Frunzo el ceño cuando la llamada es colgada. Ava está actuando extraño desde que empecé a llevarme con Mía. De hecho, ahora ya ni siquiera salimos juntas y creo que se sienta junto a mí porque no le queda más opción que hacerlo.
Tampoco he podido hablar con ella, porque cada vez que la intercepto me da la misma excusa y se despide de mí antes de siquiera poder abrir la boca y preguntar cuál es el problema y si podemos solucionarlo.
Suelto un suspiro cargado de frustración. No puedo entenderla si ella no me explica la causa de su enojo, porque si, estoy segura que está enojada conmigo.
—¿Sucede algo? —pregunta Nick.
Miro de soslayo a Mía, antes de dirigirme a él u extender mi mano para entregarle su celular.
—Nada importante.
—Si no fuera importante, no pondrías esa expresión. —Señala.
—Es Ava —confieso sabiendo muy bien que él lo descubrirá al final y eso si ya no lo ha hecho—. Ha estado evitándome.
—¿Te ha estado evitando también? —pregunta con sorpresa—. Se me hizo extraño no verla durante esta semana así que me contacté con ella y me dijo que estaba ocupada con la exposición de Smith, pero tengo entendido que ayer expuso su presentación —indica frunciendo sus labios —. ¿Le hicimos algo malo?
—No, que yo recuerde.
—Recapitulemos —aconseja él —. ¿Cuándo fue la última vez que hablamos con ella?
—El viernes. Le acompañamos a comprar un regalo por el cumpleaños de su padre.
—Hablé con ella el fin de semana
—Yo no.
—Quizá es eso —asiente serio.
Suelto una carcajada.
—Yo no acostumbro hablar por mensajes —le recuerdo —. Además, tuve que trabajar, así que llegaba demasiado cansada para hacerlo.
—Si no es eso, no encuentro otra razón.
Nos quedamos en silencio, pensando, aunque yo sé cuál podría ser.
—Creo saber cuál es el motivo —dice Mía a mi costado.
Ambos volteamos a verla.
—¿Cuál? —pregunta Nick, curioso.
—Supongo que soy la culpable —sonríe, avergonzada.
Nick frunce el ceño, sin entender. Tampoco lo entiendo por completo.
—No entiendo, ¿qué tienes que ver en esto?
Ella voltea a mirarme y parece estar un poco sorprendida.
—¿Ella no te lo contó? —pregunta. Niego con la cabeza —. Creí que lo había hecho.
—Quizá no tuvo la confianza para hacerlo. No llevamos mucho tiempo de ser amigas. De hecho, la conocí a finales del anterior semestre. Coincidimos en la biblioteca y empecemos hablar, y por azares del destino coincidimos en este semestre.
Ella asiente.
—No lo sabía. Parecían ser viejas amigas, se llevan bien—dice con sinceridad —. Fui amiga de ella durante los tres primeros semestres y fue en el último semestre que coincidimos con James —cuenta. Creo saber por dónde van ir las cosas —. A Ava le gustaba demasiado. Nunca le había visto tener una mirada tan brillante. Ella trató de acercarse a él muchas veces, pero James no le gusta tratar mucho con las personas o tiene un tiempo límite para cada una, y detesta cuando alguien invade su espacio. Ava lo hacía demasiado, pero a pesar de que él no dio indicios de estar interesado, ella nunca se rindió y por eso el problema surgió cuando tuve que hacer un trabajo con él y una cosa llevó a la otra y nos hicimos amigos.
»Ava se enojó cuando me pidió que le ayudará con él y me negué hacerlo. No me gustaba cuando lo hice, aunque ella pensó y piense que sí, pero todo lo hice pensando en ella. Convertirte en alguien cercano a una persona implica que sabrás cosas que nadie lo sabe, así que no quería que ella salga lastimada y bueno, al final salí lastimada yo y nuestra amistad terminó por completo cuando James y yo empezamos a salir.
—¿Y no se han vuelto hablar? —pregunto.
—No. Al principio lo intenté, incluso me alejé por un tiempo de James y traté de desenamorarme, ya que eso llevó a que nuestra amistad terminará, pero ella no me dio la oportunidad de hablar y al final no pude ignorar mis sentimientos por mucho tiempo, lo intenté, pero fue doloroso y me di cuenta que también lo estaba dañando a él.
—Quizá puedas aclarar las cosas con ella ahora.
Ella niega con la cabeza.