Quedate a mi lado y no te alejes

CAPITULO 4

Me encontraba charlando con Abigail al final de la reunión cuando pude ver una figura familiar.  El joven enmascarado que me había invitado se encontraba en una esquina apoyado en la pared charlando con un joven intercambiamos miradas por unos segundos apartando la mirada al escuchar a Abigail -

- al parecer Nahuel te trajo ¿no es así?- pregunto Abigail mirando hacia donde se encontraba - le haría bien tener más amigos… más ahora - mas ahora cuando solían utilizar esas dos palabras siempre solía tratarse de algo devastador no por nada se encontraba en este lugar ¿qué cosas poda ocultar alguien como él? me había quedado perdida en mis pensamientos  que lo había perdido de vista -

- me buscabas mocosa - comento  haciendo que diera un pequeño salto hacia atrás al escuchar su voz detrás de mí - no sabía si ibas a venir o no es agradable ver tu rostro de nuevo -  dijo tomando de mi hombro poniéndose delante mío-

-no la asustes Nahuel  sabemos que esto es muy difícil mas cuando es tu primera vez- ella tomo de su mano acercándolo más a él y ya quítate esa tonta capucha - gruño  -

- no me asunto solo me sorprendió nada mas- comente mirando a Nahuel, el miro hacia su alrededor quitándose la capucha mostrando  su cabellera de color blanquecino con toques dorados cual oro nunca había visto algo igual -

- me disculpo por mi hermano el no suele comportase de esta manera - agacho la cabeza y dio un suspiro - no tuvo un buen día lo afronta con algo de sarcasmo -

-claro sigan hablando de mi como si no estuviera aquí - dijo casi gritando paseándose por todo el lugar  - 

-sabes que yo no tengo por qué estar aguantándote  todas tus estupideces, suficiente tengo con todo lo he pasado - grito dirigiéndose hacia la puerta, me quede atónita con todo lo que estaba pasando delante de mis ojos - 

-de todos modos no me soportarás por mucho tiempo ¡si eso te pone feliz! - comento  elusivamente antes de derrumbarse en el suelo -

-¿Te encuentras bien? -  comente entregándole un pañuelo el alzo su mirada cubierta de lágrimas,  mostrando su rostro sin una mascara que lo cubriera, mostrando sus sentimientos ante mi - 

- no, no me encuentro nada bien… no lo entenderías - respondió secamente alzado ambas cejas - como podrías entenderlo, una persona que no tiene ni un poco de amor por sigo misma, que se desteta a si misma y no soporta la vida de mierda que tiene - me senté a su lado tomando de su hombro a pesar de lo que había dicho  -

- tal vez no lo entienda, pero tratare de una persona rota a otra que se encuentra en las mismas circunstancias que yo  - el soltó una sonrisa ladina empezando a limpiarse las lágrimas con una pañuelo- 

- la verdad pensaba que me gritarías como lo hiciste en la azotea… pero aquí es donde te pregunto cómo puedes ayudar a alguien si tu te encuentras en peores circunstancias que la otra - 

-puedo escuchar  si de algo sirve - el soltó un suspiro antes de empezar a hablar -

-estoy enfermo Rosa… a lo largo de mi vida el lidiado con vitíligo carias a la deficiencia a la melanina en mi cuerpo resultado de eso el color tan peculiar de mi cabello - dijo soltando un fuerte suspiro señalando su cabello con algo de énfasis - gracias a eso llego a ser propenso  al cáncer de piel  no lo niego esto es frustrante formar parte de ese pequeño porcentaje que le llega a dar… más cuando hiciste hasta lo imposible para salir de esto 

 



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En el texto hay: dolor, perdida

Editado: 08.04.2022

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