Quiero Que Me Ames

3. Conociendo a Mr. Arrogante

Mi padre estaba hecho una furia porque yo no vestía ese horrible vestido pasado de moda pero no podíamos perder más tiempo. Yo feliz y él molesto, como debe ser.

 

Llegamos al lujoso restaurante uno más de los tantos que tenía la familia Pimentel, pero este debía ser el más caro. Era lindo pero yo prefería uno como en el que me encontraba con Emeth. Mi padre se presentó y fuimos guiados a un apartado privado donde una mujer mayor de nos 55 años o algo así junto a un hombre mayor de cabello blanco por los años nos esperaba. El hombre debía tener entre 70 a 80 años, soy mala para calcular la edad de la gente.

 

Se presentaron como Camila Pimentel, quien sería mi suegra y el abuelo era Bruno Pimentel, mi abuelo político. En cuanto nos sentamos ví que mi suegra no dejaba de verme, me senti incómoda pero la Vi directo a los ojos, ella solo desvió la mirada hacia la puerta. Mi flamante prometido no llegaba y yo rogaba y contaba con su ausencia para no continuar con esta pesadilla, pero la puerta se abrió y por el ingreso el mismísimo Erick Pimentel, debía medir 1.90, su cabello negro bien peinado hacia atrás, su porte elegante y sofisticado, saludo a todos deteniéndose un poco más en mí, su mirada afilada me recorrió completa. 

 

Enarque las cejas cuando lo ví detenerse un poco más en mí escote que no era para nada revelador, más bien era bastante discreto pero mis chicas eran bendecidas con copa D. En cuanto se dió cuenta carraspeó mirando a otro lado.

 

_Un gusto - estiro su mano hacia mí - Erick Pimentel.

 

_Eliana Montés - tome sus manos en saludo y algo pasó en esa acción que me sobresalto pero lo disimule. Espero.

 

_Bien - hablo el patriarca de los Pimentel - estamos aquí para que ustedes se conozcan y podemos fijar la fecha de la boda cuánto antes, me parece que en un mes estaría bien.

 

¡Que ! ¿Que?

 

_Estoy de acuerdo con eso - respondía mi padre y Sonia solo asistió en conformidad ¿Mi opinión no cuenta? Miré a Erick esperando su intervención porque era nuestra vida no la de ellos, pero no dijo nada.

 

La decepción.

 

_No estoy de acuerdo - abrí la boca - esa decisión nos corresponde a Erick y a mí. Suficiente tenemos con este acuerdo absurdo de un matrimonio por conveniencia.

 

Espere que el me apoyará al menos, pero nuevamente todo era silencio la única diferencia de antes era que estaba vez el me miraba como si yo tuviera dos cabezas.

 

Todos estaban sorprendidos, mi padre queriendo saltar sobre mi cuello por intervenir y el abuelo en silencio creo que meditando mis palabras, mi suegra (ja) me estudiaba con la mirada y asentía en acuerdo conmigo.

 

_ Un mes está bien para mí - dijo al fin y solo quería golpearlo hasta dejarlo en coma.

 

_¡Que! - ahora era yo quien lo veía como si tuviera dos cabezas. - pues yo no.

 

_debemos dejarlos solos para que decidan - el abuelo se puso de pie - pediré otra mesa para nosotros, mientras ellos resuelven sus primeras diferencias.

 

Todos salieron del privado y me quedé sola con un hombre con quién nunca cruce palabra a parte de hoy y con quién me casaría probablemente en un mes

 

_Cuanto antes acabe este circo mejor - habló viéndome a los ojos - así que será en un mes.

 

_Pues por mi que el circo nunca brinde función - respondí mirándolo del mismo modo. Con desdén y le agregué una dosis de desprecio, quien se cree este para decidir sin mi. - cuánto más se demore mejor para mí.

 

_Dejemos esto claro señorita Eliane - ¿Señorita? Este se creía anciano que ¿Cuántos años tenía? - ustedes necesitan de nosotros así que las condiciones se cumplen como yo quiera.

 

_¡Ja! Por mi que esa maldita agencia se hunda - casi me río cuando casi se le salen los ojos por mi respuesta - no estoy más interesada que usted que esa boda no exista.

 

_Usted dista mucho a todo lo que me han dicho - nuevamente evaluó mi apariencia. Idiota. Tenía esa mirada arrogante de "soy el que manda" - no tiene nada de sumisa y tímida.

 

Rompí a carcajadas sin poder evitarlo. Por eso querían que vistiera ese hábito de monja.

 

_Si quieres un adorno por esposa te sugiero que acabemos esto aquí - me puse de pie dispuesta a irme - no soy un mueble y menos un muñeca inflable en el que te puedas desfogar.

 

_Este matrimonio será realidad lo quieras o no - sujeto mi mano con un poco de fuerza, estaba molesto sus ojos verdes estaban más oscuros , recién los veía de cerca antes no le había prestado atención - así que Haste a la idea de que serás mi esposa.



#34071 en Novela romántica

En el texto hay: amor romance celos

Editado: 14.10.2023

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