Prototipo

Capitulo 23

-Maia Fabrum-  dijo presentándose

-Que gusto conocerla doctora, el doctor Andler me ha hablado muy bien de usted, dice que es la que mayor conocimiento y experiencia tiene en cuanto a la contaminación con materia oscura, le agradezco mucho que haya decidido colaborar con nosotros-

-No general, soy yo la que tiene que agradecerles por haberme tenido en cuenta, un caso como este es único, muchos darían lo que fuera por poder estudiarlo, estoy segura que los resultados que arrojara serán muy interesantes, hasta podría ser posible encontrar una forma de curar el envenenamiento o hasta hacer a los seres humanos inmunes a los efectos de la materia oscura-

-Ahora entiendo porque el doctor Andler insistía tanto en que fuera usted la que se uniera a su equipo-  Comenzaron a caminar mientras le enseñaban las instalaciones –aunque también nos gustaría que su esposo trabajara con nosotros, sus conocimientos en ingeniería industrial nos serían muy útiles-

-Lamento decirle que Keid no está interesado en trabajar para el gobierno, ya había recibido otras propuestas, pero las rechazo de inmediato-

-Es una lástima, esperaba que usted pudiera convencerlo-

-Y como fue que la madre se contamino-  pregunto cambiando de tema  -hace muchos años que no se ha presentado un caso de envenenamiento con materia oscura y mucho menos de alguien que no sea de Terra-

-Lamentablemente no logramos descubrirlo-

-Y su esposo, su familia-  continuaban caminando

-Al parecer no tenia a nadie- 

-Cuanto tiene él bebe-  

-Tan solo tiene una semana de haber nacido, precisamente nos dirigimos a la habitación donde se encuentra, como ya le habían informado aún está en observación debido a que nació prematuramente, esperamos que con su ayuda pueda sobrevivir-  entraron a la habitación, Andler ya se encontraba allí

-Doctora Fabrum-  dijo cuándo los vio entrar -Que bueno que haya aceptado unirse a nuestro equipo-

-Como ya le había dicho al general Corvus soy yo la que agradece que me hayan tenido en cuenta-  en el centro de la habitación estaba la incubadora donde tenían al bebe, estaba conectado a varias máquinas que lo monitoreaban las veinticuatro horas del día    -Es él…-  dijo mirando la incubadora

-Si-  se acercaron a ella, estaba durmiendo tranquilamente

-Es tan pequeño-   no pudo evitar sentir ternura por él, por lo indefenso que se veía

-Nació de siete meses, estamos haciendo todo lo posible porque continúe con vida-  le entrego el diagnostico -hasta ahora no ha habido ningún problema-

-Es increíble-  dijo después de leerlos -todo muestra que se encuentra en perfecto estado de salud, estoy segura de que si continua en la incubadora los dos meses que faltan, será un niño saludable como cualquier otro-

-Me alegra escuchar eso, entonces bienvenida a nuestro equipo-  Dijo Víctor

Desde ese día comenzó a trabajar con Andler, ella se encargó de continuar con la observación y el monitoreo de sus signos vitales, a medida que continuaba creciendo se fue encariñando con él, se veía tan frágil, pero también la sorprendió cuando comenzó a crecerle su cabello, era de un negro muy profundo, y sus uñas, aunque al principio eran normales, en el noveno mes comenzaron a cambiarle hasta que se volvieron completamente negras, pero ninguno de los cambios que estaba teniendo afectaron su salud.

-Finalmente hoy es el día-  hablaba con el pequeño -por fin podrás salir de la incubadora-

-Iré a llamar al doctor Andler y al general Corvus para que estén presentes-  dijo una de las enfermeras que habían sido asignadas para que la ayudaran

-Si todo sale bien, hablare con ellos para buscarte un hogar-  jugaba con su manito mientras le hablaba -o tal vez te lleve conmigo, así podría estar pendiente de ti-

-Buenos días doctora-  dijo Víctor llamando su atención

-Buenos días-  se giró hacia ellos

-Como esta-  se acercó a la incubadora

-Muy bien, acabo de hacerle un examen completo y todo está normal, está completamente sano-

-Esas son muy buenas noticias-  Andler también se acercó a la incubadora -entonces no perdamos más tiempo, todavía tenemos muchos más exámenes que practicarle-

Sin demora Maia se acercó a la incubadora sacando al pequeño, tomándolo en sus brazos con cuidado, para después acostarlo sobre una mesa que ya tenían lista, le habían puesto una manta para protegerlo del frio del metal.




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