Rakshasa

Muestra, pelea y compromiso?

 

 

   Al llegar al área de combate, tan grande como una cancha de fútbol, un solo hombre está parado frente a mi del otro lado de la arena, a paso lento comenzó a caminar hacia el centro. Cómo no tengo idea de cómo es un combate en este mundo solo voy a caminar hacia el centro tal cual lo hace mi rival. Al estar frente a frente dimos medio giro mirando al palco donde estaba el Rey junto a Lili y los padres de Harold, en los alrededores hay soldados, también mientras caminaba hacia aquí ví al clérigo. Mucha gente mirara está prueba voy a tener que ponerme serio y no quedar en ridículo. De pronto el capitán de la guardia dió un paso al frente.

Antes de comenzar este combate, entreguen sus armas al oficial que entrara dentro de la arena y tomen las armas que el Rey elija luego de su discurso de apertura, esto no es un combate a muerte, pero ataquen con intención de matar, el combate terminará cuando su contrincante se rinda o pierda el conocimiento... Ahora escuchen las palabras de su majestad.

   Por una extraña razón siento que soy parte de una peli de gladiadores y siento que tengo las de perder ¡Carajo! Estoy demaciado nervioso, pero también me parece divertido.

   El rey se puso de pie, miró detenidamente a todos en la arena y comenzó su discurso.

En esta noche, se pondrá a prueba las habilidades e intelecto de aquel que fue seleccionado como escolta de mi hija, la segunda princesa Liliana, no obstante le pido a ambos peleadores que no se contengan en lo más mínimo y den todo de si una gran barrera protege a la audiencia. Los luchadores, a mí izquierda se encuentra aquel seleccionado por el capitán de los guardias de la corté, Sir Arthur de Orleans, caballero de corta trayectoria, pero con grandes hazañas militares, prometido de la primera princesa Alice de Lidia.

   ¡Con un carajo, tengo que enfrentarme al yerno del rey!

A mi derecha, se encuentra Sach Artnesson, sobreviviente del pueblo de Pierroth, aventurero que arriesgo su vida en más de una ocasión para proteger a la segunda princesa, ahora seleccionado como escolta de la misma, en esta noche sera puesto a prueba una vez más en combate... Sus armas seleccionadas serán, escudó y espada para Sir Arthur y para Sach, una espada de madera.

   ¡Tiene que estar bromeando majestad, el tiene un arma de verdad, mientras que a mí me da una de utilería! Claro está que no lo puedo decir, pero es enserio maldito viejo más adelante me las pagarás. El viejo agregó unas palabras.

Sach claramente está en desventajas, así que le daré la oportunidad de usar su habilidades de herrero y artesano entre otras para mejor sus armas... ¡Pero!... Tendrá que hacerlo durante el combate... ¡¡Comiencen!!

   ¡Maldito viejo, si no tuviera un trabajo más importante cometería regisidio! Aunque es entendible que me quiera probar poniéndome en desventaja, dandome un arma de utilería pará enfrentarme a un caballero, pero está bien yo haría lo mismo para probar a aquel que cuide a mi hija, hasta seria más severo dejándolo en calzones en el bosque.

   El combate había comenzado, Arthur con la guardia arriba me observa meticulosamente, si se trata de combate contra humanos el tiene ventaja, desde que estoy aquí solo luche contra bestias. Según lo que dijo el Rey hay una barrera... Arthur tiene armadura metálica, tal vez pueda calentar un poco las cosas, pero no tanto no quiero calcinarlo. Si al hechizo de purgatorio lo divido como aros del infierno y vario su intensidad según el número, no será dañino para su salud y lo incomodare. Daré el primer pasó.

¡Purgatorio, primer aro!

   Al igual que dentro de la mazmorra las llamas salen desde mis pies y se extienden calentando el aire que me rodea. Al pasar unos segundos Arthur comenzó a sudar con solo respirar, de momento el plan funciona. En un pestañeo desapareció de enfrente de mi, con la vista periférica logré ver la punta de la espada a mi derecha que apareció de golpe. ¿Cómo puede moverse tan rápido? ¡No lograré cubrirme! Al extender mi mano en dirección a la hoja un pequeño octágono apareció en mi palma repeliendo el ataque. ¿Y esto? ¿Activé algo de forma involuntaria? Tal vez sea la barrera de la diosa o una habilidad que conseguí del pacto con Soulfour.

   Con el impacto salí despedido hacia la pared debajo del palco, quedando incrustado en la pared. En mi mente resonó la voz de Soulfour gritando la palabra "Inferno" y una especie de fórmula repleta de runas que solo dios sabe que significan, pero por alguna extraña razón se de que se trata, un hechizo de naturaleza de fuego al igual que purgatorio, de gran poder, donde se forman torbellinos de fuego al rededor del rival explotando una vez que el conjurador lo decida. No sé si sea una buena idea usarlo aquí, en caso de que me vea acorralado lo utilizaré como último recurso ya que no controlo demaciado bien la dimensión de mis hechizos y podría matarlo por accidente lo cual aún no está en mis planes. Tengo que centrarme en el combate, tal vez pueda igualar su velocidad con Rakshasa.

¡Rakshasa!

   En el momento que activé la habilidad Arthur se puso en guardia nuevamente y desde atrás del escudó comenzó a hablar. 

¡¿Enano decidiste pelear en serio?! ¡Muéstrame de que estás hecho, dame tu mejor golpe!

¡A eso voy!

   Di un pasó impulsandome contra la pared, quedando cara a cara con Arthur, con todas mis fuerzas blandi mi espada de juguete contra el, dando de lleno contra su escudo, vi como en su cara se dibujo una mueca de dolor, salio volando a la otra punta de la arena de la cual salio antes de comenzar el combate quedando tirado en el suelo por unos pocos segundos. En la espada de juguete se dibujo una grieta transversal a la hoja, definitivamente tengo que reforzar este juguete que no crei que aguantaría ni un golpe. ¿Pero cómo? ¿Con que materiales? Al mirar el suelo se me prendió el foco. La tierra de la arena tiene un color rojiso, puede que se trate de una gran concentración de óxido de hierro, si durante un gran periodo de tiempo se dieron batallas intensas, la sangre y escorias desprendidas de las armas de acero nutrieron este suelo, si logro extraer un poco de hierro con mis habilidades podre fabricar algo con herrero y artesano para reparar está porquería. Me tomara un tiempo, tendré que esquivar a Arthur mientras completo los pasos. Primero acumular la suficiente tierra para transmutar hierro. ¿Cómo puedo hacerlo? Si tuviera algún hechizo de viento o tierra tal vez logré conseguir lo suficiente, quedaría como un loco si comienzo a juntar tierra con las manos. 



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En el texto hay: magia aventura y accion

Editado: 26.06.2024

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