Capítulo 1

Soy Nieve Vigée Le Brun, tengo 23 años, vivo en uno de los apartamentos más lujosos de Bordeaux en parís, cerca de mis amigas Lorain y Stela con las que suelo reunirme los días festivos y tardes libres de domingo. A mi edad he logrado ser toda una profesional en la rama de cata de vinos, egresada de una de las universidades más prestigiosas del país, además de tener un trabajo estable el cual disfruto muchísimo.

Nuestra frase favorita es “Aquí se come y se bebe muy bien” los prestigiosos vinos de Bordeaux acompañan a la perfección toda la variedad de la gastronomía francesa, las hermosas playas están a una hora del departamento, sin olvidar las agradables aguas de la cuenca de Arcachon que son mis favoritas.

Viví mi infancia en el viñedo que era de mi padre, en una finca donde se cultivaba la mejor vid y la elaboración de vinos, al entrar en la adolescencia mi padre me enseño todo sobre vinos y licores, recuerdo que a escondidas de mi madre me daba a probar para enseñarme a distinguir entre los gustos, los olores y el tiempo de fermentación, además de la calidad de la fruta.

Por eso hoy he escogido esta profesión; probar y examinar vinos y licores es lo más placentero para mi, sin olvidar el jugoso sueldo mensual de diez mil dólares que se me otorga, solo por realizar un trabajo que consiste en reconocer un buen vino, aprender sobre su proceso de creación y degustar su olor, sabor y color. La compañía me deja disfrutar de los beneficios de no tener que pagar renta y recibir todo tipo de vinos a cambio de publicar mi experiencia como catadora en los blogs y redes sociales.

Una vida “aparentemente perfecta” ¿no?