CAPITULO 3 : Olores y Decisiones

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STEVE:

Odio las clases. Desde que puedo recordar, han sido un tormento para mí. Me gusta pensar que, como alpha, debería tener un mayor conocimiento y estar interesado en lo que se enseña, pero es que me resultan aburridas. Demasiadas horas escuchando a profesores que no entienden la vida que llevamos. Cada día es una lucha para mantener la atención y evitar que mi mente divague en pensamientos de mi verdadera realidad: la manada, el liderazgo, y las responsabilidades que eso conlleva.

Hoy, mientras trataba de concentrarme en una aburrida lección de historia, mi atención se desvió hacia la entrada del aula. Estaba junto a mi novia, Valeria, quien siempre logra sacarme una sonrisa, sin importar lo cansado que esté. Aquel día, el aire se llenó de un olor que me hizo levantar la cabeza de inmediato. Era un aroma profundo y delicioso que hizo que mi lobo, Maick, se inquietara, moviéndose en mi interior como si quisiera salir a explorar.

—¿Qué, una humana? ¡Qué mala suerte la nuestra! —exclamó Maick, desilusionado, al percibir que el delicioso olor provenía de una chica que no podía ser más que una humana normal.

Él tenía razón. La idea de relacionarnos con debilidades nos desagrada. Establecer vínculos con lobos y vampiros, esos eran los seres que debíamos considerar; eso al menos es lo que nos decía nuestra naturaleza.

—Sí, Maick, qué mala suerte. Pero no la reclamaré. Pronto la rechazaremos —le respondí, enfadado por esta situación tan frustrante.

—Ese es mi Steve. Bueno, ya no la mires, que pensará que estamos interesados en ella —su comentario agudizó mi alerta. Tenía razón; la chica me estaba mirando con curiosidad, y eso era lo último que necesitaba en ese momento.

Rápidamente giré mi cabeza y centré mi atención en Valeria. Su sonrisa me hizo olvidar la escena que acababa de contemplar y volví a la realidad.

Cuando finalmente salimos de la universidad, un alivio recorrió mi cuerpo. Me dirigí a mi coche con Valeria a mi lado, disfrutando de su presencia, de cómo iluminaba mis días. Subimos al auto y comenzamos el trayecto hacia mi casa; el viento refrescaba el ambiente y me hacía sentir algo más vivo.

Al llegar, la casa estaba en silencio, como siempre. Mis padres estaban en Canadá, ocupados con el Gran Alpha y las conversaciones sobre la manada. Pronto, mi padre vendría a pasar una semana aquí, y sé que todos esperaban su llegada con ansias. Tendré que pensar en cómo darle la bienvenida adecuada y cómo anunciarle que Valeria será su nueva luna.

Pero en lugar de pensar en eso, mi mente se dirigió a una necesidad más inmediata. Sin perder tiempo, tiré de Valeria hacia mi habitación. Los besos se volvieron intensos y ansiosos, llenos de la frustración y el deseo de olvidar, al menos por un rato, los pesares de ser un alpha y la carga de las expectativas.

Después de un rato, el mundo exterior se desdibujó, y mientras nos abandonábamos en ese momento de pasión, todas las preocupaciones parecían desvanecerse. Pero el tiempo voló, y me desperté más tarde, encontrando a Valeria a mi lado, aún dormida y hermosa.

Me levanté cuidadosamente, tratando de no molestarla, y me fui a duchar, el agua caliente cayendo sobre mí mientras mi mente divagaba de nuevo. Pensé en Valeria, en lo que significaría incluirla en mi vida de forma plena, en lo que significaría presentarla a mi padre y a la manada. Era un tema complicado; como alpha, debía tomar decisiones que no solo me afectaran a mí, sino también a la manada entera.

Salí de la ducha, y justo en ese momento, Valeria despertó. La vi levantarse con esa naturalidad que me encantaba, esa confianza que sellaba un lazo aún más fuerte entre nosotros. Ella se duchó y, tras un beso furtivo, se marchó. Yo, sin embargo, me dejé caer de nuevo en la cama, mis pensamientos cruzándose entre la paz de tenerla a mi lado y el desafío de llevar la relación al siguiente nivel. La idea de confesar todo esto a mi padre y la manada seguía revoloteando en mi mente. ¿Estaba listo para eso?

Cerré los ojos, dejando que el cansancio se apoderara de mí una vez más, mientras soñaba con un futuro donde Valeria y yo pudiéramos estar juntos, sin ataduras, como merecemos.

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✨ ¡Hola a todos! ✨

🌟 Aquí les traigo un nuevo capítulo, lleno de sorpresas y emociones. ¡Gracias por acompañarme en este viaje! Su apoyo significa el mundo para mí. Espero que lo disfruten tanto como yo disfruté escribirlo. 🌟

💖 Con cariño, Her chay you 💖

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