¿quien dice que no existimos? Ojos Violeta

Capitulo 12. Queena y Alix

  Eran las 00:00 de la noche y Maia no conseguía dormirse, mientras que las demás ya estaban dormidas. Maia y Jessica dormían en la misma habitación y las demás en otra.

    —No entiendo que me pasa—pensó mirando a su alrededor. Se puso sentada con los pies en el suelo. —Esas niñas… seguro que son eyepow.

  Se levantó de la cama y se fue hacia la puerta intentando no despertarla. —¿Y esto? —se preguntó al ver una extraña luz en la alfombra, y como curiosa que era, quitó la alfombra de en medio y vio un gran símbolo de un ojo violeta.

    —El símbolo de los eyepow…—Se dijo a sí misma. Como ella era una eyepow, la puerta la detectó y se abrió. Y entró dentro.

  Eran escaleras antiguas de madera, pero resistibles, bajaba mareada por las vueltas que daban los escalones hasta llegar al suelo. El mismo hombre de antes estaba de espaldas haciendo algo que no veía.

    —Hola—Dijo sin mirarla.

    —Em… ¿hola? ¿Qué es todo esto?

    —Bienvenida a la guarida eyepow.

  Maia se quedó sin decir nada y algo confundida se acercó al centro de la habitación, el señor le ofreció asiento y le empezó a explicar.

    —Soy un eyepow como tú y mi poder es la detección.

    —Así que ya sabias quien era.

    —¡Hey! ¡No vale! Eso no es justo—Se indigno la pequeña de las hermanas que venía corriendo.

    —Alix, tenemos visita, no grites por favor.

    —Es la chica miedosa de las arañas.

    —¡Alix!

    —Es verdad, ¿no te gustan las arañas? —Preguntó la grande.

    —¡Qüeena!

    —No se preocupe. Todo el mundo tiene miedo a algo, pero no podemos burlarnos de nadie por eso.

    —¡Tienes miedo a las arañas! —Canturreo la pequeña Alix.

    —¿Que poder tienes? —Preguntó Qüeena curiosa.

    —Tengo telequinesis.

    —Tu movías el candelabro ¿verdad? —Maia asintió. —Yo tengo otorgamiento y mi hermana Zoopatia.

    —Así que tu controlabas a los bichos, buena jugada Alix—la pequeña se puso detrás de su hermana mayor. —¿Cuantos años tenéis?

    —Yo tengo 8 y mi hermana 6.

    —¿Y vuestros padres? —las niñas no dijeron nada y bajaron la cabeza.

    —Su madre murió cuando nació Alix y su padre, bueno…

    —Lo tienen secuestrado.

    —Qüeena.

    —¡Es la verdad! Los humanos no soportan que tengamos habilidades, tienen a nuestro padre prisionero y no lo van a dejar salir nunca.

    —¿Dónde está vuestro padre? ¿Quién lo ha secuestrado?

    —No lo sabemos, pero deduzco que es el departamento de investigación del gobierno.

    —¿No volveremos a ver a papá? —la pequeña miraba a su hermana quien tenía el ceño fruncido y las manos como puños.

  Maia se dirigió hacia las niñas y se puso de cuclillas delante de ambas. —Alix, Qüeena, os prometo con mi vida que vuestro padre volverá con vosotras—se levantó. —No se van a salir con la suya—su mirada fija en ellas les dio esperanzas y por fin sonrieron.

    —Gracias—la abrazaron. El señor estaba preocupado, pues sabia lo peligroso que se habían vuelto los del departamento de investigación.

  Maia subió después de hablar con el dueño de la mansión. Cuando iba a entrar a su habitación Queena le hizo una pregunta desde las escaleras.

    —Maia—se giró. —Cuándo te vayas… ¿volverás a visitarnos?

    —Estaré encantada de volver.

    —Me ha alegrado conocer a otra como nosotras, hasta mañana, Maia.

    —Hasta mañana Qüeena…



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En el texto hay: poderes magicos, secretos y venganza, vidas ocultas

Editado: 07.04.2021

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