"Lynna Minamino"... ver mi nombre en aquella lista significaba que era alumna de esta Academia. Cosa que odiaba.
Por alguna razón, me quedé en las nubes, pensando sobre la vida mientras miraba mi nombre y apellido.
- ¿Ocurre algo? – preguntó el profesor al notar que llevaba unos segundos considerables, congelada.
- Ah...nada – dije sobresaltándome a la vez que volvía a escribir.
- ¿Por qué apellido vas? – preguntó.
- Minamino – respondí como si fuera el de otra persona.
Noté como el profesor se me quedó mirando unos segundos más, tal vez intentaba averiguar mis pensamientos o algo.
- Creo que ya es bastante tarde – sacó como conclusión – deberías de volver a casa, seguro que te están esperando.
- Si – afirmé.
Obvio nadie me estaba esperando, y si realmente estuviera mi padre en mi casa, sería para pegarme, gritarme, hacerle de sirvienta o cualquiera de los caprichos y el nivel de alcohol en sangre que tenga en ese momento.
- ¿Dónde vives? Debería de llevarte – dijo el profesor mientras ordenaba unos folios a la vez que se levantaba de la silla.
- No está tan cerca – respondí sinceramente.
- Más razón para llevarte. Eres mi alumna y no puedo dejar que andes por ahí con todos los villanos paseando en la noche.
- Tengo que coger el tren – sentencié mientras agarraba mi mochila y me la colgaba en el hombro.
- ¿Sabes que hora es? Ya no hay trenes. – pareció molestarse – Si lo hubiera sabido, te habría dejado ir antes – chasqueó la lengua.
- ¿¡Qué!? – exclamé. No podía permitir que el profesor me llevara a mi casa...no en la noche.
Durante el día no hay problema. Una vez, el profesor All Might tuvo que llevarnos a casa a Uraraka, a Midoriya y a mi por un problema que hubo en el transporte público con villanos y una explosión. Obviamente Midoriya y Uraraka viven muchísimo más cerca que yo. Pero, cuando el profesor me llevó a casa, se sorprendió de lo lejos que estaba.
- Tranquilo profesor, viene mi tía a recogerme – dije mientras le enseñaba mi móvil en la mano – la avisé hace unos minutos.
- ¿En serio? Muy bien entonces – dijo mientras cogía una pequeña mochila oscura, como toda su vestimenta, y salimos por la puerta – hasta mañana señorita Minamino.
- Si...hasta mañana profesor Aizawa.
Tras despedirnos en el pasillo, cada uno se fue en una dirección.
Bien....casi tres horas andando de vuelta a casa si uso mis poderes. Si no los usara...serían como ocho horas a pie.
Hora de caminar.
¡Hasta aquí el capítulo de hoy!
Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!
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AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.
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