Capitulo 3

—Oi —me saluda el chico del piercing, con sus manos en los bolsillos.

—¿Jouji? Eh no, digo Shinohara-san.

—¿puedo pasar? —pregunta.

—eh, sí, es que… —mejor no le digo que estoy solo —ya me iba a dormir.

—ya veo, igual, con permiso —Shinohara, me aparta un poco con el hombro y entra al garaje, que está lleno de cajas.

—lamento el desorden, la mudanza es difícil.

—difícil —repite él en susurro —sí. no importa.

—¿quieres un poco de agua?

—no, la verdad, venía a hacer un acuerdo.

—¿Qué acuerdo?

—que nos ayudemos con el idioma, notarás que entiendo lo que dices, pero hay cosas que difícil entiendo.

—así que me quieres ayudar con el idioma y viceversa —Shinohara levanta la cabeza y me sonríe.

—ese sería el trato ¿Qué dices?

—pues… —¿Qué hago? Es un buen trato, tal vez tendré que repasar mis libros de inglés —sí… está bien.

—perfecto, vengo mañana —Shinohara me dio un golpecito en el hombro y salió por la puerta que había dejado sin pasador.

—espera ¿mañana? ¿a qué hora? —pero él ya se había ido.

Cerré la puerta y me recosté sobre el sillón, un súbito sueño me envolvió el cuerpo y me quedé dormido casi al segundo. En los últimos días había notado que dormía más de las horas usuales, es extraño, pero tal vez se deba al Jet lag o algo parecido.

Para cuando desperté todo estaba oscuro, las únicas luces que se veían eran las de calle, que se veían a través de las ventanas. Me levanté y una manta que estaba sobre mis hombros cayó al suelo, la dejé sobre la silla y cogí el celular para ver en la pantalla la hora: una y veinte de la mañana. Tenía la garganta seca así que fui caminando a la cocina. Me noto más cansado que antes, pero estoy seguro de que es por dormir en el sillón.

Mientras bebo el agua, me distraigo un poco viendo videos en la interfaz de noticias de Facelook, hasta que un video de chismes se reproduce de forma aleatoria, la traducción del video dice algo como << ¡Última hora! El joven empresario Yamamoto Kaito, actual CEO de Yamamoto productions está de regreso con un nuevo proyecto>> la curiosidad me pudo y reproduje el video, activé los subtítulos y empecé a ver el video, la chica hablaba sobre la trayectoria del joven empresario y de cómo en su gestión había producido tres películas de animación muy exitosas para plataformas de streaming y de la futura participación en una nueva película de acción en vivo, a su vez la chica iba colocando fotos de Yamamoto y su familia, y de cómo inspiró a su hermano para que fuese actor de voz.

Intrigado por ver que habían hecho, revisé la sección de cometarios y notaba que había una película que se repetía una y otra vez, <<Sueños de fantasía>> como había dormido lo suficiente, busqué la película y la sinopsis decía: Yako es un niño de extraordinarias habilidades, es capaz de crear portales a nuevos mundos, él lo llama “El Don”, el cual despertará la avaricia y oscuridad del mago Haku, un ser mitad humano y mitad dragón que buscará apoderarse de ”El Don” del joven Yako. Una historia que entrelazará el destino no solo del universo, sino también la de sus dos protagonistas. La película duraba noventa y seis minutos, miré el reloj nuevamente y ya eran casi las dos de la mañana, la guardé en la pestaña de “favoritos por ver” y me fui a dormir.

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Hoy se completan dos semanas desde que nos mudamos a Tokio, mi hermana está emocionada porque mañana es mi primer día de colegio. El viernes había recibido la confirmación del curso al que debía entrar, tanto por mi nivel en matemáticas (que no me fue muy bien) como de comprensión del idioma, debía quedarme en segundo año de preparatoria, más o menos el año que debería estar cursando en mi país. Para mi buena fortuna había pasado todas las tardes de la semana con Shinohara-san practicando el idioma:

—…debes aprender a vocalizar bien, como ya debes haber notado, nosotros no tenemos la letra “r” en nuestro vocabulario, así que es difícil de pronunciar.

—bueno eso explica muchas cosas —Shinohara y yo estábamos sentados en el suelo junto a la ventana.

—ah dejémoslo por aquí estoy cansado y tu no estás muy interesado.

—¿eh? ¿de qué hablas?

—tienes la cabeza en otro lado —Shinohara-san me pego con un dedo en la frente.

—¡Auch! Eso duele —dije mientras me sobaba la frente —aunque supongo que tiene razón. Paremos por hoy.

Un silencio incomodo se apoderó de nosotros y fue Shinohara-san quien rompió el ambiente:

—¿entonces irás a esa escuela para famosos cerebritos? —dice señalando el uniforme en la puerta.

—sí mi hermana y mi cuñado me inscribieron, pero no sabía que era una escuela de cerebritos.

—por aquí es muy famosa, dicen que quienes estudian allá no solo son inteligentes, sino que son la gente más top del mundo de la farándula.