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No había descansado bien, quiso por un momento olvidar todo lo que sucedió, pero termino soñando con su amigo castaño y despertó sintiéndose confundido. Nunca había pensado en Taehyung como algo más que un amigo o un hermano, sus sentimientos no habían evolucionado de esa manera, le había pedido que le diera la oportunidad de verlo como hombre y la imagen de él y Taehyung besándose, no le resultaba tan desagradable, pero eso no quería decir que le gustaba. El camino a la universidad fue rápido, habían ido en el auto de Namjoon y el camino fue total silencio para su sorpresa, pero agradecía aquello, así tenía tiempo para pensar mejor las cosas.

- Debes decirle a Jimin que ya sabes quién es JP —el morocho apago el auto.

- Si —respondió.

Camino a su casillero se sintió observado, miro a su alrededor y no reconoció a nadie al que fuese cercano. Abrió su casillero y de manera rápida cayó al suelo un pequeño trozo de papel.

Kook,

Almorcemos juntos hoy ¿sí?

Att: Tae

Una pequeña sonrisa de formo en sus labios de manera inmediata, esperaba que el ambiente no estuviera incomodo hoy, porque estaba a punto de tener un gran colapso nervioso. Tomo la nota y la guardo donde tenía las demás, dejo su mochila y se dirigió a su primera clase del día.

Las miradas se hicieron presentes, las personas se quedaban observándolo por demasiado tiempo y le echaba la culpa a las inmensas ojeras que acompañaban su rostro, se veía horrible sin dudarlo. Yeri se encontraba ya en el aula, apenas noto la presencia del pelinegro se acercó y le dio un corto abrazo.

- A un día de nuestra salida a cine ¿Preparado?

- ¡Claro! —dijo sonriendo.

- Aunque no luces nada bien ¿Dormiste mal? —pregunto preocupada.

- No —suspiro— Me siento agotado —dijo sentándose.

- ¿Quieres hablar acerca de eso?

- Gracias Yeri.

- Podemos almorzar juntos hoy si deseas.

- Lo siento, ya tengo planes de almorzar con Tae —se disculpó.

- Entonces podemos hablar mañana en nuestra salida ¿Te parece bien?

- Si.

Con una sonrisa se despidió de la chica y se quedó pensativo en su puesto, sin duda no pondría atención a las clases, su cabeza era un total lio. No tenía mensajes nuevos, pero lo único que podía observar era su celular, no tenía mensajes de sus padres como era de esperarse, simplemente se la paso viendo la galería de fotos de su celular, fotos del paisaje, fotos de los cuadros que pintaba y de todos los trabajos que había realizado. Pudo ver fotos donde salía su amigo castaño, fotos de cuando fueron a la playa, incluso fotos que se tomaron cuando fueron a cine.

Sin notarlo, su galería de fotos estaba llena de Taehyung.

- Entonces chicos, estaré organizándolos en grupos para que empecemos con el taller del mural —el profesor explicaba— La siguiente clase les pasaré la lista correspondiente, señor Jeon —dijo mirando al pelinegro que se encontraba mirando su celular— Debe dirigirse a la oficina del director, si puede en este momento mucho mejor.

Confundido por las palabras del docente salió del salón, no le importaba realmente que lo sacaran de la clase, de todas maneras, estaba por terminar. No entendía porque lo necesitaba el director, quizá era referente a que iba a dejar la carrera, quizá sus padres ya se habían comunicado con él, eso era lo más probable.

El director elogiaba sus trabajos y cuadros, eso lo hacía sentir bien y confirmaba que era bueno con sus manos, era un anciano agradable, había conversado una que otra ocasión y siempre tenía buenas anécdotas para comentarle, el director Choi no era lo que se pensaba, era divertido, amigable y algo ¿tierno? O eso pensaba Jungkook. La secretaria le pidió seguir y se encontró tocando dos veces la puerta.

- Adelante.

- ¿Me necesitaba? —Jungkook abrió la puerta.

- Jeon, adelante —dijo sonriendo.

- Buen día señor, me dijeron que necesitaba verme —se acomodó en la silla frente al director.

- Así es Jungkook.

El señor Choi era un anciano de 79 años ya, Choi JaeMin era su nombre completo, su cabello blanco casi hacia parte de toda su cabeza y era de estatura baja, era abogado además de encargarse de la universidad y como gran coincidencia era un viejo amigo de su abuelo.

- Mis padres hablaron con usted —afirmo.

- Si, quieren suspender tu semestre —dijo con total tranquilidad.

- ¿Qué? —pregunto poniéndose de pie alarmado.

- Me pidieron que no te permitiera ingresar a la universidad, no importa que el dinero que invirtieron se pierda, están empeñados en sacarte de aquí a como dé lugar, pero te digo algo —el anciano le sonrió— No me parece una muy buena idea.

- Realmente no me sorprende —el pelinegro se recostó completamente en la silla— Diría que se demoraron en hacerlo, apenas hace un día que me fui de la casa ¿Debo dejar la universidad en este momento o puedo terminar las clases del día?