pov. Danielle
-Danielle. -Una voz me llama en mitad de la oscuridad. -Ya falta poco.
Me desperté por los gritos de las personas en la cocina, un ruido ya horriblemente rutinario.
Salí rápidamente de la cama , me hice una coleta alta y me cambie por una desgastada sudadera ancha que recogí de la basura, ya que alguien de la casa ya no la quería, un pantalón negro vaquero con algunas pequeñas roturas que me dio una sirvienta que sintió pena por mi hace un par de años y por ultimo unas zapatillas que tengo desde hace años.
Subí las escaleras casi corriendo nada más vestirme mientras me tropiezo un par de veces para ir a la cocina y hacer el desayuno para los dueños de la casa, mientras que soy prácticamente ignorada por el resto de los empleados.
Soy yo siempre la encargada porque así lo quiere el dueño, mi padre. Soy tratada como una escoria en nuestro linaje por él, el gran beta, mi hermano será el próximo beta de la manada y no le puedo importar menos, jamás me ha defendido. Mientras mi madre lleva tiempo ignorando las miradas de auxilio bajando la cabeza y sintiendo pena por mi existencia. Soy la sirvienta de mi propia "familia".
-¡Dónde está mi desayuno omega!- grita el hombre de la casa desde el comedor.
Salgo deprisa con su café en la mano y un plato de tostadas con mermelada ,se lo sirvo y voy corriendo a la cocina a por el desayuno de mi madre y hermano que consiste básicamente en un café, huevos revueltos para mi hermano y un té y con un bol de fruta picada para mi madre. Si hiciese algo mal tendría consecuencias severas.
Vuelvo a la cocina para agarrar una manzana, voy a por mi mochila y voy hacia a la prisión llamada clase andando.
...
Nada más llegar veo a los alumnos distribuidos en sus grupos de amigos. Del que más destacan es el grupo de Hayley y su séquito colocado en la puerta de entrada. Ellas es la chica más guapa de toda la manada, y es bastante normal ya que es rubia, tiene unos ojazos y es simplemente perfecta en cara y cuerpo. Su único problema es su necesidad de ser la reina de todo y todos, cosa que la hace insufrible.
Paso por su lado y justo Hayley se mueve y acaba chocando conmigo. Me repasa con la mirada y me ignora como si fuera un insecto y se gira para seguir a su grupo, aunque las demás chicas no parecen querer ignorar mi existencia.
-Pero qué mal huele de repente aquí.- se tapa la nariz Regina y a mirarme fijamente.
-Anda será por la rata de alcantarilla.-Suelta Heather con burla. Todas ríen todas por el chiste mientras lo único que puedo hacer es bajar la cabeza.
Aunque todo es silencio de un momento a otro. Levanto la cabeza y veo a Hayley irse al aparcamiento con mi hermano Alex y Leo, el próximo alfa de la manada. Ellos son amigos desde pequeños.
Aprovecho la distracción y me voy y entro al instituto.
Siento que me tocan el hombro y encuentro a mi mejor amiga Sam mirándome con pena.
-¿Estás bien?- Pregunta, a lo que yo asiento con la cabeza - Son unas zorras no les hagas caso, ven vamos a clase. -Me agarra de la mano y tira de mí, dirigiéndonos al aula.
Nos sentamos en primera fila y mientras esperamos vemos hacia la puerta viendo como entran nuestros demás compañeros. Casi cuando está a punto de tocar el timbre entra Leo, Alex y Hayley. Leo es un chico alto y esbelto. Parece tallado por los mismos ángeles con su pelo tan rubio, siempre desprende su aura de líder, no se como lo hace para ser siempre tan perfecto. Mientras mi hermano es todo lo contrario a él, tiene ese aura rebelde y de bad boy que tanto le gusta a las chicas. Ellos tres son el trío más famoso de la manada.
Pasan por nuestro lado ignorándonos como siempre y se sientan atrás junto con el resto de jugadores de fútbol, amigos de Leo, chicas irritantes, amigas de Hayley, y bad boys, amigos de Alex. Todo el mundo espera que Leo elija a Hayley como la luna de la manada por ser los más fuertes, aunque cada uno de ellos dos, igual que mi hermano, se han relacionado con la mitad de la manada, o al menos eso dicen los rumores que ellos nunca han negado.
...
A la hora de la comida Sam y yo salimos las últimas de clases. Al llegar al comedor vamos a la fila para coger de comer unas patatas fritas, un trozo de pizza, agua y una manzana.
Nos sentamos en una mesa retirada de todos.
Cuando termino de comer siento un líquido recorrer desde mi cabeza a la parte baja de la espalda.
Al voltearme encuentro a Regina con un vaso vacío y a su lado a Heather y algunos amigos de Alex y Leo riéndose. Cosa que llama la atención de los demás alumnos que también se ríen de mí.
-A ver si así se te enciende el cerebro, y te alejas de MI Alex acosadora. - Lo suelta seguramente creyéndose el rumor de que seguía a Alex a casa, sin ellos saber que es mi hermano gracias a mi padre que fue capaz de hasta cambiarme el apellido con tal de que no me relacionaran con la familia.
Pido ayuda con la mirada a mi hermano pero lo encuentro mirando la comida e ignorando mi presencia junto con Leo y Hayley. Como siempre hacen.
Corro al baño e intento limpiarme, aunque al ver mi reflejo en el espejo no puedo contener los sollozos y maldiciones que digo en voz baja.
Paro al escuchar el ruido de la puerta abrirse y veo a Sam acercarse a mi. Me abraza e intenta limpiar mi sudadera, ya que no tengo recambio.
Ella no suelta ni una palabra, porque sabe que en estos momentos no me gusta mucho hablar.
Toca el timbre y tenemos que ir a clase, yo aún manchada. Nada más entrar se escuchan algunas risas pero las calla el profesor que viene detrás nuestro.
Y así paso mi horario escolar entre risas hacia mi por parte de mis compañeros.
...
Después de clases vuelvo a casa y bajo al sótano que es mi "habitación" ya que según mi padre no soy digna de tener una. Voy al mugroso baño que hay para ducharme y lavar la ropa. Al terminar empiezo a hacer los deberes.