fifty-two

Una semana entera se concluyó, Jimin no había despertado y el paradero del señor Park era desconocido. El doctor Song comento buenas noticias del diagnóstico de Jimin, no había señales de fractura, es decir que el golpe no había generado ninguna ruptura en el cráneo, pero si se presentado una hemorragia, la cual habían logrado detener. La recuperación dependería totalmente de Jimin. Porque, aunque el diagnostico era positivo, este aun lo despertaba.

El abuelo había obligado a Jungkook a continuar con su rutina de siempre. No permitía que se quedará demasiado tiempo en el hospital, debido a la ansiedad que había empezado a sentir cuando se encontraba en aquel sitio. Alivio sintieron todos cuando el pelinegro no se negó y aunque lo conocían por ser alguien terco, había accedido a la primera. Lo que nadie sabía era que Jungkook por su cuenta había iniciado la búsqueda del señor Park, quien era el culpable del estado de Jimin y su paradero era desconocido. Acceder a no estar 24/7 con el pelirosa, le había costado mucho al pelinegro, pero al estar ocupado buscando al maldito que dejo a su algodón de azúcar en el hospital, sentía que su tiempo era productivo.

- ¿Estás seguro de esto, Jeon? —Mingyu miraba al pelinegro con cierta desconfianza— Ya hemos estado aquí una semana entera y no hay rastros del señor Park. ¿No crees que habrá salido del país?

- Por lo que se tiene una cirugía programada en dos días, si o si debe estar aquí —Jungkook yacía cruzado de brazos, sus ojos cerrados mientras esperaba paciente señales del señor Park— Además se ha vuelto muy fanático de este casino.

- ¿Qué piensas hacer cuando lo veas? —Mingyu observo con curiosidad a su amigo.

- Solo quiero darle una lección —murmuro mientras abría los ojos y observaba el sitio— Por dejar a Jimin en ese estado.

- Jungkook… ¿No me digas que piensas matarlo?

- ¿Me crees capaz de matar a alguien?

- No lo sé —hablo con sinceridad— Sé que eres muy bueno peleando, no quiero que vayas a la cárcel por algo así. Además, Jimin aún no despierta ¿Qué crees que dirá cuando descubra que estas en la cárcel? Y por golpear a su padre. El tipo es un maldito, pero no hagas algo innecesario.

- ¿Y quién dijo que lo haré yo? —Jungkook sonrió mirando a Mingyu con frialdad— ¿No me digas que no reconoces este sitio?

- Lo reconozco —admitió dándole una mirada al local— Solías tener las peleas aquí.

Hubo un tiempo donde Jungkook empezó a depender de las drogas. Como eran su único medio para poder ver a Taehyung, aunque sea en sus alucinaciones, constantemente se involucraba en peleas y en aquel casino, era donde solía perder el conocimiento repetidas veces y pensando en aquella época, lo había disfrutado.

No la parte donde casi muerte por una sobredosis y la mirada de decepción que le había dado su abuelo le había dolido en el alma, pero si la parte donde veía a su Tae e imaginaba que tomaba su mano, como en los viejos tiempos y por pocos momentos, sentía de nuevo felicidad. En aquel sitio había hecho buenos “amigos” y lo enfrascaba en comillas, porque a ellos solo les interesaba una cosa y era obtener dinero por medio de las peleas, a Jungkook no le molestaba aquello, después de todo si algún día llegaba a necesitar un favor de esos “amigos”, estos estarían dispuestos a ayudarle.

Había recibido una información y es que el señor Park se había vuelto cliente frecuente de aquel casino que conocía tan bien y le había sorprendido. Porque quien parecía ser un hombre de bien, enfocado en su empresa, era realmente alguien despreciable. Gastaba millones en el casino y ¿Adivinen qué? Apostar era algo ilegal.

—Mingyu dio una mirada hacia la entrada del casino, encontrándose con la presencia del señor Park— Oh mierda, Kook, ahí está el anciano —susurro hacia el pelinegro— ¿No crees que tu abuelo se enojara porque regresaste?

- Pero eso nadie le dirá que estuve aquí —Jungkook miro hacia donde se encontraba aquel sujeto— Además alguien ya se está encargando de ese imbécil —hablo mientras llevaba una mano a su bolsillo y saco de este una caja de cigarrillos.

- ¡Vas a fumar! —grito el más alto— Creí que lo había dejado.

- Es solo ocasionalmente —Jungkook le restó importancia— Es hora de irnos, quiero presenciar como dejan hecho mierda a ese desgraciado.

- ¿Tengo que ir también? —pregunto con cierto miedo.

- No seas cagon —el pelinegro paso su brazo o por el cuello de su amigo— Será divertido, lo prometo.

- No lo se, Jean —Mingua respondio dudoso.

Mingua se quejaba mientras era empujado por Jungkook hacia la parte trasera del casino, en cambio el pelinegro sonreía con satisfacción. Luego de ver como tomaba venganza por su Jimin se iba a dirigir al hospital y luego al estudio, no podía faltar a su palabra con su abuelo y continuaría con su rutina hasta que Jimin despertara.

* * *

- Parece que Minie tiene mejor aspecto ¿No crees? —Franchesca limpiaba las mejillas del pelirosa con un pañito húmedo.

- Eso parece —Jin concordó con la pelirrosa— No entiendo porque aún no se despierta, Mingi dice que ha mejorado.

- Supongo que debemos de darle más tiempo, quizá Jimin esté tomando un descanso por todos estos años. Él nunca dejo de pensar en su padre y cuando lo llamaron para avisarle que estaba hospitalizado, lo primero que pensó fue en regresar. De todos nosotros, el único que no le guarda rencor a ese señor, es su propio hijo.