Quiere me como yo te quiero

Capítulo 10.1

Me senté en el sillón nuevamente, incrédulo de ver el número y el nombre en mi celular, era la primera vez que Gwen-san me llamaba ¿habría marcado por error? No, eso no parece ir con su personalidad.

¿Debería llamarlo? Y si no contesta, y si me dice que ya no quiere hablar, creo que me voy a volver loco yo solo.

Bueno ya, lo voy a llamar y listo. Marque el número de Gwen-san y el tono de marcado sonó cuatro veces antes de ser contestado:

—Y-Yamamoto... —la voz de Gwen-san parece nerviosa —ho-hola.

—hola.

—eh, bueno, yo quería, no, n-no es que… —está hecho un lío —si está ocupado, p-puedo d-devolver la llamada l-luego.

—Gwen-san, está bien, tengo bastante tiempo, por eso he devuelto la llamada ¿ocurre algo?

—sí, más bien no, no es que pase algo, es…eso solo que…

—está bien Gwen-san, no-

—no, Yamamoto no entiende, quiero disculparme correctamente, —¿disculparse? —ahora que se la verdad, no puedo hacer de cuenta que no ha pasado nada.

—¿Disculparse? No entiendo muy bien.

—¿podríamos reunirnos más tarde? En verdad, necesito que hablemos —el nerviosismo de Gwen-san era casi palpable a través del teléfono.

—si está de acuerdo, Gwen-san podría verme en frente de los dormitorios… a las cinco de la tarde, a esa hora estaré de regreso al instituto y podremos hablar, tal y como Gwen-san quiere.

—sí, me parece bien, entonces esperare a Yamamoto, muchas gracias. Entonces hasta pronto.

Gwen-san cuelga a la llamada y me quedo con el celular en la oreja. El asistente del director Yamauchi entra y se queda viéndome sorprendido.

—Yamamoto-sama ¿todo está bien?

—sí… —dije atónito mientras bajaba mi celular de la oreja a mi regazo.

—¿seguro?

—seguro.

 

*****                                     *****

 

Todos los representantes de los clubs del instituto habían sido reunidos para gestionar las actividades que se realizarán en el campamento. Debido a que yo no hago parte de ningún club en específico, soy algo así común <<delegado>> que tendrá que vigilar todas las actividades y que éstas se realicen según el cronograma. Aunque mi ansiedad ha disminuido y las terapias con la psicóloga terminaron, tuve que pedirle a mi hermana que me agende por lo menos tres sesiones más, pues con toda la carga del campamento, no quiero llegar a colapsar por estrés.

Reviso la hora en mi celular, son las 4:20 de la tarde, desde que hablé con Yamamoto, no paro de revisar constantemente la hora, me siento muy nervioso de verlo a la cara, él no parecía enfadado o molesto, pero ¿y si al final decide que lo que hice es imperdonable? Ah esto es horrible.

—…oh usted ¿Qué piensa Gwen-san?

—¿perdón?

—Gwen-san debo preocuparme por su falta de colaboración en el campamento —dice el presidente Souda.

—no señor, disculpe.

—decíamos que se repartirán actividades deportivas los lunes, miércoles y viernes, mientras las actividades artísticas serán los martes, jueves y sábados, dando el espacio de los domingos para relajarse y que descansen.

—si —intervino Kuramoto el secretario del consejo estudiantil —de esa forma habrá actividades para todos.

—es verdad.

—bien lo haremos así, es todo por la reunión de hoy —dijo el presidente Souda desde su asiento en la cabecera de la mesa —supongo que, ya teniendo las actividades organizadas y los guías, podemos enviar la propuesta al director para que las apruebe.

—Souda-kaichou ¿podemos retirarnos ahora? Tengo un TV Show al que debo asistir —preguntó Jhon Cha, un estudiante de tercer año.

—sí, ya podemos irnos, Gwen-san y Kuramoto-san deben hacer el informe.

—¿yo? —la expresión del presidente Souda fue asesina.

—Sí Kaichou —contestó Kuramoto.

—por favor en dos días debe estar terminado con todas las sugerencias y cambios propuestos en esta reunión.

—sí…señor.

—se termina la sesión.

Todos se levantan y empiezan a hablar entre ellos, mientras van saliendo de la sala del consejo, miro por última vez mi celular antes de ser abordado por el presidente Souda.

—Gwen-san ¿cree que esto es un juego?

—no, no señor —Souda me mira desde arriba y me empieza a temblar las rodillas.

—para la próxima reunión, por favor deje su celular en otro lugar, necesito que esté pendiente de lo que se habla y que tome atenta nota, hoy Kuramoto hizo casi todo el trabajo, por favor esté atento.

—sí, sí señor, no volverá a suceder.

—eso espero.

—Gwen-san, me ayudaría con esto por favor —Kuramoto seguía sentado en la mesa mientras el presidente Souda salía del salón.




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