ESPIANDO

Ella sentía demasiada curiosidad, no podía evitarlo.

Una joven mujer de mediana estatura, ojos amatista y cabello azabache que poseía una combinación muy inusual de colores que provocaba curiosidad a donde fuera; su piel de porcelana la hacía ver como una muñeca delicada, pero su mente era otra cosa muy distinta; ella observaba desde su auto a Merri Bastien y a Margarita Poma, mientras ambos conversaban acaramelados en el restaurante, luego, los siguió hasta que él la dejó en casa de sus amigas.

Miró su reloj y le extrañó que el detective se fuera hacia la estación de policía, dejando a Margarita sola en compañía de sus dos amigas.

― Esto es nuevo ―murmuró con mucha curiosidad, se quedó observando a las tres chicas hablar en el comedor del segundo piso de la casa de cuatro niveles, tenía unos ventanales tan amplios que le dejaban una clara idea de lo que sucedía en el interior.

―Con la novia de Gabriel ―murmuró dejando unos apuntes. Era algo que a ella le provocaba muchas ganas de investigar.