Porque no me lo merezco.
Solo a los niños buenas se le concede lo que quieren... y yo, no soy asi. Hago cosas que alguien que ha recibido el amor de su madre no debería hacer, así que creo que al final este esfuerzo no valdrá la pena, asi que no me lo merezco, asi que mejor no lo celebro.
Atte.
Kumpimook
Dejó el lapicero sobre la mesa.
Se puso a pensar en las únicas personas que podrían ayudar a una persona común y las enumeró.
- Familia
- Amigos
- Extraños
¿Familia? ¿Qué mierda era eso? Sin duda él nunca tuvo una familia como tal. Solo tenía a su madre.
Comprobó con tristeza aquella tarde en la que su tía se sentía mal. Su tía era una señora muy mayor de edad. Era casi como su abuela, la abuela que nunca tuvo.
Estaba completamente enojado, sentía unas inmensas ganas de gritarles a sus primos por descuidar tanto a esta señora. Pero... eso no serviría de nada. Si por su propia madre no tenían la más mínima intención de ayudarla... ¿Qué sería de él? ¿Podría algún día pedirles un favor?
Probablemente terminen dándole la espalda, tal y como hacen ahora con su enferma madre. No les importa realmente ella. La ven como un banco, o aún peor, un centro de beneficencia. Donde pueden pedir prestado dinero cuando quieran.
BamBam está completamente seguro que estaba solo, sin su madre no sería nada.
¿Amigos? Por las razones que ya menciono sin duda ellos no estaban n su lista de personas para acudir, al menos mo ahora.
¿Extraños? Ni loco confiaría en personas que no conocía.
Una persona apareció en su mente, un nombre.
- Kim... Yugyeom.- dijo entre susurros con lágrimas en las mejillas
No, ni en él podía confiar. Porque ese día el tampoco llegó.