Quiero que Vivas!!!

Capítulo 7.4

-¿Hija cómo van por allá?-sonrío

-Bien ma, ya llegué a casa, estoy en la puerta

-Aww-escucho la decepción en su voz-Lamentablemente no sé cuando llegue, estoy en la peluquería en un trabajo de última hora

-Espera un momento mamá-tapo el teléfono y miro a Ian-¿Podrías llevarme al trabajo de mamá?

-Si claro-asiente al momento sonriendo a lo que sonrío, vuelvo a la llamada rápidamente

-Ma, descuida, Ian me va a llevar ahí si no es inconveniente

-No, no hay problema, te espero y me tomo unos minutos de descanso

-De acuerdo, hasta ahora

-Hasta ahora pequeña-cuelgo y me vuelvo a subir a la moto, al poco estamos en el salón de belleza pero no nos queremos separar, abrazo su cuello y él ríe

-Nena, sé que me vas a matar pero...-lo miro fingiendo indignación

-¿Qué hiciste ahora asistente?-él hace un puchero de perrito regañado pero mantengo mi postura supuestamente enfadada

-¿Qué tienes que ver con Lukas y Nicolas?-abro mi boca sorprendida aunque al momento me empiezo a reír y él frunce el ceño-Ey, no te burles

-¡Ian!-intento calmar mi risa pero no lo logro aunque él lo consigue besando mis labios con ferocidad y un dominio que me deja estática y cuando se separa me aclara serio

-Hablo en serio, estuve horriblemente celoso de ellos y no entiendo que tienen que ver contigo-suspiro y acaricio su mejilla

-Mmm ven, sentémonos en el banco de allá-le señalo un banco a las afueras de la peluquería y el asiente, asegura la moto y toma mi mano mientras caminamos hacia él y se siente maravilloso estar de ese modo, cuando nos sentamos trato de no entrar en muchos detalles

-Sabes que Jacob fue alguien muy importante para mí Ian-él asiente rápidamente sin soltar mis manos-Jacob era un genio, él era espectacular en eso de la tecnología y con apenas veinte años tenía una empresa internacional-Ian me mira sorprendido

-¿Tenía veinte años?-me río

-¿En verdad eso es lo único raro que vez de todo lo que te acabo de decir?-él se sonroja un poco avergonzado

-Perdón, es que en la foto parecía mucho más joven-asiento-Perdona, continúa-acaricio su mejilla sin poder evitarlo

-Él me dejo todo lo que poseía cariño

-¿He?-remojo mis labios

-Él me dejó su herencia, sus casas, y..-tomo aire-Su empresa-me mira sorprendido y yo le aclaro rápidamente-Yo no lo acepté claro, tú sabes que a mi no me gustan las telecomunicaciones y soy pésima en eso, firmé un contrato que decía que no iba a tocar nada lo referente a esa herencia por mi propia voluntad-él sonríe un poco- Este documento en otros casos hubiera permitido que su familia u otros socios se hicieran cargo de los bienes pero Jacob había eliminado la remota posibilidad de que otros tocaran sus cosas-él me mira ahora interesado-Pero el contrato aclaraba que si yo llegaba a hacer algún mínimo uso de dichos bienes tendría que hacerme cargo de todo, es decir de sus mansiones, el dinero y su empresa-me mira cada vez más fijamente-Nunca pensé que fuera a incumplirlo, pero por cosas de la vida toqué uno de sus bienes y la verdad no me arrepiento de haberlo hecho pero...-él sonríe ampliamente

-Ahora tienes que aprender a manejar una empresa de telecomunicaciones nada más y nada menos-asiento sonriendo un poco

-El caso es que Nicolas-siento el cuerpo de Ian tensarse y me río apretando sus manos para que se relaje-Él es la mano derecha de Jacob, es como el vicepresidente de todo, él me está enseñando todo lo que debo saber respecto a la empresa-él me mira por fin comprendiendo-Y Lukas, sorpresivamente es su sobrino, él también trabaja en la empresa y la verdad, me ha ayudado mucho, es difícil, a veces siento que me ahogo, estudio libros que a mi parecer son horribles y me cuesta trabajo concentrarme en todo a la vez

-Ariadnna ¿por eso nunca te veía en los almuerzos? ¿Por eso estás tan flaca?-sonrío un poco

-Bueno, puede que eso haya influido pero tu lejanía me acabó de rematar Ian, no quiero estar separada de ti-lo abrazo fuertemente y el gruñe

-Me odio en estos momentos Ariadnna

-No lo hagas-lo miro a los ojos-Yo te quiero aun cuando eres idiota-de él sale una sonrisa lastimera

-Pero te dañé y...

-Y me reparaste-aclaro sonriendo aunque él no parece convencido-Además yo fui quien te hizo llegar a eso-él me abraza fuertemente hasta que suena su teléfono

-Perdón-le sonrío y él responde la llamada-Mamá, si, si, ya voy descuida-algo dentro de mí se estruja horriblemente, estoy tan perdida en mis pensamientos que solo cuando él chasquea sus dedos delante de mí lo miro

-Perdón-acaricia suavemente mi mejilla

-¿En qué pensabas?-sonrío

-¿Podrías no decirle a tus padres ni a los chicos de nosotros? es para adaptarnos y yo al menos quiero revisar algunas cosas-él sonríe un poco

-Será como tú quieras, pero te aclaro que no voy a aguantar mucho tiempo lejos de ti-sonrío y lo abrazo, es delicioso sentirte como si fueras la joya más preciada del mundo aun cuando empezaste siendo un carbón. Beso sus labios suavemente y él intensifica su abrazo, podríamos seguir así pero un carraspeo nos separa y cuando nos separamos veo a mamá sonriendo un poco recelosa, ambos nos levantamos del banco e Ian sorprendiéndome toma mi mano y deja un delicado beso en su torso sin dejar de mirarme seriamente-Buenas noches señora Muñeca, debo aclarar que su hija me encanta y voy a hacer todo lo posible por hacerla feliz-deja un beso en mi mejilla haciéndome sonrojar y luego de hacer un inclinamiento con la cabeza a mamá va a su moto y yo sonrío, él no es para nada lo que esperaba, voy hacia él rápidamente y lo beso a lo que me guiña un ojo y murmura antes de ponerse el casco-Sabes que no me gustan estos besos-me sonrojo y río

-Te lo recompensaré con creces-al poco lo veo marchar y yo corro emocionada hacia mamá a la que abrazo con mis fuerzas renovadas aunque casi perdemos el equilibrio, a lo que ella suelta unas carcajadas hermosas




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