Hoy desvincularon a dos personas, esas dos que yo consideraba más intolerables, mi alegría no fue disimulada y por suerte, era compartida. Hoy también no tendría que hablar con nadie, el sistema tenía defectos por lo que tendríamos contacto por medio de correos electrónicos, a la vieja/nueva usanza.
Por desgracia mis auriculares estaban rotos, pero al mencionarlo no dudaron en conseguirme algunos, los cuales al ser de baja calidad no tenían esa molesta goma que tan de moda estaba. Eso se metía en lo más profundo del oído, ¿cómo podría resultar cómodo?.
Con mi playlist preparada me dedico a teclear y fingir que escucho a mis compañeros cuando en realidad estoy muy concentrada en mi mix. A lo lejos puedo escuchar como quieren poner música para todos, me hago la desentendida, su música no era más que ruido de dos acordes en repetición, no necesitaba eso en mi día perfecto. Sigo mi trabajo en coordinación con las melodías, pero una mano me nubla la vista con movimientos rápidos. Miro para atrás y mis líderes estaban allí, querían hablar conmigo, "te gritamos varias veces, se ve que los auriculares al fin resultaron buenos", sonrió forzosamente y me levanto a seguir su camino. Estaba acostumbrada a estas reuniones, eran mensuales y nada preocupantes, un solo empujón de autoestima.
Tomo una botella de agua de la sala sin darme cuenta que hay alguien sentado en ella, lo saludo y le pido perdón pensando haberme equivocado pero ahora el resto de mis supervisores están sentados junto a él. La más amistosa de ellas me lo presenta como Dallon, el saluda a cada uno quien se comienza a presentar cuál entrevista, y yo me siento cada vez más perdida.
- Mi nombre es...
- Lina, lo sé, me han contado de ti.
Sus palabras me resultan algo brutas. La supervisora amistosa explica que es un nuevo ingreso gracias a una pasantía de su universidad. Me seleccionaron para que esté junto a él en el proceso de aprendizaje, estaremos juntos en una oficina aparte, donde no habrá tanto ruido y podrá hacerme las preguntas que necesite. Ninguno habla y siento que será una difícil semana, o mejor dicho mes, un mes entero junto a alguien con menos carisma que el mío, y eso era decir mucho.
Nos dejan las horas restantes para que le muestre el lugar y "hagamos migas", solo falta que le saquen una foto y le den el delantal de infantes mientras lo ayudan al ir al baño. Increíble.
Lo hago caminar de manera pausada por los lugares que creo serán realmente útiles, como la cocina, las máquinas expendedoras, el baño y la comida gratuita. Me pregunta si contamos con algo más reservado y pienso inmediatamente en mi escondite secreto detrás del edifico, niego con la cabeza y le indico que si necesita puede estar en una "salita", no las usan mucho y son aisladoras del sonido. No parece muy contento por lo que con un esfuerzo sobrehumano le digo que si tiene el suficiente cuidado puede ir a la terraza a eso de las seis de la tarde, nunca hay nadie y el guardia sale a su descanso a esa hora. Parece más animado pero aún así no puedo quitarle conversación, no sé para que me molesto.
Le digo que tengo que volver a buscar mis cosas y me quiere esperar, niego diciendo que suelo demorar, su respuesta es "no tengo apuro". Genial, se está tomando la pasantía muy literal. En mi lugar saludo a mis compañeros y me dirijo con el niño al ascensor. Le pido que esperemos el siguiente.
- ¿Supersticiosa?
- Alguien murió allí hace unas semanas.
- Oh si, lo escuché, bueno ese empleo ya casi no es necesario.- lo miro incrédula por la sensibilidad de su comentario, igualmente accede a esperar el ascensor siguiente. Una ves dentro de la cabina me limito a mirar las noticias para evadir el asunto social, parece que Dallon no está interesado en ello.
- ¿Cuál de esos botones frena el ascensor?
- ¿Disculpa? - Balbucea acerca de un manual y deseo por fin pisar el suelo firme.
Noto que al bajar estamos tomando direcciones separadas, era claro, si tiene una pasantía en su primer año de universidad, es muy probable que se dirija al garaje para buscar su propio auto. Se ofrece a llevarme más por compromiso que por placer y claramente no lo acepto, el frío irá junto a mí hasta el autobús. Saluda de nuevo cuando su celular comienza a sonar, "promociones" comenta él y le pido que atienda, "es un trabajo solo di que no te interesa".
- ¿Hola?.- con una pose en desgana escucha mientras se va enderezando hasta quedar serio y rígido, algo confundido me extiende el celular.- Lina, quieren hablar contigo, es para ti.