22.Jake

15 días.

Había pasado las últimas dos semanas en un completo duelo. Lamentándome de mi misma.

De lo estúpida que fui.

Lo incrédula. Y lo peor era que ni siquiera tenía a algún amigo para compartir mis penas , porque todos estaban ocupados atendiendo a sus celebraciones, o grabando un disco,o una película.

Supongo que esas eran las consecuencias de salir con personas famosas.Nunca tenían tiempo cuando uno los necesitaba.

Y la única persona “normal” que conocía , vivía cruzando el pasillo, pero ni siquiera me hablaba.

Me paré de la cama en la que había estado hundida por los pasados 15 días . Mi pelo era un desastre, enmarañado en un moño que pasaba de ser sexy, las ojeras que tenía bajo mis ojos difícilmente desaparecían con maquillaje y mi piel se veía asquerosa.

Para sumarle más dramatismo a la situación , juraba que había engordado más de 2 kilos , porque mi único alimento en este tiempo había sido pizza y helado. Juraba que el repartidor las últimas veces que vino aquí  me miró con lástima.

Miré una vez más esa triste imagen que el espejo me devolvía ,limpié la mancha de comida que descansaba tan pacíficamente en mi mejilla y me dirigí al baño.

Yo era la única que podía dar vuelta esta historia y eso es lo que haría. Después de todo el tiempo seguía corriendo y yo seguía sola.

Salí de la ducha una hora después, con el corazón un poco más sano y con una pequeña sonrisa en mi rostro.

Me puse mi remera favorita, una de un recital de “Queen” al que había ido mi madre el día que se conoció con mi padre y unos jeans oscuros junto con unas botas borgoñas que combinaban a la perfección.Até un pequeño pañuelo en mi cabeza y me maquillé un poco para poder verme más como una persona y menos como un zombie.

Decidida caminé los metros que me separaban de su departamento y golpeé su puerta.

A diferencia de otras veces, en aquella ocasión la misma se abrió inmediatamente.

Cuando su cara apareció detrás de esta, ondeé un pañuelo blanco sobre mi cara.

-Bandera blanca, por favor.

Me miró por unos minutos y en ese tiempo me sentí morir una y otra vez.

-Me estás pidiendo una tregua?-enarcó una ceja pretendiendo verse serio pero podía ver la diversión en su rostro.

-Pues …si-miré para abajo.

-Está bien.

Extendí mi mano para poder sellar nuestro trato y reactivar nuestra alianza pero Jake tenía otros planes.

-Ven aquí-dijo tomándome a mi y a mi boca por sorpresa.