-Sientes la gran necesidad de edificar a las personas y impulsado de exhortar a las personas y además sientes el deseo consolarlas es una señal muy fuerte de que eres profeta o tienes un llamado profético.
-Si te gusta edificar la fe de otros y no te gusta ver la gente fría o caida, sientes ganas de ayudarlos etc. Esa pasión indica que tienes ADN de profeta.
-Sientes un hambre de Dios inexplicable. Esto es más fuerte en los profetas de ministerio pues un profeta tiene los oídos en el cielo y los pies en la tierra.
-Tienes unos valores fuertes, no te gusta la injusticia, no puedes ver maldad, no te gusta el engaño, no puedes ver abuso, todo esto es ADN de un profeta.
-Si tu fallas te sientes terrible, sientes la desconexión inmediatamente y eres muy sensible a lo de Dios.
-Amas la santidad, siempre quieres andar santo y puro delante de Dios.
-Sientes un deseo por entrenarte en guerra espiritual o te atrae todo lo que es la guerra espiritual.
-Oras de manera profética, declaras, rompes y desatas.
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