Rebel Moon

Capituló 13º

Capitulo 13

Un alma, un cuerpo puro.

En las tinieblas de esta habitación, se encontraba un cuerpo moribundo lleno de odio y de sed de venganza, el alma que estaba en aquel cuerpo no dejaba el mundo sin obtener lo que tanto quería, un cuerpo estable, puro.

-Tenía la misión de transferir mi alma, al cuerpo de ese maldito niño – rugió con fuerza, la voz no se le escucha de esa manera pero sentía que la estaba desgarrada - ¿¡Que mierda fue lo que paso!?

-Mi señor, estábamos en ello cuando dos lobos atacaron en el pleno ritual – la voz de su mano derecha estaba lleno de miedo.

Saín, era un alma sin paz que ha estado cambiando de cuerpo durante mucho tiempo, para suerte de Daniel, no se logró ya que su cuerpo contenga su alma. Pero no se no quitaba la impotencia de Saín. Quería cobrar venganza por lo que le hicieron, se levantó de la cama caminando con dificulta hasta la ventana, había perdido un cuerpo poderoso ahora tenía que buscar uno digno de él.

-Busque rápido mi siguiente contenedor. Tengo que transferir mi alma a otro cuerpo – miraba tan pensativo el bosque.

Había pasado ya varios años desde su muerte, tomando un poco de vino busco el siguiente candidato, miro la lista de nombre que tenía a su mano con fotos. Tanto sea hombre o mujer no le importaba, nombre iba y venía. Pero no le gustaba ninguno hasta que sus ojos encontraron, uno que era sencillo e intimidante.

Aarón Cuol. Alpha de la manada Black Moon, una sonrisa malina se posó en sus labios, miro su información para conocer todo de él. Pero Aarón Cuol, solo tenía que comprobar que era digno de ser su portado. Le dio el siguiente objetivo a su mano derecha, sin ni siquiera mirarlo; siguió tomando de su copa.

-No quiero errores, Manuel- el hombre salió del lugar con un mal presagio del siguiente contenedor.

Pero aun así no dijo nada, su palabra no contaba solo contaba lo que decía el jefe; miro el siguiente objetivo; le dio el papel a uno de sus subordinados para que realizar el debido proceso.

Cinco días después.

Manuel estaba nuevamente ante su jefe, con una vaga sensación de nada bueno traerá el nuevo contenedor de su jefe, pero lo dejo ser. Le dio las buenas noticias al Jefe de que su siguiente contenedor estaba listo para ser transferido. Solo había que traerlo y hacer el ritual para que se adueñara de su cuerpo.

***

P.v. Ryd.

Tenía una mala sensación en mi cuerpo, no sabría exactamente que era; mire a Prismar estaba dormida con el pequeño Daniel en el sofá de la sala. Mire a mi madre que estaba con mi padre en el jardín, suspire buscando si había peligro alrededor; nada. No había nada, entonces porque tengo este presentimiento en mi cuerpo.

¿¡Que crees que sea!? ¿¡Tú también lo siente!?

Si, lo siento. Pero aun así no sabría que es… tal vez, deberíamos ir un momento al infierno.

No me gusta ir a ese lugar, hay nos volvemos muy diferente, Colt; estaba vez, tenemos alguien que proteger. No quiero dañar esto, se siente bien; tú lo sabes.

Es por ello que debemos ir, si vamos sabremos que es este mal presentimiento.

Mire a mi padre el cual al verme noto mi conflicto interno, se sentó a mi lado esperando a que yo le dijera lo que me molesta pero no podía decirle algo delante de Prismar. Suspire con frustración.

-Deberíamos caminar un poco, tu mama se quedara aquí así que vamos – me palmo la espalda para tranquilizarme. Me levante rumbo para el ventanal que daba al bosque de norte. Camine con frustración, miraba a todo lados esperando que saliera alguien a tacarnos.

-¿¡Que sucedes!? – pregunto mi padre en búsqueda respuesta.

-Tengo un mal presentimiento, no sé qué es, Colt lo siente quiere ir al infierno. – declare, lo mire a los ojos.

-Crees que el mal presentimiento se ira. – lo mire en busca de ayuda no que me confundiera.

-No lo sé, pero si Colt dice eso es porque es algo grande va a pasar es mejor estar preparado para lo que venga. – golpe una piedra que cayó en un charco de agua. – me puedes a…

El cuelo se volvió negro y unos rayo cayeron a la tierra, hay estaba el comienzo del mal presagio que sentíamos. Mire a mi padre que estaba mirando el cambio del cielo. ¿¡Que es lo que estaba pasando!?

-Eso no es buena señal, deberíamos partir lo antes posibles si queremos estar preparado para lo que viene. – me miro con cierto brillo en sus ojos que no me gustaba.




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