¡Por fin en la academia!

Luego de una media hora, llegamos, un gran castillo de piedras uniformes, cinco torres negras adornadas con flores de todos los colores y formas. En el camino principal arbustos cortados prolijamente de manera rectangular, daban guía a una gran fuente de aguas danzarinas en el parque central. Todo el lugar está repleto de gente, estudiantes, guardias, sirvientes y esclavos, muchos esclavos, definitivamente me costará mantenerme alejado de los problemas en este lugar. Al frenar el carruaje las puertas se abrieron, del otro lado gente de traje nos da la bienvenida, sin preguntar nada tomaron nuestro equipaje y lo llevaron dentro de las instalaciones.

   Una mujer de unos treinta y largo se paró frente a mi, con la mano derecha en su mentón me miró de arriba á abajo, su cara no muestra ninguna expresión, al ver a Lili la mujer hizo una reverencia, al enderezarse miro por sobre su hombro y dio dos palmadas al aire, detras de la pared dos hombres formidos con cara de pocos amigos salieron y caminaron hasta atrás de la mujer, luego de una elegante reverencia invitaron con sus manos a Lili, para entrar dentro del edificio principal.

¿Que sucede? - pregunté al ver la situación.

Veo que el jóven no está enterado de los protocolos, los hijos de los grandes nobles son examinados de inmediato. A todo esto. ¿Quién es usted? ¿Cuál es su nombre?

   Veo que la señora no está enterada, de quienes acompañan a la hija de uno de los grandes nobles.

Mi nombre es Sach Artnesson, fui becado por el Rey Héctor.

Oh señor Artnesson, por favor venga por aquí, su examinador lo espera.

Con su permiso.

   La mujer me acompaño hasta una de las torres, luego señaló una vieja puerta de madera y hierro, sin decir nada se marchó. Al entrar unas escaleras en espiral me dan la bienvenida, luego de subir todos los malditos escalones, llegué a una puerta puerta blanca, con detalles dorados en los marcos y relieves. Un gran pomo central de lo que parece bronce, al girarlo la puerta se habría dejando ver una pequeña oficina, apenas si contaba con lugar para unos pocos muebles, en el centro, entre un montón de libros, un escritorio con dos sillas, el que alla trabajado en esos muebles debe ser un maestro artesano. No veo a nadie.

Buenas. ¿Hay alguien aquí?

¡Un momento!

   Una voz gruesa se escuchó desde la pila de libros desordenada a mi izquierda, de pronto todos los comenzaron a moverse y caer. Entre medio del caos apareció un viejito enano, con la barba hasta las rodillas y un sombrero de punta que sacudio antes de colocarlo encima de su cabeza.

  Ahora entiendo el porque del espacio reducido.

   El viejito carraspeó y comenzó a hablar.

Bienvenido a la Gran Academia de caballería y magia. Me presento, soy Godric Saint Mere... El profesor designado para ser tu examinador.

Un gusto, mi nombre es Sach Artnesson, fui becado para asistir a esta academia.

Muy bien comencemos joven Artnesson. ¿Tienes destreza con armas? ¿Cuál usas con regularidad?

Si señor, soy autodidacta, lo que uso con regularidad son dagas gemelas o espadas cortas.

Muy bien. ¿Te has enfrentado a bestias alguna vez?

Si, antes de recibir la beca me dedicaba a ser aventurero y durante mi entrenamiento también tuve que enfrentarme a bestias.

Muy bien. ¿Tienes aptitudes para la magia? ¿Cuáles?

Si, de momento, fuego, tierra y luz.

¿A qué se refiere con "de momento"?

Es que nunca pude saber a ciencia cierta cuáles son mis aptitudes, de las que tengo conocimiento las fui descubriendo a medida que entrenaba o combatía.

Comprendo su situación, deme un momento.

   El examinador se levantó, se dirijio a un rincón de la oficina donde había una pequeña cajonera y al abrir uno de los cajones saco un cofre del tamaño de una caja de té. Luego volvió y tomó asiento nuevamente.

¿Sabes cuáles son todas las aptitudes?

No, es la primera vez que recibo educación de este tipo.

Bien, te daré una breve explicación. - el viejo abrió la cajita y tomó un puñado de piedras de colores. - Toda la magia y hechizos se mueven a través de los seis elementos naturales, los cuales son: fuego, aire, tierra, agua, luz y oscuridad, está última es muy rara entre los humanos. A partir de estos elementos canalizamos nuestro maná.- el viejo hizo una pausa y coloco las piedras sobre el escritorio.- Ahora para saber tus aptitudes toma una de estas piedras de éter, cada color representa un elemento... Rojo/fuego, verde/viento, azul/agua, marrón/tierra, amarillo/luz, y morado/oscuridad.

Comenzaré por el viento, con su permiso.

Adelante tomalas con confianza.

   Al tomar la piedra verde una gran cantidad de viento comenzó a surgir de ella, rápidamente la solté antes de causar un desorden mayor.

Muchacho sabes algo, mejor vamos a la azotea, no quiero que destruyas mi oficina.

Si, disculpe, aún no controló bien el flujo de mi maná.

   Salimos por una de las ventas que daban a un balcón, en el hay una escalera metálica que da a un mirador llano bajo una cúpula de tejas negras. El viejo me pasó la piedra azul, al tomarla inunde toda la terraza, la que sigue es la morada, es la que más curiosidad me da, con solo rozarla una gran nube negra tomo la apariencia de Soulfour. Al parecer tengo afinidad con todas los elementos.

Muchacho es la primera vez que examinó a alguien con todas las aptitudes. ¿De dónde eres?

Soy uno de los sobrevivientes del pueblo de Pierroth.

   El viejo asintió con la cabeza, como si una ficha cayera sobre el.

Eso explica muchas cosas. ¿Sabes leer y escribir?

   ¿Eso explica muchas cosas? ¿Quién carajo eran esos sujetos y como lograron acabar con ellos? Tengo que averiguar más sobre los habitantes de Pierroth. Y que onda, siguió con el examen como si nada.

Nunca tuve oportunidad de aprender.

Descuida la mayoría de los nuevos proscritos son analfabetos, recibirás clases especiales para aprender, luego de eso te daré tu examen escrito. Tienes talento como mago y siento sinceridad en tus palabras.