-Llegó una semana sin clases en Halloween, así que Jack y yo decidimos ir a mi ciudad tras la fiesta del inti, así conocería a mis amigos y yo podría hacer mis bromas de todos los años. Además allí no tendríamos que fingir, ya que nuestras abuelas no estarían-.
¿Estás lista? -Me preguntó mi zombie desde el otro lado de mi puerta del pasadizo.
Ya casi. -Respondí yo, que iba de vampiresa sexy.
-Llevaba un vestido negro con capas brillantes rojas por encima. Era corto, ajustado como tipo cosertte en la parte superior y más suelto con picos y en tipo campana en la parte inferior. También llevaba un gran moño alto del que me caía el pelo como una cascada. Ondulado en las puntas. Me había maquillado sin exceso y me había puesto colmillos de vampiro postizos-.
Ya nos podemos ir. -Dije abriendo la puerta del pasadizo.
¡UALAAA...! -Exclamó según me vio.
Tú también estás guapo. -Reí.
Ya pero tú no estás guapo, estás horriblemente maravillosa, hermosa, linda, guapísima, eh... Y todos los piropos sobre la belleza que existan. -Dijo mientras salíamos hacia el instituto.
Oye, para de una vez, sino por mucho maquillaje que me ponga se me va a notar que estoy roja. -Respondí divertida.
Pero si tú no llevas apenas maquillaje. -Contestó algo desencajado de la conversación.
Exacto. -Y la finalicé, dejándolo con una cara de parvo que era para sacarle una foto.
-Llegamos al instituto, todas las miradas volvían a estar en mí y en Jack, pero sobre todo en mí. Esperaba no tener algo de maquillaje corrido, un moco, o algo así.
Entramos al gimnasio y pronto encontramos al grupo, era raro que solo faltásemos nosotros-.
¡UALA! -Dijeron todos a la vez.
¿Es la única palabra que los hombres saben decir al ver a una mujer disfrazada? Porque este -señalé a Jack- fue lo primero que dijo al verme.
Estás guapísima. -Dijo Victoria, que iba de bruja.
-Sí. -La apoyó Miette, que iba de gatita sexy negra.
-Creo que hoy va a haber pelea, y chica, va a ser por ti. -Contestó orgullosa de mí y victoriosa por su comentario mi amiga Elena, que iba disfrazada de enfermera zombie, también muy sexy-. En cuanto a ustedes, señoritos, no babeen tanto o les quitamos los ojos. ¿Entendido?
Me alagan chicas. -Reí.
Sí amorcito. -Respondió Dean el esqueleto antes de besar a su novia.
Sam, disfrazado de Jack el destripador, y John, de pirata, miraron a sus respectivas novias con tristeza falsa y añadieron a la vez:
-Lo sentimos, ¡pero no es culpa nuestra!, la culpable es ella y su modelito que le queda como un guante.
A nosotras también nos quedan como un guante nuestros trajes, así que venga, tirando a por ponche. -Dijo Miette.
-La noche pasó demasiado rápido y tuvimos que ir a la estación de tren antes del baile final, fue una pena. Sin embargo la siguiente semana sería espectacular-.