- FANNY -
Lo había dicho, lo había decidido. Estaba muerta de miedo por lo que vendría, estaría sola y devastada de eso seguro. Pero sabía que las mismas personas que tuvieron la intención de no dejarme sola estarían a salvo. Yo traía malos augurios, después de todo ¿Qué hacen las personas hablando con fantasmas? Yo no podía ser real. Estaba estancada en el tiempo y ellos lo estarían igual, los llevaría hacia un camino sin salida.
Principalmente a Jake.
¿Cómo recordar todas aquellas cosas que le dije sin ponerme a llorar? Era lo único que había hecho toda la noche. Había escuchado a la mañana como Jake bajaba las escaleras sin los típicos gritos para que Dyl y Sam bajen, porque al parecer los dos son muy dormilones, tampoco había saludado a sus padres con la alegría madrugadora y podía jurar que su mirada soñadora y adormilada de siempre había sido reemplazada por una mueca fastidiosa con una mirada de cansancio.
Megan había dado los buenos días y se había mantenido incómodamente callada por lo que intenté imaginarme del silencio. Dylan y Sam se encontrarían perfectamente dormidos intentando controlar sus sentidos, pensar en el por qué de las actitudes extrañas y hacer que sus acciones motoras funcionasen con la mínima de eficiencia para que su mano agarrase la cuchara, tome los cereales sin derramar nada y acierte a su boca sin conflicto alguno.
Seguramente había sido difícil estar en su situación.
Tina y Oliver habrían desayunado tranquilamente hablando alguna que otra frase entre ellos y mirarse significativamente intentando encontrar las respuestas a todas las preguntas que se estaban anotando por la actitud extraña de su hijo y sus amigos.
En estos momentos el pecho me dolía ¿Cómo pude hacerles esto? Me daban ganas de ir corriendo hacia la puerta delantera y atravesarla sin siquiera percatarme de ello, correr con mis pies descalzos por el pavimento de la calle sin que mis pies dolieran y sin sentir la brisa en mi cara, hasta entrar al colegio por los fríos y vacíos pasillos ya que seguramente estarían en clases. Me encantaría poder atravesar cada pared y alumno hasta encontrarlo y abrazarlo hasta que logre perdonarme por lo idiota que era. Con él volvería a sentirme viva.
Pero no, no lo haría. Por más que eso me llevase a llorar más y más por las noches, a sentirme sola y saber que no tengo ningún futuro aquí. Me sentía como un objeto sucio de polvo, olvidado por sus dueños en esta casa y encontrado por los nuevos que lo único que pueden hacer por él es guardarlo en algún lugar hasta ser totalmente olvidado. Si es que no era desechado.
La puerta de la oficina fue abierta sorprendiéndome, me di la vuelta creyendo que me encontraría a Tina que se habría olvidado algún papel para su trabajo y que se iría de vuelta pero no fue así. Oliver entró acompañando nada más ni nada menos que por Thomas.
— No lo sé, estaba algo decaído esta mañana — Habló el padre de Jake.
— ¿Estás seguro de que no es por alguna mujer? — Dijo Tom sentándose al frente del escritorio — Los chicos suelen pasar por estas cosas a esta edad.
— No lo creo, fue de la noche a la mañana y no había ninguna chica con él... — Se quedó callado por unos momentos ensimismado hasta que pude apreciar como una lamparita imaginaria se hubiera encendido encima de su cabeza — Aunque esta chica Megan paso aquí la noche.
— ¿Qué tal si le preguntas a su amigo? — Le aconseja el otro hombre encogiéndose de hombros — Para saber en qué terreno estas pisando y así cuando hables con él tengas una idea.
— Si — Tomó un par de papeles del escritorio y se quedó pensativo mirándolos por un momento hasta reaccionar — ¿Tú no tienes hijos verdad Tom?
— No, no tengo — Respondió secamente encogiéndose de hombros.
— ¿Sabes a cerca de la historia de esta casa? — Oliver le preguntó acomodándose en la silla entras del escritorio, el acusado vuelve a hacer el molesto gesto con los hombros y negar con la cabeza — Una chica murió aquí y sé que el padre está desaparecido.
— Oh, esa historia — Tom se levanta y camina por la habitación mirando a su alrededor, seguí sus pasos con cautela tratando de absorber cada expresión — Ella se llamaba Fanny Courtney, es una historia muy conocida aquí.
— Sí, sobre todo porque parece que la chica no se suicidó ¿Verdad?
— Lo que debes saber sobre este caso es que ya se resolvió — Abrí mi boca incrédula, era una mentira porque si así lo fuera no sabría qué hacía yo aquí — La justicia vio que la chica se había suicidado porque tenía problemas con trastornos y necesitaba ir al psicólogo, ella nunca iba... La muerte de su madre le afectó demasiado y empezó a pelearse con el padre. Desaparecía todo el tiempo y sus notas en el colegio bajaron.
— ¿Nadie hizo nada? — Preguntó Oliver con el ceño fruncido atento a la historia que su amigo le contaba — Si fuera mi hijo trataría de ayudarlo.
— El padre estaba muy preocupado, creemos que en el último tiempo se anduvo viendo con personas que no eran del mejor tipo. Tenía una gran depresión y simplemente explotó.
— ¿Exploté? — Grité en frente de su cara que se mantenía sin emoción alguna — ¿Crees que me suicidé gran idiota?
— ¿Qué pasó? — Preguntó en un susurro el hombre detrás mío.
— Ella empezó a romper todo en la casa, estaba sola ya que Philip quien era su padre estaba trabajando, agarró una cuchilla y se cortó — Miré a Oliver recordando la cuchilla que Jake había encontrado, él estaba negando con su cabeza — Encontramos su cuerpo en la bañera del baño de su habitación.
Oliver agarró unos papeles más y salió por la puerta en silencio, tenía ganas de gritarle que aquella historia no podía ser cierta. Yo jamás me quitaría la vida. Había sufrido con la muerte de mi madre, y no solo con la de ella si no con la criatura que llevaba en su vientre. Había pasado días y días llorando hasta que empezaron los golpes y las amenazas, entonces mi llanto nunca cesó. Se convirtieron en lamentos y ruegos para que deje de hacerlo, para que deje de lastimarme.
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Editado: 05.08.2020