¿quién es el Asesino?

Once

 

A s t r i d
 


Aleix estaba aquí.

Verlo aquí provocó que mi corazón se desembocara, es una sensación de ira, impresión y un extraño mal sabor de boca. Intento respirar con normalidad y lucir como tal, pero era tan difícil, después de todo él era mi ex, ese mismo que me engañó con otra y ahora viene a mi casa descaradamente.

—Astrid, cariño…

—¿Qué quieres? ¿Por qué estás aquí? —mi voz era amenazante, pero no más que las líneas que se formaban en mi rostro.

—Escucha, te necesito a mi lado, eres lo único bueno que ha pasado en mi vida —ha intentado acercarse a mi, pero no se lo permito, solo doy seguidos pasos atrás y él se detiene cuando se percata —, lo lamento, pero quiero que sepas que te amo.

Claro, me amas.

Mi lengua me pesaba, muchos pueden creer que lo que sentía por él era solo algo trivial, algún pasatiempo, pero no. Aleix fue mi primer amor de verdad, me enseñó muchas cosas y entre ellas estaba las diversas formas de ver el mundo. 

Recuerdo cuando iniciamos nuestra relación; comenzamos siendo amigos con derecho, teníamos sexo y nos besamos a escondidas, luego los sentimientos fueron creciendo y decidimos que era el momento de estar juntos.

—Ya te perdoné —aclaro mi voz y alzo mi rostro poniéndo todo mi cuerpo erguido.

—¿En serio? Pensé que… pero ¿por qué estás tan distante?

—Que te haya perdonado no significa que vuelva contigo, esto ya no funciona.

Aleix me ayudó a superar muchas cosas, como la separación de mis padres, las burlas que sufría por ser la "nerd" gorda y fea. Todo, él me motivó a ser como soy ahora.

"—Ya no llores, yo estoy aquí y no me iré jamás a menos que tu me lo pidas —dijo aquella vez mientras acariciaba mi mejilla y secaba mis lágrimas —. Repite estas palabras conmigo y te prometo que te sentirás mejor. "Eres fuerte, eres hermosa y eres una diosa".

—Soy fuerte, soy hermosa y soy una diosa.

Soy fuerte porque él me enseñó a serlo y porque yo me motive a lograrlo, soy hermosa porque aprendi a amarme tal como era en ese entoces y soy una diosa, porque luché para conseguir lo que quería, luché por mi.

 Me dolía más tenerme que alejar. Tal vez nuestra relación perdió mucha fuerza desde hace meses antes de irme de los Ángeles, sin embargo nos queríamos y si él quería estar con alguien más, mejor me hubiera dejado antes.

No me duele el hecho de que me engañara, sino que tuve que darme cuenta de ello, y más de esa forma. En parte, me dejó de hablarme en cuanto llegué. 

—Aquí estás… —Levi se aparece por el pasillo y se queda mirándonos a los dos, tenía los labios hinchados.

Ash, es un idiota ¿acaso tenía que salir? ¿No podía quedarse metido allá?

—¿Interrunpo? —pregunta cínicamente.

—¿Quién es él? —cuestiona Aleix.

Me quedo pensando mi respuesta en un corto momento, pero Levi se me adelantó.

—Soy Levi, un compañero de clase —se acerca rápido para darle la mano, pero la baja en cuanto escucha a mi ex.

—Soy Aleix, el… —me mira con algo de tristeza, pareciese que la palabra de lo que somos le costaba ser pronunciada.

Levi se ríe levantando un polvo de confucion en Alexi y yo.

—¿Aleix dijiste? —el moreno afirma con un movimiento leve de cabeza —, vaya, así que tu eres el charco de mierda que le pego los cuernos a Astrid

Joder.

—Levi…

—¿A que viniste aquí? ¿No me digas que quieres volver a por ella? —prosigue, cada palabra que decía parecía ser un puto chiste muy malo y yo ya estaba cansadome de este circo.

–Levi…

—¿Qué te importa? —la cuestión de Aleix tenía un tono calmado, pero algo irritado.

Esa era una de las cosas que me gustaban de él, no se alteraba muy fácil, me recuerda a Raws.

—Ay, estás a la defensiva insiste continuando con su tono burlón —¡pues deberías! Eres un capullo, Astrid rompió su móvil cuando terminaron y si no lloró fue porque yo estuve a su lado.

¿Qué mierda? Osea, puede que tenga razón, pero...

—Lo lamento, no quería hacerte daño –mi ex se vuelve hacia mi.

—Tus palabras ya están muy trilladas, mejor busca algo mejor que decir.

Se burla a carcajadas y todos nos ponemos tensos. Esto se estaba saliendo de control.

》—Ni siquiera mereces que ella te reciba.

—Levi para, ya deja de hablar —le advierto ya sacada de quicio —, no necesito que hables por mi.

—Pero es que ese idiota…

—¿Acaso no me escuchaste? ¡deja de meterte! Este no es tu maldito asunto —no quería gritar, pero ya era demasiado tarde.

—Solo intento que este mal nacido no te vuelva a dañar, no te merece.

—No permitiré que me hables de esa forma —Aleix se tensa inmediatamente, esto está mal.

—¿Y si quiero hablarte así que harás? ¿Vas a golpearme? —lo más molesto no son sus palabras, sino la forma en las que las decía. 

—No porderé mi tiempo contigo.

—¿Ah no? —Levi le da un pequeño empujón en el pecho, acto que de inmediato altera a Aleix.

Y Aleix no se molesta fácil.

El moreno se acerca y también lo empuja. Esto iba a ponerse feo, pero no lo permitiré. Me meto en el medio de los dos.

—Aleix, está bien, ya fue suficiente por hoy, por favor marcharte —él le da una última mirada a Levi y asiente para después irse.

Suspiro mientras lo veo alejarse y después salir por la puerta. Cuando ya no quedaba su rastro me vuelvo hacia Connor y cruzo los brazos. 

—Solo te haré una pregunta ¿Quién te dio el derecho de meterte en mi vida? 

—Ese idiota solo quiere lavar tu cerebro y yo solo deseo defenderte.

Ahora soy yo la que se ríe.

—¿Defenderme? ¿Crees que necesito que me defiendan? Además, no te pedí que lo hicieras —sus palabras no ayudaban mucho, mi enojo solo aumentaba más y más —¿Sabes algo? Tu también lárgate.

—¿Qué?

—Quiero que te vayas ahora, eres un jodido idiota, no entiendo quién te dijo que necesitaba que ayudaras ¿qué te hizo pensar tal idiotez? —pongo los ojos en blanco.




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