Capítulo III

If I'm so special, why am I secret?
Yeah, why the fuck is that?

Teacher's pet- Melanie Martínez

Blair Waldorf.

Miraba la pantalla de mi móvil, estaba en negro.
Hace minutos se había apagado y yo seguía pensando en lo mismo.

¿Podría confiar en un desconocido?

No, no podía... pero, ya lo había hecho antes.

Gracias a él, estaba aquí.

Volví a encender la pantalla de mi móvil y le escribí al hacker.

Yo:
¿Sabéis lo sospechoso que eres?

Me fui al tocador del baño mientras esperaba su respuesta, o bueno, que tuviera el coraje suficiente.
Hice una mueca al notar que las raíces de mi cabello, castaño, no me gustaba para nada.

Me recordaban a ella.

Tome algo de tinte rubio con la brocha, aplicándolo. Siempre lo llevaba a donde fuera.

Mi pequeña memoria me hacía malas pasadas recordando mi vida con ella, antes de perderla.

<<—Siempre seré team dark romance

—Eso me hace cuestionar tu moral —le respondí mientras reacomodaba el marco de mis lentes.

—Si, pero es mejor un loquito millonario a un loquito pobre.

—A veces me preocupa tu salud mental, Sayani

Su sonrisa era dulce y diferente, siempre era tan ella. Me revolvió el cabello castaño antes salir por la puerta del baño.>>

Tire la brocha al lavabo dejando que el agua corriera.

Quite los guantes de mala gana tirándolos también, sujetándome el pecho, grandes lágrimas caían de mis ojos.

Sayani...

La única persona para mí y me la quitaron.

Me metí a la ducha llorando mientras dejaba el agua correr sabiendo que el tinte se caería, pero realmente no me importa en ese jodido instante.

~°🎭°~

Hace media hora me respondido el desconocido y aunque las entrañas me indicaban a que lo revisará todavía estaba regulando mi respiración del llanto que había cesado a mitad del baño.

Ya era hora de hacerle frente a la situación, Blair Waldorf no era una cobarde.

No soy una cobarde.
No soy una cobarde.

Así que tome el móvil y abrí el chat.

¿?:
Esto es mi protección.
Mantén la mente abierta.
Tendrás el acceso de la nube de Keira.
Con algo de suerte, encontrarás algo útil.
¿Estás allí?

Esto era una locura, ¿yo haría algo como eso? Sin duda alguna y en mi sano juicio diría que no.

Sano... que digamos sano juicio, no tienes.

Respire profundo antes de conectarme.

Yo:
Esto es ilegal.

¿?:
No es de importancia.
Esto es algo mucho más grande que simplemente robar datos.
Además, nadie se enterará si es lo que te perturba.
Volviendo al tema:
En la nube de Keira encontrarás todo, solo deberás descifrarlo.
Recuerda mantener la mente abierta.

Arrugue el ceño viendo la pantalla. ¿Cómo cree él que yo haría eso? Ni siquiera pude pasar el nivel 50 de Candy Crush.

¿Existirá un tutorial de eso en Youtube?

Yo:
¿Con lo de mente abierta te refieres a contenido para adultos?

O sea, yo no lo juzgo pero prefiero el dark romance.

¿?:
¿Qué?
...
Concéntrate, tengo que confiar en ti.
Si encuentras algo útil, pásamelo.

Yo:
Con la condición de que me lo muestres.
La información, claro.

Tecleé rápidamente, lo único que faltaba era que un loquito pensará que le quería ver algo.

¿?:
Lo que sea crucial, si.
El tiempo se escapa de mis manos.
Para que te quede claro: esto es entre tú y yo.
Sin palabras a terceros.

¿? Offline.

¿En que rayos me estaba metiendo ahora?

¿Podría confiar en él?

¿Por qué no me daba mala espina como los demás?

~°🎭°~

Sabía muy bien que esa noche no dormiría, y no solo hablaba por todo lo que estaba viviendo, ni por el ruido de las ramas de los árboles chocar.

Era porqué odiaba soñar.

Odiaba soñar, siempre la recordaba a ella, su cabello castaño, sus ojos dulces. Mi pecho se apretó como siempre lo hacía cada que la recordaba.

Era mi hermana, y nadie pago por lo que le hicieron, nadie pago por el dolor que me causaron.

Pensaron que un simple "el culpable se fue de la escena y no hay cuerpo" me dejarían tranquila.

Tome la foto de Keira Knightley que imprimí, miré mi afiche y con un alfiler puse su foto en medio.

Keira Knightley era la sospechosa número uno de la muerte de mi hermana y la encontraría, ella sabía que le pasó a mi hermana.

Después de todo, Shellbey no podría esconder bien sus secretos.

Ni siquiera Keira Knightley.

Era hora de comenzar a buscar al culpable, era hora de empezar a jugar.