-No chicos, no hay mucho tema-me encojo de hombros tratando de parecer indiferente-No es mi novio, digamos que es amor platónico
-Ooo, entonces él no lo sabe-dice Efraín a lo asiento con una sonrisa
-Exactamente
-¿Y por qué no se lo dices?-me atraganto con el helado y cuando me recupero le tiro una servilleta a Cynthia
-¡Tú estás tonta!-todos explotan en carcajadas y yo tengo el corazón a mil de solo recordar el incidente de hoy donde por poco le digo todo, un escalofrío me recorre entera aunque intento achacarlo al frío del helado
-Oye, pero a mí me pasó algo parecido, me gustaba un chico de mi clase y hasta que no me rechazó no me lo pude sacar de la cabeza-resoplo
-¡Es que yo no quiero que salga ni de mi cabeza ni de mi vida! no quiero estar sin él ¡es más! prefiero ser solo su amiga a que luego me falte-y cuando termino de hablar me doy cuenta de que hable de más, todos me miran fijamente comprendiendo con esas palabras que lo que yo siento por Sebas es aún más profundo que un simple amor platónico por un profesor o por mi mejor amigo, es algo mucho más especial-¿Y qué me dicen ustedes de sus amores?-todos se miran entre ellos y yo los miro a cada uno evaluando sus expresiones ruborizadas-¡Oh vamos! Qué puede ser más vergonzoso de lo que les acabo de contar
-Emm recordé que debo ir a entrenar-ese fue Frederick mientras sacaba su billetera
-Yo te acompaño hermano, me tienes que aclarar una cosa-Efraín copió su acción de la billetera
-Yo tengo que ir a ayudar a mamá en la tienda-dijo Diana
-Y yo debo estudiar-Brenda también saca su dinero y al poco todos se han ido, aún estoy en shock
-Yo debo irme también, ¿vienes conmigo o te quedas?
-No, yo me quedo, seguro mamá está al llegar-Cynthia se va con una sonrisa incómoda, idéntica a la de todos al irse y cuando la veo desaparecer me giro hacia Ian, el único que no ha desaparecido
-¿Qué pasó? ¿Dije algo malo?-él se ríe un poco mientras toma una de mis galletitas
-Cupido, creo que tu sentido del olfato está fallando un poco-lo miro confusa
-¿Cupido?-me mira con las cejas alzadas y veo como mira los asientos de los chicos y yo abro mis ojos comprendiendo-Ooo, ellos están ena...-él asiente dándole una mordida a la galletita
-Completamente-y sin poder evitarlo sonrío tristemente
-Todos somos unos cobardes con respecto al amor-suspiro, estos chicos se resignaron a ser amigos cuando sienten otra cosa completamente diferente, igual que yo
-Concuerdo contigo, y por si te lo preguntas, no hay ningún triángulo amoroso-siento que me quitaron un tren de encima
-Eso es un alivio, pero entonces faltarían dos chicos, bueno supongo que ninguna está enamorada de ti porque sino no estuvieras tan relajado-él sonríe
-No te equivocas, los otros dos chicos son familiares de Frederick y Efraín respectivamente
-Mmm ya, buff, que profundidad de conversación-él se ríe
-No te sientas mal por haber sacado el tema, ya está llegando el momento en que no aguantan seguir fingiendo-asiento comprendiendo
-¿Y tú?
-Yo jugué este juego una vez y perdí, pero ya lo superé-ambos sonreímos, mientras él toma otra de mis galletitas y yo le pego en la mano sobresaltándolo haciéndome reír
-No has superado las delicias de tu mamá por lo que veo, pero no me robes las mías-él se ríe
-Perdone alteza-le saco la lengua y ambos nos reímos, Ian no es tan malo después de todo
-Hijo perdona interrumpirte pero recuerda que debemos decorar el local para hoy en la noche-es Félix quien le habla esta ocasión
-Oh cierto, el cumpleaños, Ariadnna, debo irme
-Por supuesto-se va
-Hola-Félix me sonríe
-Buenas
-Entonces definitivamente sí que vendrán seguido-sonrío
-Sí, definitivamente, el ambiente es muy agradable
-Que aproveche-asiento y él se marcha, una camarera viene y recoge el dinero, aprovecho para darle el mío porque si es por Clavel su negocio lo quiebro, al poco me siento demasiado sola en la mesa y saco mi teléfono, sin poder evitarlo veo una foto de Jacob, Sebas y mía, una foto rebosante de alegría a pesar de que fue tirada en un hospital. Siento mi corazón romperse al saber que ese ser hermoso no puede disfrutar de un helado o de una fiesta, ni siquiera de las pequeñas cosas como son un abrazo o una pelea, suspiro mordiendo mi labio, sé que él ya había aceptado que se iba a ir de este mundo y me dejó claras instrucciones que quería que siguiera al pie de la letra y aunque deseo hacerlo siento dolor en mi pecho de solo pensar en disfrutar de una feria sin él o de ver El origen de los guardianes en un cine
-¿Y esa cara tan triste?-miro a mamá sorprendida
-Pensé que no vendrías-ella sonríe sentándose a mi lado
-Por poco y no llego-dejo descansar mi cabeza en su hombro y ella besa mi coronilla mientras acaricia mi mejilla
-¿Por qué se tuvo que ir mami?
-¿Jacob?-asiento mientras la abrazo sin despegar mi rostro de su cuello-Amor, él tenía un tumor cerebral, fue muy difícil y complicada su operación, a veces esas cosas pasan, además siempre que alguien aquí lo recuerde con amor no se habrá ido del todo-sonrío un poco
-Te quiero
-Yo te amo-llena mi rostro de besos a lo que me río
-¿Vamos a la barra? Aquí me siento sola
-Por supuesto, vamos que tengo muchas cosas que contarte-nos reímos y vamos a la barra donde Clavel le sonríe a mamá ampliamente
-Creí que no llegarías, estaba a punto de ir con Ariadnna, se veía muy sola-sonrío
-Me faltaba mi otra mitad-digo abrazando a mamá-Y para la próxima yo vendré aquí, no quiero que después me culpen por robarte mucho tiempo-ella se ríe
-Yo entrego mi tiempo encantada ¿qué quieren tomar?-mi mamá hace su pedido y yo no puedo evitar hacer otro a lo que Clavel se ríe
-¡No lo puedo evitar! ¡Son deliciosos!
-Jumm ¡Félix ya tenemos nuestra catadora voluntaria!-grita a su marido que se encuentra en una mesa cercana a la barra, la mira sonriendo y pregunta
#3906 en Novela romántica
#1148 en Chick lit
adolescentes enamorados locuras, adolescentes amor, amor celos amistad pasado
Editado: 06.11.2023