Psycho; Harry Hook

Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Luna llena Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

La tripulación entera se junto frente al Úrsula's fish and Chips. La mayor parte de los isleños ya estaban adentro de sus casas a esa hora. Solo quedaban ellos, y los que hacían disturbios. Kisa traía su antorcha encendida, y con ella prendió la de Harry, quién encendio la de Uma y ellos tres prendieron la de todos los demás.

—¡Esta noche es nuestra! —Grito Harry. Seguido de los gritos de todos los demás.

Los piratas comenzaron a correr por la isla, mientras gritaban y golpeaban algunas cosas en el camino, la antorcha encendida iluminaba todo a su paso. Corrían en dirección a los acantilados, dónde las estrellas podían verse mejor. Una vez al mes sucedía esto. Solo una. Eso la volvía tan especial. 
Llegaron al final del acantilado más alto, aquel dónde Harry se había lanzado en busca de Kisa. Las estrellas y la luna iluminaban todo a la perfección. 
Los piratas con ayuda de las antorchas crearon una fogata y se sentaron al rededor. Comenzaron a sacar de sus mochilas y bolsillos todo lo que habían traído. Con la plata que Gil le robó a Maléfica, Kisa había conseguido bebidas de buena calidad y muchas frituras. 
Los piratas reunían de luna a luna los mejores alimentos que podían conseguir, cosas libres de hongos, o que no estuvieran vencidas. Todo para esta gran ocasión.

La hija de Hades sostenía que ese evento en particular, era lo que los hacia mucho más fuerte que las demás pandillas en la isla. Incluso más fuerte que la pandilla de Mal. ¿Por qué? Porque los piratas tenían su botín, en un lugar como la isla, dónde tomas lo que quieres cuando quieres y la mayor parte del tiempo te peleas por el pan que menos hongos tiene. Conseguir buenos alimentos es como ganar la lotería. Y la palabra "Compartir" no es parte del diccionario. Sin embargo ahí está la tripulación, compartiendo todo, en torno a una fogata.

Kisa hablaba animadamente con Uma cuando una pregunta llamo la atención de todos los presentes.

—¿Entonces? ¿Es verdad lo de las escaleras a Tartaro? —Pregunto Gil. Todos guardaron silencio, era algo que causaba curiosidad en la mayoria. 
—Oh si, es muy serio —Le contesto la hija de Hades sabiendo que no iban a creerle— A veces en casa, se escuchan los gritos de las almas en pena y cuando alguien me molesta... Lo arrastro por el Erebo directo a Tartaro. Cerbero custodia la orilla, si están vivos el se encarga de que ya no lo estén —La tripulación guardo silencio sepulcral. Y Harry comenzó a reír.
—Es solo un cuento para dormir —Dijo el pirata— He estado en su casa. No hay tal escalera al Tartaro. Ella me lo habria dicho. 
—No creas tu —Le respondió Kisa, y Harry la miró preguntándose a qué se refería. Por lo que la muchacha continuo— Que te cuento todo.

Rápidamente Uma cambio de tema, le aterraba la existencia no confirmada de esas escaleras. En más de una ocasión alguien en la isla juraba haber visto almas en pena, a alguno de esos mounstros que solo existen en el Erebo. Los rumores eran fuertes, y a muchos les aterraba. 
La fiesta continuo, el alcohol corría por sus venas, la música estaba alta y todos bailaban al rededor de la fogata. Kisa observaba a Harry bailando junto a Mirana, la hija de la reina de corazones. El pirata le decía algo a la muchacha y está se reía. Uma por otro lado bailaba con Jake, el hijo de Rattclife.

—Gracias —Dijo Gil sentandose al lado de Kisa. Esta lo miró curiosa— Por confiar en mí. Se que ellos no querían que me pongas la prueba. 
—Sabia que tenías potencial —Dijo la muchacha colocando su mano sobre su brazo— Y músculos. 
—Madame —Harry hizo una reverencia frente a la muchacha— ¿Bailarias conmigo?
—Ve a bailar con la otra, bacalao —Dijo haciendo un ademán con la mano. Harry la tomo y empujó de ella levantandola.
—¿Celosa? —Pregunto el pirata mientras la pegaba a su cuerpo para bailar. 
—Ya quisieras. 
—Diosa mía —Harry acarició su mejilla— Sabes que eres la única.
—Oh cállate.

Tal vez en ese frío corazón que poseía el pirata, Kisa era la única que acaparaba todos sus sentimientos. Aunque el ojiazul se veía tranquilo, cuando la vio hablando con Gil. Los celos le ganaron. Tanto así que abandonó a Mirana en pleno baile y fue a buscar a su Diosa. Los muchachos bailaron juntos, Harry le susurraba la letra de una canción en el oído a Kisa. La fogata los mantenía calientes y la noche recién empezaba.

—Bien marineros —Dijo Uma— Comencemos con el primer juego de la noche. Búsqueda del tesoro. 
—¿Que es? —Grito Jake.
—En algún lugar de esta isla hay una tarjeta roja.
—No puede ser —Susurro Harry. 
—¿Todos saben lo que consiguen si encuentran la tarjeta? —Pregunto Uma.
—Lo que queramos, incluso un beso de la Diosa —Respondio alguien.

La tripulación se miró entre si, y luego todos comenzaron a correr, separandose entre sí. Harry era el único que no se movió, lo cual decepcionó a la muchacha. Y entonces el chico comenzó a reír. Se acercó peligrosamente al rostro de Kisa.

—¿Dónde hay una soga? —Pregunto sin dejar de mirar a la muchacha. Uma le tendió lo que pedía y este sonrió.

Harry engancho la soga en la superficie del risco y se ato a si mismo. Comenzó a bajar por el acantilado, hasta que en una de las fisuras que había en la pared, encontró la tarjeta roja. Sonrió para si mismo, no iba a dejar que nadie besara a Kisa. Por otro lado la hija de Hades también sonrió, le gustaba saber que Harry la conocía tan bien, como para saber dónde había escondido la tarjeta. 
Vio subir a Harry por el risco con la tarjeta en la boca, el muchacho la miró arrogante.

—¿Que es lo que vas a pedir? —Pregunto Uma quien notaba a leguas la química que tenían sus amigos. 
—Dame mi beso, Diosa. 
He esperado este momento desde que se conocieron —Bromeo la hija de Úrsula. 
—Estoy esperando —Canturreo el pirata. Kisa rodeo sus ojos y se acercó a él. Dispuesta a darle un beso en los labios. Pero a último momento, cambio de dirección y se lo depósito en la mejilla.
—No se puede confiar en piratas cariño. Debiste aclarar dónde querías el beso.




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