Podemos rendirnos

Mis manos habían perdido fuerza ante lo que mis ojos habían visto, soltando así el teléfono que tenía en mis manos, éste cayo en un sonido estruendoso que alertó a los chicos a mi alrededor.

Así que esa era la razón. Me dije a mi mismo para comenzar a reír con histeria. Como si lo que hubiera visto fuera lo más gracioso del mundo.

Esa había sido la maldita razón por la que ni siquiera se acercaba a mi cuando yo lo había intentado, y era la razón por la que se había quitado ese anillo.

Mi corazón punzaba de dolor en mi pecho por lo que estaba pasando, el amor estaba siendo separado de mí y yo no podía detenerlo, Mi seok se escapaba de mis manos y yo no podía retenerla. Aunque fuera el coraje que sentía en estos momentos aún mayor que lo que mi corazón sentía, aunque no sabía si me dolía haber perdido a Mi seok o la traición que sentía por las personas a quienes consideraba importantes para mí.

Aunque fuera algo de lo que había sospechado, algo que sabía que ocurriría. Era la respuesta a mi cuestionamiento anterior ¿Era yo el que debía rendirse esta vez?

Y sabía que la respuesta sería un si, porque desde un principio, el fin de este amor había sido marcado.

Porque yo quería mantenerla a mi lado pero ella no había sido destinada para mí, si no para él. A pesar de que ambos fuimos el primer amor del otro, estaba escrito que él era su destino. Y eso me había aterrado desde el momento en el que Jungkook confesó sus sentimientos, porque sabía que Mi seok le quería y que su cariño podría transformarse en algo más porque el amor que Jungkook mantenía para sí era más fuerte del que yo le tenía a ella. Sabía que eso pasaría pero no quería rendirme, quería aferrarme a la idea de que Mi seok no me dejaría, quería creer que ella se quedaría a mi lado al igual que en el pasado. No había pasado por mi mente el pensamiento de que ella fuera a dejarme, que alguien más iba a arrebatarla de mi lado, me negaba a creerlo.

¿Podemos rendirnos? Eso es lo que ella iba a decir aquella vez.

Ella iba a decir que nos detuviéramos con esto, que dejáramos de tratar de recoger todos esos fragmentos rotos de nuestro amor porque éste ya no iba a volver. Ella estaba dispuesta a rendirse, pero yo no estaba dispuesto a perderla.

Todo lo que mantenía conmigo, era el recuerdo de ese amor, que sabía que estaría en el corazón de ambos y que la prueba de ello era Hyun Tae. Él era lo único que quedaba de nosotros, del amor que tuvimos, de eso que fuimos, todo estaba en nuestro hijo.

Lo supe, que ellos iban a sufrir para poder estar juntos y quise correr a su lado. Cuando estaba indefensa, quería ir hacia ella como nunca antes lo había hecho, pero era él quien debía hacerlo, él debía estar a su lado como yo no estuve, como estuvo cuando yo le hacia falta.

– ¿Tu ira se calmó? – preguntó Seokjin a mi lado. Todos habían subido a la camioneta manejada por Namjoon en un intento de que no cometiera una locura. Pero, ¿qué es lo que haría? ¿que es lo que pensaban que yo podía hacer?

No podía hacer nada, no iba a ir contra ellos como tenía planeado porque eso solo nos haría más daño. No debía ir tras de ella porque nuestro amor debería quedarse como un recuerdo feliz del pasado y no hacer esos recuerdos más tristes de lo que ya habían sido.

Yo no iba a ser esa persona que caminaría a su lado, yo no sería aquel que curara esas heridas, él lo iba hacer por mí. Jungkook iba a hacer lo que yo no hice porque así debió de ser desde un principio. No importaba si Jungkook había perdido esa batalla, porque él realmente había ganado la guerra.

Mi venus, sería libre de mis cadenas.

– Vayamos devuelta a la empresa, debemos evitar que esto se vuelva un caos – dije con el nudo en mi garganta que no quería dejarme. Mi corazón seguía lastimado por dejar ir a mi primer amor, pero debía aceptar que ese amor había perdido su pureza hace mucho tiempo y que debía dejarlo ahora antes de que se volviera algo peor.

Debía mantener mis sentimientos afectuosos por ella y dejar volar aquel amor. Porque ella ahora tiene un amor que será capaz de hacerla feliz como yo nunca pude. Ellos, ahora podrán ser felices y yo lo aceptare, porque tanto Jungkook como Mi seok son las dos personas más importantes para mí. Nada podrá derribarlos porque yo estaré ahí para ellos.

Ahora es mi turno, de cuidar por el amor de ambos, de liberar esa carga pesada que Mi seok cargó en sus hombros y ayudar a mi amigo quien sufrió por un amor que yo destroce.

Así que la respuesta es un sí, Mi seok, si podemos rendirnos.