___________________________
•El inicio de todo
___________________________
—Katherine, por favor—Rogaba mi padre a aquella mujer sin corazón—; te comprare una villa, te construiré todo lo que quieras, pero detente.
—Bruce entiéndelo, se acabo—Dijo sosteniendo su equipaje.
Mi padre le rogaba con sus ojos que no hiciera aquello que aun yo no sabia, le imploraba con lagrimas en su rostro que desistiera a lo que sea que planeaba hacer.
Continuando con sus ideas para detener a aquella mujer, vislumbre la figura de mi padre ponerse de rodillas ante ella, en un acto humillante, aquel que finalizaría todos sus intentos por intentar detener a esa mujer, esa mujer que me abandonó, una madre que nunca me amó.
—Hazlo por Margaret—sollozó desde el suelo—, no nos dejes.
Desde las penumbras cambio mi peso a mi pie izquierdo, provocando que la madera bajo mis pies chirriara, sus ojos azules se dirigen a mi y me aferre al osito de felpa que me habían obsequiado hace un año por mi cumpleaños número 6. Los ojos verdes de mi padre también me observaban, aun así no tuve la confianza suficiente para bajar las escaleras.
No entendía lo que estaba sucediendo, solo quería que dejaran de pelear, que juntos me leyeran mi cuento favorito, que cenáramos juntos como una familia. Pero eso no pasó, hace meses que no pasa, hace meses que desde mi habitación los escucho gritarse, pelear, pero solo puedo llorar y desear que paren.
La veo suspirar y aferrarse al mango de la maleta. —No tengo más tiempo para esto, Bruce. Me voy—Finaliza.
El pánico en mi interior se intensifica.
¿Se va?
¿A dónde?
¿Con la abuela?
¿Por qué?
¿No me quiere? ¿
Fue porque aquella noche no quise dormir?
¿Fue porque no ordene mis juguetes como ella lo pidió?
—¿Mamii?—Chillé desde el inicio de la escalera. Poco a poco voy bajando cada escalón que pueda pero cuando logro llegar al ultimo se encontraba frente a la puerta, antes de abrirla se gira un poco y me susurra un casi inaudible «Lo siento, espero puedas perdonarme».
Se fue, sin decir más, me dejo.
Porque no me amaba.
Nadie puede amarme.
Escucho el motor de su coche, y luego las llantas contra el pavimento me dan a entender que se ha marchado, definitivamente se ha marchado. Mi padre sale a la calle con esperanzas aun de encontrarla y a este punto lo sigo, solo quedándome en el marco de la puerta. No pasa mucho tiempo cuando el Malibu rojo que compro con su primer salario cruza la esquina y ambos perdemos de vista cualquier rastro de mamá.
De pronto me veo en la habitación de mi padre, ambos intentando dormir por su ausencia, el reloj junto a mi marcaba las 2am, el móvil de mi padre timbra repetidas veces provocando un sonido irritante, se levanta exaltado y contesta con voz temblorosa, segundos después las lagrimas bañan su rostro luego de escuchar la noticia.
Mamá tuvo un accidente.
Mamá estaba en el hospital...
Díaz después papá me lo dijo.
Mamá murió.
Tenia trece años el día que tuve mi primer periodo y estuve sola, mi padre nunca había tocado el tema conmigo de nada en absoluto, descubrí por mis propios medios, como colocarme una toalla sanitaria de forma correcta. Descubrí por mi misma cual marca y modelo eran más cómodos. Fue mi primer cumpleaños completamente sola.
A mis quince años descubrí el tan popular amor, cuando Jimmy Russo se fijo en mi, semanas después tuve que pasar sola lo que seria mi primer corazón roto. Le rogué a mi padre que me cambiara de institución. Decidí no volver a entregar mi corazón a ninguna otra persona. El color rosa se convirtió en mi favorito, reemplacé todas mis prendas por dicho color, por escotes, faldas y tacones. Aprendí a maquillarme con tutoriales de Youtube y otros medios, mi imagen mejoró drásticamente.
A los dieciséis años mi padre decidió que era el momento de conocer a su novia, mala idea, no me soportó, sin embargo su hija, Willow Copper se convirtió en lo que seria mi mejor amiga desde entonces.
A los diecisiete mi padre me regaló un Camaro blanco por mi cumpleaños.
A los dieciocho descubrí mi nueva pasión, ilusionar hombres. Mi amistad con Willow se vio frustrada, no compartíamos gustos, ni opiniones y dejamos de hablar, me quede completamente sola.
Comprendí que no existiría tal persona para amarme, para comprenderme y valorarme. Descubrí que soy una chica que no puede ser amada, que nadie puede quedarse junto a mí. Entendí que si nadie puede amarme, yo tampoco debería amar a ningún ser en este mundo.
Muchas personas pueden creer tener el poder de lastimarme, pero eso no va a pasar si yo ataco primero.
#12515 en Novela romántica
#2450 en Chick lit
#7197 en Otros
#1075 en Humor
rivalidad, empoderamiento femenino, familia disfuncional problemas rencor
Editado: 18.09.2023