El pequeño pueblo de Norswich ubicado en la isla de Baken, es uno de los pueblos más hermosos y coloridos de todo el planeta, contando con un total de 10 mil habitantes; no obstante es muy visitado por muchos extranjeros por su diversidad en fauna y flora, además sus aguas cristalinas son muy apetecidas por los turistas ya que en estas se pueden apreciar toda vida marina, pero eso no es todo, este pequeño y colorido pueblo guarda un gran secreto; secreto que muy pronto saldrá a la luz y cambiara a todo el pueblo de Norswich para siempre.
Comenzaremos nuestra historia con el matrimonio Norens; el matrimonio contaba con un par de gemelas Sofía y Sonia, y también con sus padres Natalia y Roger Norens, los cuales por cuestiones del trabajo de su padre debieron mudarse al pequeño pueblo de Norswich, esta idea a las chicas no les gustaba mucho después de todo habían vivido 17 años en los Estados Unidos, estaban trataron de evitar aquel dicho cambio pero por obvias razones les fue imposible, tuvieron que despedirse de familiares y amigos y comenzaron su viaje al pueblo de Norswich.
Al llegar a dicho pueblo las chicas bajaron del auto mirando su nueva casa, la cual contaba con dos pisos, sus padres le dieron las llaves para que entraran y exploraran la casa mientras esperaban el camión de la mudanza, Sofía la cual era “mayor” por unos segundos tomo las llaves y junto a su hermana entraron a la casa.
Dentro de esta notaron que todo estaba en muy buen estado y comenzaron a recorrer el primer piso el cual contaba con una cocina, una sala de estar, un estudio y también un hermoso patio amplio, al terminar de explorar subieron las escaleras al segundo piso donde estarían las habitaciones y los baños. Mientras recorrían el segundo piso Sonia se separó de su hermana por un segundo entrando a donde sería la habitación de ellas, dentro de esta noto que era la más grande de la casa y justo en una esquina se encontraba un closet enorme, Sonia al ver este se acercó abriendo la puerta con cuidado, pero en ese momento Sofía apareció detrás de esta dándole un fuerte susto.
-¡Carajo!, no hagas eso Sofía, no es gracioso- Exclamo Sonia con un tono enojado.
-Debiste ver tu cara, fue tan chistosa- Exclamo Sofía riendo a carcajadas.
-Idiota- Exclamo Sonia saliendo de la habitación.
-Vamos Sonia fue simplemente una broma- Decía Sofía saliendo justo detrás de Sonia.
Al llegar al primer piso, vieron como los muchachos de la mudanza comenzaban acomodar las cosas dentro de la casa mientras sus padres le indicaban a donde iría cada cosa, en ese instante el señor Roger recibe una llamada de su nuevo jefe, este debía salir inmediatamente a su nuevo puesto de trabajo para conocer a su equipo de trabajo y sobre todo conocer las instalaciones, el señor Roger se despide de su esposa e hijas y sale de la casa. Ya en la noche todos los muebles habían sido acomodados mientras que Sonia y Sofía discutían en su habitación.
-Ese es mi lado Sofía- Decía Sonia mientras trataba de alejar a Sofía del closet.
-Yo tengo mucha más ropa así que debo tener más espacio- Respondía Sofía tratando de guardar su ropa.
-Chicas, ¿Qué está pasando? Se escuchan los gritos hasta el primer piso- Pregunto su madre mientras entraba a la habitación.
-Sonia no deja que guarde mis cosas- Exclamo Sofía.
-¡No es cierto!, Sofía no me deja guardar mis cosas, dice que debe tener mucho más espacio porque tiene más ropa que yo- Contestaba Sonia.
-Chicas… por Dios no pueden discutir por esa bobada, ambas van a tener el mismo espacio en el closet- Exclamo la madre.
-No es justo, en Estados Unidos no compartíamos closet ni habitación- Decía Sonia mientras se sentada en la cama con los brazos cruzados.
La madre de ambas se sienta junto a Sonia tomando su mano y dando un leve suspiro para luego dejar ver una sonrisa.
-Chicas, yo sé que este comienzo es muy difícil no solo para ustedes sino para su padre y para mí pero debemos hacer todo lo posible para encajar en esta nueva vida y sobre todo ser un gran apoyo para su padre, podrían tratar de llevarse bien, ¿por mí?- Decía mientras miraba a ambas chicas sonriendo.
-Está bien mamá, me llevare mejor con Sofía- Respondía Sonia.
-Y yo me llevare mejor con Sonia- Respondía Sofía.
-Muy bien porque mañana inician clase- Decía mientras se levantaba de la cama.
-¡Mamá! ¡No queremos ir!- Contestaban Sonia y Sofía al unísono.
-Nada de mamá, mañana irán a clase, ahora bajen a comer- Decía la madre saliendo de la habitación.
Sin más que decir las chicas bajaron las escaleras junto a su madre y fueron al comedor para comer la comida que había preparado, al día siguiente las chicas ya estaban listas para ir a su nueva escuela, ya que no contaban con un bus escolar Sonia y Sofía debían ir caminando a su nueva escuela la cual quedaba a 10 minutos de su casa, durante el trayecto de camino a la escuela Sonia y Sofía acostumbraban a jugar un juego que ellas inventaron desde niñas el cual consistía en marcar chicos del 1 al 10 para saber quién podría ser un perfecto candidato como novio.
-Mira Sonia a ese chico que está en aquella dirección le doy un 4- Decía Sofía mientras señalaba al chico.
-Yo le doy un 7- Exclamo Sonia.
-¿Un 7? Pero, no es apuesto- Contestaba Sofía.
-Pero para mí si es apuesto- Respondía Sonia.
-Hmmm…. Bueno, siempre has tenido los gustos exóticos- Decía Sofía dejando salir una leve carcajada.
Las chicas continuaron su recorrido hasta la escuela donde al entrar a esta fueron a la oficina del director por su horario y asignación de salón, luego de un rato el director guío a las chicas a su salón; al entrar en este el director les dio la bienvenida a los estudiantes e hizo pasar a las chicas colocándose al lado de él.
-Alumnos ellas son sus nuevas compañeras, Sonia y Sofía Norens, todos deben ser amables con ellas y mostrarles las instalaciones, profesora Tania las dejo en sus manos- Decía el director mientras este salía del salón.
Editado: 18.11.2023