QuizÁ En Otra Vida

CAPÍTULO 3

Llegamos al hotel de Mariana despavoridas. Aun temblaba por el incidente que acabábamos de pasar.

- ¿Wao así es siempre en India? - preguntó

- Bienvenida a mi "magnifico país- dije haciendo comillas.

- ¿Conoces al chico que nos ayudó? - dijo mientras se tumbaba a la cama.

- No, ni siquiera sé quién es- dije pensativa- Gracias al universo estaba ahí, sino no sé qué sería de nosotras- suspiré.

- Deberíamos denunciar a los maleantes que quisieron hacernos daño- me miró con gran seriedad

- Aquí no me harían caso los policías Mariana, es difícil de explicar así que dejémoslo así por favor- levanté las bolsas de compras del suelo

- ¿Eres loca? Ese chico dijo que no iba a pagar por ti, qué significa eso Alisha y no se atreva a hacerme tonta parce.

- Nada, no deseo hablar de eso. Suficiente pasamos hoy, me voy a casa- abrí la puerta y salí sin decirle más.

Al llegar a casa, mamá no dormía. Me estaba esperando mientras les rezaba a los dioses.

- Shasha ¿dónde has estado? - me abrazó consternada- no sabes lo preocupada que he estado por ti niña.

- Tranquila mamá, estuve ayudando a una turista y me compró ropa en agradecimiento- dije mientras me limpiaba para acostarme.

- Tienes suerte de que tu padre no esté en casa- vamos a dormir chalo, chalo- se pasó ambas manos en la cara en señal de agradecimiento a que yo llegara a casa con bien.

...

Al día siguiente fui al hotel de Mariana a disculparme por mi comportamiento anterior.

- Buenos días- junté mis dos dedos índices

- Hola Alisha- me lanzó una mirada seria y triste a la vez.

- Disculpa por lo de ayer- miré abajo mientras jugaba con un pie en el suelo.

- No te preocupes, he decidido que voy a respetar si no quieres hablar sobre lo que pasó, tampoco te puedo obligar a ir a la policía- dio un gran suspiro.

Cambie de tema y le pedí que me cuente sobre su país, su gente, sus costumbres y comidas. Ella accedió y así nos pasamos la mañana, conversando sobre nuestras culturas.

Mariana parecía ser una buena chica, después de tanto platicar me pidió conocer a mamá. Accedí a llevarla a conocer a lo más sagrado que tenía. Ella llevó a casa muchos víveres y un pastel como obsequio para mi shasha.

- Buenos días señora, es un placer conocerla. – se agachó a tocar el pie de mi mamá en señal de respeto.

Me sorprendía cuanto podía saber esta chica de la cultura india. Mamá no hablaba español así que tuve que traducir.

- El placer es mío hija, bienvenida a mi humilde casa- le tocó la cabeza en señal de bendición.

- Le traigo estos obsequios, de paso me enseña a preparar su deliciosa comida- sonrió.

- Gracias, hija, que Brahma te bendiga.

Mamá era muy creyente de los dioses hindús y me enseñó que Brahma era el dios creador de todo, el más importante.

Pasé con Mariana casi un mes visitando todo Varanasi. Claro está que nos volvimos muy unidas y mamá le había agarrado cariño.

Una tarde preparamos mucha comida y disfrutamos como nunca. Suerte que papá no haya llegado y se haya perdido por ahí debido a su borrachera.

Llevé a Mariana a su hotel y me despedí de ella. Ésta me dio un fuerte abrazo.

- Mañana nos vemos Alisha, deseo un recorrido por el río Ganges de la mejor guía de esta ciudad- sonrió.

- ¡Por supuesto! Hasta mañana Mari. -me despedí.

De regreso a casa me encontré con Indira, la sentí rara.

- Alisha, al parecer ya me has reemplazado- dijo irónicamente.

- ¿De qué hablas? - refuté.

- De tu amiguita la occidental, de quién más- me miró con recelo.

- Es una buena chica Indira, la estoy acompañando mientras se queda en la ciudad.

- Pues solo bastó casi un mes para que te olvides de mí- volteó los ojos.

- Sabes que tú eres como mi hermana ¡tonta!, y ya deja la estupidez- le di un golpecito en la cabeza.

- Esta bien, pero promete que nos veremos más seguido.

- Prometido- entrelazamos meñiques.

A la mañana siguiente Indira fue temprano a casa y me invitó a tomar yogurt en el Blue Lassi. Le dije que no podía debido a que tenía que llevar a Mariana a un tour por el río Ganges.

Este río era para nosotros el dios Ganga, la gente hace de todo en él; se baña, lavan sus ropas, beben de su agua y por supuesto arrojan las cenizas de sus muertos o los cuerpos enteros.

- ¿Entonces puedo ir con ustedes? - dijo divertida

- Claro, no creo que sea gran problema para Mari.

- Oke, vamos.

Llegamos al hotel de Mariana y ella ya estaba en la puerta.

- Indira, Mariana, Mariana, Indira- las presenté- traje a mi amiga para que nos acompañe.

- Que más pues, mucho gusto- respondió, a lo que me tocó traducir.

- ¿Entonces nos vamos?

- Vamos.

Estábamos en el río Ganges, en un pequeño bote que nos alquiló un señor. Yo remaba junto a las chicas. El agua era turbia, se podían ver mantas a medida que avanzábamos, telas de diversos colores de los difuntos. Desde nuestra posición también podíamos observar la cantidad de cadáveres que descendían hacia las escaleras al borde del río. Los rituales tenían anonadada a la colombiana, el ver personas cargando a sus muertos envueltos con solo unas sábanas y luego proceder a quemarlos, todo era alucinante para ella. Se distrajo tanto que no se percató de lo que estaba por ocurrir.

- Ayyyyyy- gritó desesperada Mariana.

- Jajajajajaja- se burlaba Indira.

- ¡Qué te pasa! ¿¿Estas loca??- farfullé

- A poco no te gusta el agua- dijo burlona.

Ayudé a Mariana a subir al bote nuevamente.

- ¿Por qué me empujaste? - dijo llorando- me asusté demasiado, casi no sé nadar.

- Pensé que tenía calor, así que quise refrescarla ya que los turistas siempre se quejan del bochorno de India- vaciló.

Mariana miró desconcertada a Indira y lloraba sin decir nada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.