El pasado de Roberth Segunda parte:
Un dia estaba sentado en un parque cerca de un centro comercial, pude ver como los niños jugaban y reían, eran completamente felices sin ninguna preocupación, sin deberes, sin preocuparse que tienen que ir a trabajar, sin preocuparse que tienen que llevar comida a su mesa, tienen una vida buena desde pequeños, una buena infancia, una buena vida.
Siempre desee tener un hijo con la persona que mas amo, esa persona para mi es la diosa del olimpo. Noe siempre a sido una persona muy especial para mi, es mas especial que mi propia familia, pero si tuviera que elegir entre noe y mi propia familia, elegiría a ella. Mis amigos me apoyan en todo pero no lo hacen en el caso de mi amor a una mujer prohibida, dicen que es una locura, dicen que es mejor dejar eso en el pasado pero mi amor por ella puede todo.
En la oficina...
-¡Robeth!- Escuche la voz de mi asistente, entro a la oficina con unos papeles en la mano- Toma- Dice inclinándose dejando ver sus pechos, agarre los papeles y empece a revisarlos. Seguía inclinada dejando ver sus pechos
-¿Necesitas algo?- Pregunte, sonríe coquetamente
-La verdad...-Dijo caminando poniéndose encima de mi escritorio- Necesito de ti- Dijo quitándose su camisa quedando su pecho desnudo
-Pon seguro a la puerta- Camino hasta la puerta y puso seguro. Enseguida se bajo la cremallera de su falda ajustada a su cuerpo y dejo ver su ropa interior negro de encaje, camino hacia el escritorio. Tiene un cuerpo bien formado, la ropa de encaje le queda a la perfección- Pero lo que pase aquí no puedes decírselo a nadie de la empresa-Dije poniendo mi mano en su cuello y suelta un pequeño quejido.
- Esta bien- Dice mordiendo fuerte sus labios, no aguante mas la tentación y sentir placer. Empece a besarla mientras acariciaba sus pechos.
Puse mis manos en sus pechos, los acaricie rústicamente y mientras que te los apretaba con fuerza, movía sus caderas hacia adelante y hacia atrás, mientras que soltaba quejidos. Me despegue de ella y quite todo sobre mi escritorio, me quite lo que me quedaba de ropa e hice lo mismo con ella. Mis manos jugaban con sus piernas y pechos, bese sus pezones, luego su cuello. Sin embargo, comparando el aroma de ella y con noe son muy diferentes. Ignore esos pensamientos, seguí jugando con su cuerpo, se acostó sobre el escritorio con las piernas rodeadas en mis caderas y la penetre.
Mis embestidas eran duras tanto que sus gemidos eran fuertes, tuve que ponerle su camisa en su boca para que nadie escuchara los gemidos. Sus gemidos fuertes hacían que eso fue lo único que se escuchara en mi oficina.
-¡Ah!- Se quejo
La cambie de posiciones y puse su pecho que pegara del escritorio, su espalda quedando completamente libre, abrí mas sus piernas y la volví a penetrar, su cuerpo chocaba con el mio. Entre tantos gemidos llegamos al clímax juntos, mi cuerpo lleno de sudor al igual que el de ella. Me senté en la silla con mi pantalón puesto para descansar un poco, ella se puso su ropa interior nada mas. Camino hacia mi y se sentó encima de vi, miro a los ojos.
-¿Te gusto?-Pregunta
-Si-Dije poniendo mis manos en sus caderas- Necesito que no le digas nada a nadie-Dije neutral
-No le dire nada a nadie- Me beso.
Nuestras lenguas jugaban, mientras que pasaba mis manos por sus piernas, su piel morena, su piel de color miel. Demonios esta buena mi secretaria. Sin embargo, que tenga mucho años con ella en el trabajo es buena compañera la conozco desde que entre a la empresa, pero los años pasan y se volvio completamente buena.
¿Le estoy siendo infiel a Noe?
No creo que le este siendo infiel, ella tiene sexo con su esposo y conmigo, ¿Que mas?, no voy a preocuparme por esto, por el simple hecho de que yo haya tenido sexo con mi secretaria, eso no tiene nada de malo pero si llega a saber que mi jefe o cualquier persona de aquí, estoy muerto por eso le pido que no diga nada, no quiero que todo lo que e conseguido se vaya a la mierda por tener sexo con mi secretaria en mi oficina, ¿Que culpa tenemos nosotros de que nuestras secretarias sean siempre sexys? Casi siempre las secretarias son así, sexy, buscan sexo con su jefe, buscan atención del jefe, busca seducirlo para luego llevarlo a la cama y que caigan al sus pies. Eso es lo que pienso yo de esto, no se que es lo que se trae en manos mi secretaria, pero sea lo que sea debe ser algo malo.
Después de estar ya en mi casa, en mi solitaria casa cocine la cena para comer, siento que comprar comida en la calle es peligroso, a la vez sabroso y a la vez peligroso por que nosotros no sabemos si eso esta bien lavado, si de verdad eso no esta vencida la carne... Ect... Pero debemos tener cuidado al comer comida en la calle. Un día compre comida en un puesto que estaba en una plaza y al día siguiente amanecí con vomito, esa fue la razón que deje de comer en la calle. Lo recuerdo y me dan ganas de vomitar, pero estaba sabroso se puede decir que valió la pena.
Editado: 25.05.2018