Emmy le ayudó a Alexei con los recipientes de plástico que contenían mucha comida, deliciosos alimentos preparados por el mejor cocinero del mundo. Los cargó en sus brazos y los llevó hacia una de las mesas de madera plegables que los demás llevaron al claro, todos estaban un poco atareados preparando el sonido y un par de luces más, el atardecer se estaba llevando consigo la poca luz que quedaba y pronto el lugar se llenaría de gente.
— ¿Cómo te ha ido con el lobo? —Le preguntó el cocinero—. Oí que le diste una paliza.
Por supuesto que lo sabía, el chisme había volado más rápido que el viento, y a pesar de que todos aplaudían el hecho de que había dejado fuera de juego a un lobo Moon Fighter, ella no se sentía orgullosa por lo que hizo.
—Solo fue una pelea ficticia, nada importante. —Abrió la tapa de un recipiente en cuyo interior había galletas de chocolates rellenas de caramelo, pero el hábil cocinero se lo arrebató antes— ¡Oye, dame una!
Alexei exhibió una amplia sonrisa, le encantaba hacer sufrir a los pobres con hambre, se notaba en el brillo divertido en sus ojos claros.
—Todavía no —replicó—. Supongo que es buena señal que el lobo haya sobrevivido a tus dones asesinos.
Ella emitió una queja al aire.
—No iba a matarlo, era un juego.
—Tú no me engañas. —Le tocó la punta de la nariz con un dedo—. Cuando peleas, nunca juegas, eso lo sabe cada miembro del clan al que le has sacado sangre.
A veces, Emmy sentía pavor por la forma en que los demás le veían, ella no era una asesina sedienta de sangre, tenía un corazón... Que lo mostraba muy pocas veces, pero lo tenía... Y también tenía sentimientos.
— ¿Has visto a Shelly? —preguntó, decidida a cambiar de tema.
—Sí, me ha adoptado como su solución personal para sus antojos, Riley dice que no falta mucho para que nazca su cachorro.
—Gracias al cielo, Liam dejará de ser un gato furioso.
—Ni creas, esto no ha terminado.
Riendo, Emmy colocó el último recipiente y se quedó reclinada sobre el borde de la mesa, miró alrededor, la fogata ya estaba ardiendo en el centro, reconoció a Yulian y Conrad tratando de acomodar el sistema de sonido, del otro lado, Hunter, Aiden y Yamil colocaban en el suelo conservadoras portátiles. Poco a poco iban llegando más personas, pero el lobo seguía sin aparecer. Eso le disgustó.
«No. Deja ya de sentir cosas absurdas» Logan tenía el derecho de elegir entre asistir o quedarse en la cabaña, era un invitado pero no un miembro, así que no era su obligación ir a la ceremonia. Emmy quiso persuadirlo, porque lo quería cerca y no podía saber por qué.
Esa duda le rondaba por la cabeza desde la pelea y no hallaba la forma de resolverla.
—Pero ella va a estar bien ¿Verdad?
Alexei la miró fijo con su rostro serio, el silencio era su respuesta definitiva, ella se preocupó. Shelly era humana, y las probabilidades de salir ilesa del parto de un bebé cambiante se reducían a la mitad, por eso Liam estaba tan preocupado y alterado por la salud y seguridad de su compañera, el embarazo de Shelly tenía un treinta y cinco por ciento de riesgo, a simple vista no era un número tan alarmante, pero el peligro estaba ahí.
—No podría decirte —respondió—. Pero sé que ella es fuerte y que Liam le dará su vida con tal de salvarla a ella y a su cachorro.
Tragó el nudo de amargura que se armó en su garganta al oír eso, sabía que el alfa amaba mucho a su mujer, estaba emparejado con ella, si Shelly se iba, Liam lo haría también, la muerte era inevitable.
«No, ellos son fuertes, necios y obstinados, no se irán sin luchar»
—Todo va a salir bien, lo puedo asegurar.
Alexei asintió de acuerdo y volvió a sonreír, pasando una mano por su cabello blanco, llamó a Kenai para dejarle encargada la mesa de la comida, luego se alejó para abrazar por la espalda a su compañera.
A veces sentía un nudo en el corazón cada vez que veía a una pareja mirarse con tanto afecto que dolía en el alma, quizá eran celos, tal vez envidia, o el pulso del instinto felino, la llamada a buscar una pareja con la cual reproducirse. Bendita naturaleza que le daba señales emocionales. Pero con solo verlos así de felices, Emmy sentía algo parecido al anhelo.
Hunter, Alexei, Conrad, Aiden, Tyler, Ryan, Ronan e incluso Yamil ya estaban unidos a su pareja.
La mayor parte del clan lo estaba, y ella seguía ahí, solitaria y gruñona, como la solterona de la familia.
« ¡Ya basta!»
Tanto sentimentalismo le estaba afectando severamente, ella no necesitaba a nadie para estar bien, no quería a ningún hombre controlando sus movimientos, intentando protegerla cuando ella lo podía hacer por su propia cuenta, se tenía a sí misma y con eso era suficiente... Entonces ¿por qué se sentía tan sola?
— ¡Aléjense gatos! —La ronca voz de Kenai le sobresaltó, Emmy giró para ver los rostros frustrados de tres adolescentes, Danielle, Bastian y Phillip—. La comida no se toca hasta que se complete la iniciación.
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Editado: 24.01.2019