin saber quien escucharía mis palabras sin escrúpulos.- 

-Ten cuidado con lo que dices jovencito. - Al escuchar la voz de mi superior Henry, me levante del suelo enseguida- A la "niña" que estas cuidando, no es ni mas ni menos que a la "Princesa Madeleyne" 

-Disculpe mi general. -Para quitarle leña al fuego, opte por dar una reverencia- 

-No te preocupes jovencito. Aunque seas un niño, se te encargo con la tarea mas difícil que puede tener un guardia real. 

Mire de soslayo a la princesa, que inmersa en su mundo; no se percataba de nosotros. 

Continuo: 

Tienes al reino en tus manos. el Rey confía en ti. 

-¡si señor! - dije mientras puse mi mano verticalmente en mi frente- 

Me miro por ultima vez, y se marcho con sus manos entrelazadas en su espalda. Di un sonoro suspiro y tome la empuñadura de la claymore. quería distraerme aunque sea un poco. 

Después de practicar unos 10mn la puse nuevamente en su vaina. Algo rondaba mi cabeza pero no sabia con precisión "El que". 

-..........

¡La princesa! 

Mire a todas las direcciones y estaba todo completamente silencioso, mi corazón empezaba a acelerarse, mi garganta empezaba a cerrarse. 

Mi puesto estaba en problemas, decepcionaría al mismísimo Rey.

-Dios, que no sirvo para niñero.

Dije mientras me adentraba en el jardín, no debía estar demasiado lejos. a menos de que algo le hubiera ocurrido. . .

Ya estoy delirando.

-¡Madeleyne!

¿Cómo es que confíe en una niña de 9 años? Seguramente ya esta en manos de los rebeldes.. ¡No digas idioteces lance! solo se adentro al jardín es todo.

Después de haber recorrido todo el jardín, Salte la pared de ladrillo que separaba el campo, del jardín. montañas y mas montañas se veían a lo lejos, y como frontera el bosque prohibido. ya era un territorio con el cual debía ir con armadura. era bastante peligroso, y me daba la impresión de que una niña de 9 años no podía recorrer tantos kilómetros sin cansarse. 

Me regrese al castillo sin ningún rastro de la princesa, me estaba exasperando y no sabia que hacer en este tipo de situación, si no la encontraba en unos minutos, todo el reino se encaminaría a buscarla. 

Pero eso no era una opción. 

-Joven Lance. . . -Dijo con picardía "Letizia" mientras agitaba su pañuelo de encaje, pulcramente bordado y blanco. era una de las nobles que se encontraba de paso por asuntos aristócratas; junto con su padre. aunque siempre me encontraba en su radar por alguna razón. 

-Señorita letizia, es un gusto verla. -Dije sin mucha importancia mientras daba la debida reverencia- 

-¿Podemos dar un paseo? 

-Lo siento, estoy ocupado. y su dama de compañía se cansaría de nuestros diálogos. 

-Eso es sin importancia, ella debe estar a mi lado, pero si yo se lo exijo puedo dar un paseo con usted a solas.  -Dijo mientras ocultaba parte de su rostro detrás de su abanico.- 

Su dama de compañía al parecer una jovencita de alrededor 15 años, un año menos que yo. puso una cara de temor, y yo sentía lo mismo, al parecer lo había tomado de otra forma. 

-No es necesario. Con su permiso. -Y me retire antes de darle una oportunidad de hablar- 

-¡Lance! 

Di vuelta en uno de los pasillos, alejándome de aquella bochornosa situación. La Condesa solo tenia 14 años y al parecer estaba practicando las artes de seducción. Pero tenia otros problemas que atender. 

-Joven Lance ¿Qué hace por los pasillos del castillo? -Dijo Margaret una de las cocineras del casillo, era una dama que estaba rondando los años 40. me miraba con dulzura e intriga mientras se limpiaba las manos con el delantal blanco de su cintura- 

-¿A que se refiere?

se suponía que yo podía recorrer todo el castillo sin restricción alguna, así que me extraño su pregunta. 

-Pues, que la princesa se acerco a la cocina, para pedir un poco de comida para ti y ella. así que  me pregunto el por que no estas con ella. 

-Margaret, ¡Te debo la vida! 

salí a pasos largos,  mientras sostenía la claymore; ¡ahí estaba la respuesta del porque no encontraba a esa niña escurridiza!

al llegar al jardín vi a la princesa con un paño blanco, cargado de queso y un par de manzanas; me acerque con gran alivio, mi puesto y ella por supuesto, estaban bien y a salvo. Pero debía de darle una charla por separarse de mi lado, sin previo aviso. 



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En el texto hay: romance, romance apasionado

Editado: 07.01.2019

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