Capítulo 14

- ¿Alguna vez te he dicho lo bonita que estás con falda? – habló mientras sonreía de lado.

Yo, simplemente, agaché mi cabeza y me dirigí hacia mi dormitorio.

Pero no llegué a entrar.

- ¡No te vayas mientras te hablo!

Tras gritar aquello, y tirado en el suelo, me agarró del tobillo y tiró hacia él haciendo que yo cayera al suelo. Ahí comenzó el forcejeo, mi padre sentado encima de mi a la vez que intentaba desabrocharme los botones de la camisa del uniforme. Por mi parte, yo pataleaba y daba manotazos…pero nada funcionaba.

Sin poder aguantar más, activé mi quirk. Solidificando el aire, empujé a mi padre varios metros. Este no se quedó atrás…y también utilizó su poder: el control del viento. Podía crear tifones, rachas de viento o, incluso, era capaz de cortarte con la velocidad del aire.

Y eso hizo. Varias pequeñas ráfagas de aire cortaban mi piel haciéndome leves y superficiales, pero bastantes, cortes por todo mi cuerpo. Solidifiqué el aire para crear un escudo, pero este no resistía demasiado y terminaba rompiéndose. La pelea fue a más, y él tenía las de ganar, primero por su gran fuerza y segundo, porque yo aún no sabía controlar bien mi poder y estaba empezando a asfixiarme. Como dije, mi quirk tiene un defecto y es que, si estoy en una situación desesperada o algo por el estilo, sin darme cuenta me quito mi propio oxígeno y podría llegar a morir asfixiada.

Tenía que parar ya, de lo contrario…acabaría conmigo misma.

Sin más, desactivé mi poder y me escondí detrás del sofá, mesa o cualquier cosa que encontrara, pero este siempre terminaba rompiéndolo o apartándolo. Estaba muy cansada, tanto que estaba luchando por no caer desmayada. Tantos golpes y heridas estaban empezando a pasarme factura.

Entonces lo vi…el jarrón que había encima de la estantería.

Me puse delante de esta, esperando a que mi padre me golpeara y, en cuanto lo hizo, el mueble se fue hacia atrás y el jarrón le golpeó en la cabeza haciendo que este, y su estado de embriaguez, cayera inconsciente al suelo.

Fui hasta mi cuarto y me encerré allí. Me metí bajo las sábanas y…lo solté todo hasta quedarme completamente dormida.

****

Tras el incidente con mi alumna Minamino en la práctica, nuestra charla en la enfermería de la UA y al final del día, cuando All Might la trajo al despacho de profesores, no la volví a ver.

Al día siguiente no se presentó en las clases y mucho menos a su castigo conmigo tras las clases. A la mañana siguiente…lo mismo, no se sabía nada de ella.

- Antes de empezar la clase, ¿alguien sabe algo de Minamino? – pregunté a los alumnos.

- No, la verdad – habló Uraraka.

- La última vez que la vimos fue el día de la práctica. – aseguró Midoriya.

- Probablemente esté enferma y por eso se ha ausentado estos dos días – dijo Iida.

- Ya veo…bueno, empecemos con el temario – hablé.

Un día, dos días, tres días…vale, podría aceptarlo. Pero ya había pasado una semana y no sabíamos nada de ella. Tuve una pequeña reunión con el director y los otros profesores que impartían clase a los alumnos de 1ºA para tratar el tema.

- Puede que, lo más fácil y seguro es ir a su domicilio – finalizó diciendo el director.

- ¿Su domicilio? ¿No hay algún teléfono al que llamar o algo? – preguntó Present Mic.

- No, no hay ningún otro método de contacto en los documentos de la alumna. – afirmó el director.

- Entiendo… el caso de la joven Minamino es algo delicado – All Might parecía tan nervioso como el resto.

- Profesor Aizawa, puesto que eres el tutor de Minamino, usted tendrá que ir a su domicilio.

Sin más remedio, acepté sin poner ninguna pega.

¡Hasta aquí el capítulo de hoy!

¡Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!

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AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.

EDITORIAL: Ediciones Arcanas.

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