Raza Valiente

Capítulo XXV

Fire

Me dirigí al río y caminé por la orilla de este, buscando algo que llamara mi atención, entonces vi unas gotas de sangre en el suelo. Me agaché para analizarlas más de cerca, definitivamente alguien murió aquí, cayó al río y fue arrastrado por la corriente, pero si fue Diana la que murió ¿Por qué Herion no ha vuelto al castillo? 

Alcé la mirada y vi a lo lejos una espada en el suelo, me acerqué a esta y me agaché para recogerla, la observé detenidamente, había mucha sangre en su hoja, pero este no era el prototipo de espada que hacemos en Digglespo, sin duda son espadas creada por los humanos.

El único pensamiento que vino a mi cabeza, es que de alguna forma Diana asesinó a Herion y es de él la sangre que hay en el suelo. Diana es una humana, creo que es la única que podría poseer una espada hecha por los humanos, son más ligeras y sería más fácil para ella manejarlas.

Aunque me duele la muerte de mi primo, tengo que unirme a Diana y detener los planes de mi padre, cometí un error al pensar que no era de mi incumbencia las muertes de los aldeanos, yo juré lealtad a mi padre, pero también juré protegerlos a ellos, porque no solo es el pueblo de Diana, es mi pueblo también y es el pueblo de todos los que vivimos en Digglespo. Ahora lo veo, el rey nos mantuvo alejados de la aldea durante toda nuestra vida, distantes de las hadas y duendes, les hacía creer que nosotros los protegíamos cuando en realidad no nos permitía tener ningún vínculo con ellos, de alguna forma, mediante la manipulación nos hacía creer a todos en el castillo, que eran nuestros enemigos y aún lo sigue haciendo. Esto es lo que hace un reinado malvado.

Volví al castillo rápidamente, con solo un objetivo en mente, en dos horas Dafer y Gor serán ejecutados y no lo voy a permitir. Me dirigí a escondidas hacia los calabozos, había dos guardias custodiando las celdas de ambos, antes de que notaran mi presencia utilicé mi poder de fuego e incineré sus rostros, sus pesadas armaduras hicieron un gran estruendo al caer desplomados al suelo.

Gor y Dafer se acercaron a los barrotes y me observaron

  • ¿Qué haces aquí? – preguntó Dafer – 
  • Los voy a sacar de este lugar – respondí mientras tomaba las llaves que llevaba uno de los guardias en su cadera –
  • ¿Por qué lo harías? ¡Fuiste tú quien nos delató ante el rey! – Se podía notar la rabia de Dafer en su tono de voz y en la forma en que me miraba – 
  • Quiero saber si vas a luchar conmigo, no quiero liberarte para matarte después – Dije –
  • ¡No quiero que me liberes! – Exclamó Dafer – ¡Prefiero morir antes de seguir viviendo en este reino tan podrido! ¡Diana tenía una solución y por tu culpa está muerta!
  • ¡Lo sé! – exclamé – ¡Yo solo tomé la decisión de no traicionar a mi padre, me di cuenta de que estaba equivocada cuando vi las consecuencias que esto trajo, por eso voy a corregir mi error y tomaré las decisiones correctas a partir de ahora!
  • ¡Diana tenía a todo Digglespo de su lado y ahora está muerta, sin contar que el rey es dueño ahora del colgante elemental! ¿¡Cómo corregirás ese error!?
  • ¡Diana no está muerta! – Cuando culminé mi frase vi una mirada esperanzada por parte de Gor y Dafer – Diana no está muerta – repetí y abrí las celdas de ambos – Por eso tienen que salir de aquí y buscarla
  • ¿Cómo saldremos sin ser vistos a plena luz del día? – preguntó Gor – 
  • Tendrán que ponerse la armadura de los guardias, no los reconocerán por el casco – respondí – Los tengo que dejar, están por su cuenta a partir de ahora

 

Me marché de las celdas y no sé qué fue de Dafer y Gor después, solo esperaba que pudieran encontrar a Diana y me mantuve todo el día ideando mi plan para escapar hoy en la noche. En la tarde fue cancelada la ejecución de los prisioneros porque habían escapado, esto no me tomó por sorpresa, en cambio a mi padre le dio un ataque de rabia, estábamos haciendo una reunión cuando recibió la noticia. Volteó patas arriba la enorme mesa, todos los que estaban sentados a esta se exaltaron, pero yo me mantuve calmada y solo lo observé, observé su ira y de la cual no me alegraba.

En la noche me preparé, me armé con mi espada y me cubrí con una capucha. Salí de mi habitación y me dirigí a la de mi padre con pasos seguros. Me detuve ante la puerta y suspiré, entonces la abrí y entré.

Imaginaba encontrarme a mi padre dormido, pero la habitación estaba iluminada con una tenue luz proporcionada por las velas y vi la silueta de mi padre, parada de espaldas junto a la ventana

  • Imaginé que vendrías – Dijo y se volteó a verme – Uno de mis guardias que cuidaba la puerta de la sala de reuniones, me dijo que escuchaste algo que no debiste, y en ese momento pensé: Espero que el blando corazón de mi hija Fire no sea corrompido. Resulta que después escapan los dos prisioneros que morirían hoy, y los dos guardias que los vigilaban están muertos y con el rostro incinerado
  • No vine aquí para hablar – respondí – 
  • Sé por qué viniste – Mi padre tocó con su mano el collar elemental que colgaba en su cuello – Pero tendrás que luchar contra mí ¿Cómo piensas ganarme?
  • El colgante apenas lo logras manejar, ahora intenta controlarte a ti, debes tener cuidado si lo usas, podrías destruir el castillo
  • Querida no usaré el colgante – Mi padre desenvainó su arma, noté que era su espada más poderosa – 



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En el texto hay: secretos, magia, sobrenaturales

Editado: 15.01.2022

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