Aquel hombre se encontraba un poco embobado por el escote de la hermosa chica. Y vaya que se moría ver ver aquellos senos otra vez. Pero quedó totalmente desconcertado con lo que le dijo la muchacha.
Carraspeó un poco y se reincorporó a su postura sería.–Mmm, ¿Sabes? Es interesante que digas eso, porqué...–Nunca te oí quejarte mientras lo hacíamos.–Le sonrió de una forma burlesca.
–Eres tan patético, Máximo. ¿Enserio nunca te has dado cuenta cuando una mujer finge un orgasmo?–Sonrió burlesca ella también, dándole un guiño.–Aparte, estoy segura que él señor Holland sería el tipo de hombre que haría que cualquier mujer tuviera un squirt.–Pudo notar como aquel se empezaba a poner rojo de furia. Ésta simplemente sonrió y se fue a su asiento de trabajo.
Aquellas palabras no lo habían dejado para nada contento, de hecho le tenía un poco más de rabia a su nuevo jefe. Dispuesto a responder, no pudo. Fue interrumpido por una voz femenina un poco Eufórica.
–¡Rose! ¿Cómo estás?–Le sonrió.–Vine a entregarte esto.–Dejó la pila de carpetas.–¿Ya conociste al señor Nolan?–Preguntó mirando hacia la dirección de Nolan.
–Sí, de hecho nos conocemos desde hace mucho, ¿cierto Roselyn? –Se levantó hacía donde se encontraba Anny y Rose.
–Sí.–Respondió cortante.
Anny notó la tensión en el ambiente, se estaba empezando a sentir incómoda.
–Pues increíble, yo creo que ya les explicaron todo. Mm, me iré.–Aquella le sonrió a ambos y caminó rápidamente a su oficina. Incomodidad a mil.
Dieron las 8:00 pm. Hora de irse, feliz porque Máximo no la molestó más después del intercambio de palabras. Podía notar como aquel Griego estaba tan molesto, y la sonrisa de esta era tan grande.
Lista para irse, pasó por al lado de éste.
–Ten una linda noche.–Sonrió falsamente.–Espero que hayas podido cumplir tu sueño de agrandar tu pene, cariño.–Río y sé fue rápidamente sin esperar respuesta de él.
Estaba parada frente a la puerta de su casa, pero no conseguía las llaves de su casa.
–Mierda.–Murmuró.
–Hola...–Aquella pegó un brinco del susto, volteó a ver quién le había hablado.
–Tom, hola. Me asustaste. –Estaba un poco nerviosa, aquel estaba sin camisa, con solo un short y su cuerpo se encontraba mojado completamente, quizás el tenía una piscina en su casa.
–¿Algún problema? Te vi un poco desesperada.–Le sonrió, sabía que aquella se estaba colocando roja.
–Eres muy sexy.–¡Santo Jesús! Lo había pensado en voz alta.–Perdón, yo no qui...–Fui interrumpida.
–Y tu muy preciosa.–Se acercó a ella, bajó la mirada para ver mejor su cara.
–Ten-tengo que... Que irme.–Retrocedió mirándolo mientras buscaba sus llaves desesperadamente, las encontró y no dudó en entrar a su casa.
¿Que acababa de pasar? Sentía en su cuerpo un fuego intenso. Se había excitado al verlo de esa forma. Apenas se conocían. No podía ir y decirle "Vecino, quiero follar"
¿Que se supone que debía hacer?
Se encontraba en su bañera tomando relajante. Y lo más increíble, era que no se sacaba de la mente a su vecino y ahora Jefe. Y aparte, ¿En que momento se fue? No lo vi irse.
9:00 pm.
Se encontraba contemplando la idea de comprar un consolador. Sabía que ya era mujer y debía de pensar cómo una puberta, pero su vecino o jefe ya no sabía cómo decirle, le había encendido bastante hoy. Tomó su celular y se metió en Instagram, lo buscó. Tom Holland.
Habían varios, pero sin duda, lo encontró. Follow, se encontraba mirando sus publicaciones. Y sintió el toque en su puerta.
Se paró a abrir.
–Pensé que estabas dormido, por eso no pase a verte cuando llegue mi amor.–Besó su frente y lo hizo pasar, cerrando la puerta.
–Mm, sí. Estaba viendo una película, pedí pizza. ¿Vas a querer?–Sonrió su pequeño bebé. Esta se enternecia cada vez que este sonreía, la hacía tan feliz.
–Ow mi bebé. Si, querré, ¿oye y cómo te fue hoy?–Preguntó sentándose en la cama al lado de éste.
–Sí... Eso.–Pudo notar su nerviosismo y una sonrisa tonta. Uy, alguien está atraído por una chica.
–¿Te gusta una chica?–Ésta agarró las manos de este con emoción, sonriendo.
–Es nueva. Se llama Lilith, y hoy se sentó a mi lado.–Susurró de forma baja, pero logré escuchar lo suficientemente para saber que mi pequeño hermanito le gustaba una chiquilla.
–Uh, entonces... ¿Porque no le llevas un regalo? Algo simple pero que siempre nos gusta a las chicas.–Sonreí.
–¿Flores?–Preguntó frunciendo su ceño.
–Mmm, también pero no. ¡Chocolates!–Le dijo entusiasmada.
Aquel se iba a disponer a responder pero pudo como el timbre sonaba, extrañado miró la hora de su celular 9:30 pm.
Que raro, ambos se miraron extrañados. ¿Visitas a esta hora? ¿Quién toca el timbre a esta hora?